Fiesta visual en Trujillo

El sábado pasado fue la clausura del noveno Festival de Cine Peruano de Trujillo (FECIT) y la semana anterior se había celebrado tres jornadas intensas de un evento fotográfico de muy alto nivel organizado por las Alianzas Francesas de Trujillo, Chiclayo y Piura.

22 de octubre del 2022

GERARDO

CAILLOMA


gcailloma@gmail.com


El sábado pasado fue la clausura del noveno Festival de Cine Peruano de Trujillo (FECIT) y la semana anterior se había celebrado tres jornadas intensas de un evento fotográfico de muy alto nivel organizado por las Alianzas Francesas de Trujillo, Chiclayo y Piura, evento que convocó a diversas personalidades nacionales e internacionales en nuestra ciudad en conversatorios, talleres, debates, exposiciones y proyectos que reunió a experimentados y jóvenes artistas y personas dedicadas a la curaduría de artes visuales. Un verdadero festín cultural durante dos semanas.


VOIR/VER (ver/ver) empezó oficialmente con la exposición inaugurada el miércoles 05 en las instalaciones de la Alianza Francesa, actividad que reunió una gran cantidad de artistas, gestores, estudiantes y amigos de la AFT. Estuvieron presentes varios de los expositores y se anunció todos los eventos (fuera de los arriba nombrados, también hubo clases maestras, mesas de trabajo, portafolios de artistas participantes al concurso y exposición final de su trabajo) durante los tres días siguientes. La exposición, Geografías del Ser que aún se puede apreciar en la AFT (¡Vayan!), fue bajo la curaduría de Alice Vega, quien residió por buenos años en nuestra ciudad y hace labor docente y artística en Lima y otras ciudades. Ese miércoles se expuso 8 series de fotógrafos nacionales e internacionales en el que se encuentran un mexicano, una francesa y varios peruanos, sobre todo de Iquitos y Cajamarca; los otros 6 fueron inaugurados el jueves como parte de las actividades de la celebración del centenario del poemario Trilce en la Casa de la Identidad Regional. Lastimosamente, el espacio en el que se muestra este bloque de fotografías no resalta la calidad del material expuesto, en el que vemos no sólo series y una instalación de fotógrafos peruanos, sino de Francia y Brasil.


Lo que hay que destacar de este evento que va a replicarse los años que vienen (2023 en Chiclayo y 2024 en Piura) es el trabajo articulado y descentralista para que el arte llegue por nuestras ciudades y no se circunscriba a Lima. Anteriormente la AFT hizo proyectos itinerantes con pintores (con las Alianzas de Arequipa y Cusco) y músicos de jazz (por todas las Alianzas del Perú); pero este es de largo aliento y convoca a muchas instituciones y empresas que están apostando por ello. Esperemos que otras instituciones culturales puedan asumir este modelo de gestión y que pronto otras empresas, como el BBVA, vuelva a las actividades consabidas que ponían a sus sedes en ciudades relevantes como puntos de un circuito itinerante a nivel nacional que nos permitió ver exposiciones como las de Picasso, Gerardo Chávez, Anne Marie Heinrich, Joselito Sabogal, entre otras notables exposiciones. Dicho sea de paso, todo apunta a que la Casa de la Emancipación, sede del BBVA de Trujillo, volverá en actividad el año entrante luego de la restauración interna del edificio.


La actividad cinematográfica realizada por el FECIT principalmente en la DDC y con el apoyo de otros espacios como el Cultural, Centro Cultural Cine Chimú y la Alianza Francesa tuvo una interesante oferta de 31 filmes de ficción y documental entre cortos y largos. Este festival tuvo seis jurados muy comprometidos con la responsabilidad de escoger dos filmes de larga duración o dos cortos, dos de ficción y dos documentales: el filme La pampa de Dorian Fernández-Moris fue declarado el mejor largometraje, filme en el que trabajó como uno de los principales personajes Fernando Bacilio. El director agradeció el premio resaltando la necesidad de visibilizar cada vez más la cruda realidad de la prostitución infantil impulsada por actividades marginales como la minería ilegal. Además, se reconoció a Bacilio por su desempeño artístico habiendo aparecido en dos filmes (también en Tiempos futuros de Víctor Checa) en esta versión del Festival. En cortos de ficción, se llevó el premio La distancia del tiempo de Carlos Ormeño, corto bastante poético y que ha tenido un buen recorrido internacional. Cabe destacar que Lambayeque participó con un corto de ficción que ha tenido mucha aceptación en diversos lugares: Checoslovaquia de Dennis Perinango. La presencia de los actores en nuestro Festival ha sido interesante: un filme valiente de un tema LGTB para una sociedad cargada de machismo e incomprensión. Uno de los actores, Marco Antonio Miranda trabajó también en el largo Viaje de José Fernández, otro filme lambayecano. Por otro lado, el mejor largo documental fue La danza de Los Mirlos, trabajo que pudo también verse en la selección exhibida en el Teatro UPAO. El trabajo de Álvaro Luque es muy simpático, un verdadero homenaje al patrimonio artístico de la música popular peruana, el cual más reconocido afuera (lastimosamente) que en nuestra sociedad. Y el ganador de corto de esta modalidad fue Aents, un verdadero documento visual de la comunidad awajún. Como me comentaban los jurados María Elena Benites de Chaski y Rafael Dumett, los trabajos vistos les han dado valiosos testimonios de lo compleja y rica que es la sociedad peruana, tan desconocida por todos nosotros: una vitrina llena de colores y sufrimientos que tenemos que conocer. Daniel Rodríguez se dio también tiempo para mostrar su trabajo fuera de concurso, Trilogía muda.


La fotografía y el cine han estado en primera plana en Trujillo. Pronto viene el teatro. El arte y la cultura, pese a todo, siguen en pie.


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