Base foto, una extraordinaria oportunidad cultural para Trujillo

Con cinco exposiciones en diversas galerías de arte de nuestra ciudad y cuatro conversatorios, el arte fotográfico trujillano ha tenido un espacio para hacerse presente a toda la comunidad local y nacional.

2 de abril del 2024

GERARDO

CAILLOMA


gcailloma@gmail.com


Marzo ha sido un mes muy fructífero para las artes visuales en Trujillo. Con cinco exposiciones en diversas galerías de arte de nuestra ciudad y cuatro conversatorios, el arte fotográfico trujillano ha tenido un espacio para hacerse presente a toda la comunidad local y nacional: 1er Salón de Fotografía. El proyecto Base Foto (https://www.instagram.com/basefoto.salon/) realizado por la idea (y empeño) de Omar Miñano, Héctor Lozano y Alfredo Alegría se pudo realizar gracias a cuatro espacios culturales (Alianza Francesa, El Cultural, el Fundación Cultural del Banco de la Nación y la Galería Huaqo), las que apoyaron con sus galerías y publicaciones de cada una de las exposiciones en las que hubo trabajos de jóvenes fotógrafos, así como de los ya conocidos y fogueados en el oficio. El proyecto también marca el inicio de una propuesta de trabajo colectivo de estas cuatro instituciones y empresas culturales reunidas bajo el nombre de Texido Cultura (https://www.instagram.com/texidocultura/). Se sumó a esta iniciativa, la galería de arte Raúl Joo Meléndez del Colegio de Arquitectos de La Libertad. Este Salón tiene tres grandes propósitos: educar a la comunidad trujillana, descentralizar la cultura y destacar el trabajo de jóvenes artistas que quieren mostrar su arte y esta es una de las oportunidades destacadas para hacerlo. Y también crear un banco de imágenes que retratan a la sociedad trujillana desde diversas perspectivas incrementando el acervo cultural visual de nuestra ciudad y región.


Las inauguraciones fueron escalonadas: 06 de marzo en la Alianza Francesa; 07, en el Colegio de Arquitectos; 08, en El Cultural; 13 en la Fundación Cultural del Banco de la Nación; y el 15, en la Galería Huaqo. Cada espacio fue presentado por los responsables y la explicación de lo acogido en cada una de las galerías estuvo a cargo del profesor Alfredo Alegría. Cada inauguración era visitada por numerosos jóvenes que venían a acompañar a sus amigos o ver las propuestas, pues entre muchos de ellos también hay potenciales fotógrafos que necesitan aprender. En las muestras hemos visto trabajos de José Carlos Orrillo, Joki Barreto, Perla Callirgos, Alejandro Cerna, Lucio Mora entre otros; también de jóvenes promesas como Kiyoshi, Augusto Nomberto, Zoila Olguín, Sebastiam Jaico y otros más que han presentado sus trabajos en las diversas salas. La selección ha sido exhaustiva y es una muestra de calidad de la producción artística fotográfica de nuestra ciudad y de Cajamarca también.


