Antes de que te olvide

Triste es mirar que la banca donde la besé por primera vez ya no existe; triste ver concreto donde antes un gran árbol nos protegía de los rayos del sol; triste saber que ni una sola foto conservo de ella, que sus palabras escritas en papel se fueron para nunca volver. Más triste aún, es que sus palabras, su voz, su rostro, su maravillosa forma de ser, sus besos, su cuerpo y la mayoría de los momentos que pasamos se desvanecen con el transcurrir del tiempo y me provocan miedo a un día solo recordar por lo que escribo de ella. Pero ahora mi mayor tristeza no es porque ella ya no está en mi vida; es por ver como se van perdiendo mis recuerdos y entre ellos los de ella, cuando en su tiempo no había día que pudiera apartarla de mi pensamiento.