En un sueño

En un sueño. Como saben vivo en una zona urbana y entre mis actividades y las tazas de café me quedé dormido cerca de las 3:00 AM. Fue entonces que soñé que seguía despierto y miraba por la ventana que da al patio de la casa y disfrutaba la quietud y el silencio que la noche ofrecía; luego mire en dirección a las escaleras que suben hacia la azotea y en su parte más alta, sobre el barandal, vi algo que se asemeja entre guajolota y zopilote pero sin serlo, me miraba fijamente, sus ojos eran muy grandes con una pupila negra dilatada rodeados del blanco de la esclerótica y alrededor de ésta un aro redondo rojo intenso. Sabía lo extraño que era eso y de inmediato me vino a la mente, es una bruja. Intenté avisar a la familia, pero no pude moverme ni hablar, luego traté de gritar: ¡Una bruja! Pero no salía de mis labios la mínima voz, ni siquiera mi esfuerzo por intentar gritar se escuchaba. Fue entonces que sentí miedo. Esa mirada era hipnótica, de repente todo se fue tornando más oscuro de lo que ya estaba y solo podía verla a ella. Intenté con todas mis fuerzas mover mi cuerpo y después de mucho esfuerzo lo conseguí para luego despertar con un gran sobresalto; pero para mi mala suerte, lo primero que veo de pie junto a mi almohada son las patas de ese ser, con su mirada firme. Nuevamente quedé inmóvil, sude frío, hice ahora un intento por cerrar mis ojos, por apartar mi vista y no verla, pero en un instante sentí que me desvanecía; todo lo perdía, trate de asirme a la vida pues sentí que la perdía pero era lo que le sigue de imposible.

Hace un momento un bello rostro que me miraba se desvanece de mi mente, mientras a la vez recuerdo su suave mano acariciar mi rostro. La tenue luz ilumina la ventana, escucho a las aves, lo normal de cada mañana. Pero siento un extraño placer, me siento dichoso por estar aquí, mi corazón aún late fuerte e intensamente. Ya no sé si he despertado o sigo soñando, de cualquier forma de la vida y los sueños siempre me queda el recuerdo.

También publicado en: