10 monedas

Una mañana después de terminar mi clase, me dirigí al salón contiguo y esperé unos minutos a que saliera mi querida amiga, para luego platicar del día y acompañarnos en nuestra hora libre, mientras platicaba con Kasy (Keysi) y después de caminar un rato sin rumbo nos sentamos en una jardinera y ahí fue que encontré una moneda de diez centavos, la mantuve en mis manos, la miré, parecia nueva, luego ella me la pidió para mirarla y me dijo:

—Sabes que si juntas 10 monedas encontradas del mismo valor se te concede un deseo.

—No lo sabía. (La miré incrédulo).

—Sí, pero tienes que pedir tu deseo cada que encuentres una y al encontrar la décima tu deseo se realizará.

Me regresó la moneda luego en mi mente pedí mi deseo y guardé la moneda en mi bolsillo de atrás, para no mezclarla con mis otras monedas.

—¡Listo! ya está mi deseo, ahora a buscar nueve más.

—¿Se puede saber tu deseo?

—¡No! Que tal que no se cumple.

En mis más de tres kilómetros que caminaba al día sabía que las encontraría, pero pasaron los días, las semanas y creo varios meses; también luego me emocionaba falsamente pues a la distancia parecían de 10 pero en realidad eran de 5 centavos, también en esa búsqueda encontraba otras monedas de más valor. La última de 10 centavos la encontré en la calle junto a la banqueta, en ese instante pedí por décima vez mi deseo y me sentía como un niño que cree en fantasías. Deseaba que mi deseo se hiciera realidad, imaginaba que no sería al instante pero eso sí tenía la sensación de que pronto sucedería. Unos días después, una tarde de un viernes de abril, lo recuerdo bien, Kasy y yo caminábamos en las escaleras de nuestra escuela, luego mi corazón palpitó con fuerza por lo que estaba a punto de hacer.

—¿Te sientes bien? Te veo extraño (me preguntó).

—Estoy bien. (le tomé su mano y la acerqué a mi pecho para que sintiera mi corazón, se sorprendió)

—Está latiendo muy fuerte. ¿Seguro estás bien?

—Late así por ti. A pesar de todo necesito decirte lo que siento por ti; está sensación de mi corazón me sucede seguido cuando quiero besarte y ...

—¡Para! ¡Para! Por favor. Te quiero mucho te lo he dicho muchas veces pero sabes que tengo novio y mi relación va enserio. Perdona por lo que voy a decirte pero lo tengo que hacer para que quede claro: Entre tu y yo nunca podrá existir algo más que amistad. Perdona si en algún momento he hecho algo que te motivara a pensar en mí como algo más. Te quiero y eres importante en mi vida pero no te puedo ver más que como amigo.

Fue así, así de fácil con unas cuantas palabras como se destruye una ilusión y en ese momento supe que era mentira, que lo de las monedas era simplemente mentira. Quedé sin poder decir palabra. Me tomó mi mano para confortarme.

—Las cosas serían diferentes si te hubiera conocido antes (sabía que solo lo decía para darme ánimo). Luego saqué de mi bolsillo mi pequeño paquete de 10 monedas que había apilado y envuelto minuciosamente en papel.

—Ten es mentira lo de las monedas que me contaste.

Me miró por un tiempo sin decir nada, sus ojos también se llenaron de mi tristeza, tomó mis manos con fuerza y repentinamente se estiró para alcanzar mis labios con los suyos y luego abrazarme fuertemente. Sentir sorpresivamente sus labios me gustó pero no era nada comparado con perder toda esperanza de una relación con ella.

Recordé a Pita Amor: "Uno se hace ilusiones que luego se pierden... Debes tratar de tener siempre muchas ilusiones para que te puedas dar el lujo de perder una cada día."

Al final de cuentas de no ser por esas 10 monedas no se cuánto tiempo más hubiera perdido viviendo con la esperanza de un día tener una oportunidad con ella. Así en ese lapso de mi vida se desvaneció una gran ilusión, dolió y costó tiempo olvidarla pues fue mucho tiempo que estuve enamorado de Kasy pero no fue la primera ni la única vez que me ilusioné; y es ahora cuando miro al pasado en comparación con el presente y sobretodo con todo lo bueno de mi presente que me alegro de que nuestro destino fue no estar juntos.