Instantes

Marcelo caminaba rumbo a la farmacia para surtir una receta para su hermana enferma; pero además de esa gran preocupación le azoraban problemas económicos. Al cruzar la avenida de repente sintió un jalón del brazo, era Alondra quien le detuvo de un posible atropellamiento. Él la miró y asustado le dijo ─Gracias. Luego miró que había soltado las monedas que traía en la mano, Ella le ayudó a levantarlas eran muchas y habían rodado lejos, esperó al cambio de semáforo para ir por las que habían quedado sobre el pavimento. Después de recoger todo, Marcelo nuevamente la miró y le dijo ─Muchas gracias señorita. ─Por nada, cuídese mucho.(Le respondió). Sintió tristeza al mirar sus ojos con cataratas. Luego ella siguió su camino hacia el trabajo, cruzó reforma, siempre miraba a ambos lados pues desde pequeña pensaba que no le gustaría morir por distracción y ser parte de la nota roja. Al cruzar vio el aparador donde se encontraba el bolso que desde hace tiempo deseaba comprar. Mientras se acercaba pensaba que el dinero que iba a gastar seguramente le sería de más ayuda al señor. A unos metros antes de llegar al aparador frente a ella calló un modulo de aire acondicionado, que estrelló el piso. Quedó paralizada. Alguien le preguntó: ─¿Se encuentra bien? Después de unos segundos dijo: ─Sí. Gracias. Sólo el susto. Se quedó todavía ahí, sin moverse, pensando en lo sucedido instantes atrás.

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