Luego de realizadas las inauguraciones respectivas, se hicieron cuatro conversatorios con la mayoría de los involucrados en este Salón. Los conversatorios se distribuyeron entre dos espacios: El Cultural y Galería Huaqo. En el primer espacio, los conversatorios fueron el miércoles 20 y jueves 21. El primer día tuvimos el conversatorio Problemáticas y motivaciones de la actividad fotográfica emergente de Trujillo con la participación de 4 jóvenes: Kiyoshi, Zoila Olguín, Sebastiam Jaico, Augusto Nomberto y Lucía Torre. Todos nos comentaron sobre las motivaciones que los indujeron al arte fotográfico, a tomar la cámara para buscar respuestas a sus inquietudes. Sus exposiciones fueron muy maduras, así como las explicaciones que nos hicieron conocer sobre los problemas que confrontaron y que aún es un riesgo que toman para seguir en la fotografía, pese a los desasosiegos que pueden tener (y que tendrán). La incomprensión social que afecta en el reconocimiento de su labor es un macro elemento que muchas veces desanima a estos jóvenes en cuyas voces se reúnen toda su generación. Conocerlos fue también un factor interesante, pues uno viene de la arquitectura y otra de la Ing. Civil. Interesante. En algunas reflexiones finales se hablaba de crear una escuela trujillana, un centro de fotografía; aunque este Salón ya de por sí se presenta como una escuela para todos los participantes y visitantes de las exposiciones. Cerramos la larga conversación con la pregunta si el factor de género es importante para ver cómo observamos a nuestro objeto de interés fotográfico: ¿es igual o difiere? La segunda conversación reunió a docentes de Fotografía: José Carlos Orrillo, Perla Callirgos, Héctor Lozano (Fasalá) y Joki Barreto. El tema: La importancia de la formación en la Fotografía y la reflexión crítica. La conversación fue una reflexión académica sobre el trabajo que se realiza en varias universidades que tienen la carrera de Comunicaciones. Hubo celo profesional, pero al final de cuentas era necesario recordar que los alumnos llevan fotografía como un curso, no una carrera. Pero sí es necesaria la formación cultural y artística para una persona que debe desarrollar tipos de lenguaje visuales para su sociedad. También la necesidad de reconocer que la fotografía utilitaria como la empleada en la publicidad sí enriquece al arte fotográfico. Pero, es necesario evitar el encorsetamiento que puede surgir de un extremo academicismo, pues cada artista debe de buscar su propio camino, sin dejar de apreciar el acervo desarrollado por artistas visuales de diversas épocas en la que se debe de incluir, a la larga, a la pintura y el cine. 


En la galería Huaqo fueron los dos siguientes conversatorios: viernes 22 y sábado 23. El 22 se tuvo una conversación abierta en torno al tema El pensamiento disruptivo como pauta de creación fotográfica. Alfredo Alegría (como en las anteriores versiones) hizo una introducción al respecto definiendo lo disruptivo. Tras su explicación, surgió una serie de intervenciones ricas sobre la creatividad, el academicismo, la globalización, la búsqueda individual, la calidad de la obra, el trabajo publicitario, lo inconsciente. Temas que dieron vueltas entre todos los participantes quienes daban sus perspectivas y sus experiencias. Personalmente, fue uno de los mejores conversatorios por la dinámica vista y la participación colectiva de los presentes. Y cerramos el ciclo con la exposición personal de José Carlos, Nesta, Orrillo, quien nos presentó su biografía artística y sus búsquedas personales. Su exposición, Luz y Oscuridad, fue muy interesante, honesta con un expositor apasionado de su obra. En su retrospectiva habló de algunas exhibiciones que fueron, incluso, censuradas en su época y evocó los años memorables en los que la Fotografía comenzó a sonar en la escena cultural trujillana. Sus viajes por Francia y México enriquecieron sus propuestas para adentrarse en proyectos más personales y osados. Sus más de 30 años de arte fotográfico se resumieron en un poco más de 40 minutos de exposición. de Luego tuvimos un conversatorio sobre sus inquietudes, dudas, proyectos truncos que desea retomar y el desafío que significó (y significa) el proyecto Intangible. Nos mostró su viaje personal y social, su inquietudes místicas y ecológicas, la búsqueda de su persona y la necesidad de hacer fotografía para sentirse vivo. Esperamos que el proyecto de llevar su obra a libros sea un éxito. 


Toda esta vasta experiencia ha dejado responsabilidades a los dueños del proyecto: una segunda versión el año que viene, la ampliación del mismo, el rico archivo que está quedando para la ciudad, el sueño de un museo de la fotografía. Como expectante de estas exposiciones, me dio mucha pena que poca gente de otras artes visuales (pintores o cineastas, por ejemplo) no hayan asistido a este evento. Fue un reclamo de los jóvenes: la atomización de los artistas y el poco interés de ver el trabajo de otros. Hay, pues, mucho trabajo por delante.

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