Search this site
Embedded Files
Notemo TOB
  • Inicio
  • Eventos y congresos
    • Congresos
      • 3º Congreso
      • 1º Congreso
      • 2º Congreso
      • 4º Congreso
    • Formación online
    • Misiones
    • IMPERDIBLE
  • ¿Quiénes somos?
  • Blog
    • Catequesis
    • Reflexiones
  • Dicen de nosotros
Notemo TOB
  • Inicio
  • Eventos y congresos
    • Congresos
      • 3º Congreso
      • 1º Congreso
      • 2º Congreso
      • 4º Congreso
    • Formación online
    • Misiones
    • IMPERDIBLE
  • ¿Quiénes somos?
  • Blog
    • Catequesis
    • Reflexiones
  • Dicen de nosotros
  • More
    • Inicio
    • Eventos y congresos
      • Congresos
        • 3º Congreso
        • 1º Congreso
        • 2º Congreso
        • 4º Congreso
      • Formación online
      • Misiones
      • IMPERDIBLE
    • ¿Quiénes somos?
    • Blog
      • Catequesis
      • Reflexiones
    • Dicen de nosotros

Catequesis

TU CUERPO TIENE UN SENTIDO

Introducción

Miramos a nuestro alrededor, conocemos por nuestros ojos, por lo que vemos.

Caminamos en una dirección, hacia algún lugar, para cumplir un objetivo.

Hablamos para comunicarnos, para darnos a conocer, para comprender al otro.

Tocamos objetos, texturas, brazos y manos...es nuestra forma de hacer realidad y sentir aquello que vemos.


¿No te das cuenta? No podemos vivir sin estar en el mundo, y no podemos estar en el mundo si no es con nuestro cuerpo. Y nuestro cuerpo no es solo un recipiente sin más; nuestro cuerpo habla de nosotros. Por ejemplo, las manos. Las manos tienen una forma genética que no podemos cambiar, y es nuestra base. Pero luego hay detalles...detalles que hablan de nosotros: quizá alguien tiene callos porque trabaja la madera o toca algún instrumento, las uñas más o menos mordidas por los nervios, pintadas o no. Manos con anillos o tatuajes que cuentan historias, o cicatrices que recuerdan experiencias. Pero no es solo cómo sean esas manos. Hay mucho más: es lo que esas manos hacen. Si acogen otras manos en un apretón fuerte o son manos que se dejan hacer por el otro, sin ánimo ni ganas; si dan caricias suaves o golpes secos, si acogen o rechazan.

Nuestro cuerpo habla de nosotros, porque forma parte de nosotros. No podemos ser sin nuestro cuerpo. E igual que necesitamos conocer cómo sentimos y cómo pensamos, también es importante conocer nuestro cuerpo y saber por qué es como es. Porque nuestro cuerpo habla de nosotros, mucho más todavía. No es que mi cuerpo se adapte a lo que soy y cómo soy; es que yo soy según es mi cuerpo. No es que mis manos sean reflejo de mi vida y de lo que he hecho tantos años o de mis manías; es que mis manos tienen una forma concreta y una misión concreta en mi cuerpo, y eso me hace actuar de una manera u otra. ¿Lo entiendes ahora?

No queremos quedarnos solo en las formas o en lo físico; tienes que entender que nuestro cuerpo tiene esta forma por algo concreto, y con nuestro cuerpo hablamos. Y ese lenguaje es el del amor, para conocer al otro y acogerlo, y darnos a conocer. El lenguaje del amor, sí. Quizá suena cursi o idiota, pero es así. ¿Por qué tenemos brazos?¿Por qué la mujer tiene entrañas?¿Por qué tenemos ojos? Siempre para salir de nosotros al exterior, para acoger lo que hay a nuestro alrededor. Porque el ser humano no sabe existir solo, no puede. Si un bebé no tiene contacto físico y es abandonado, muere de pena. Y un adulto, y un mayor...todos. Necesitamos abrazos, palabras de ánimo, miradas que nos hacen sentir importantes. Eso es lo que nuestro corazón desea, y lo que nuestro cuerpo grita a voces.

Pero esto nunca nos lo han dicho así, ¿verdad? Hoy en día vemos supermodelos que maltratan su cuerpo para ajustarse a unas normas que nosotros intentamos seguir y nos hacen enfermar; seguimos unas modas que nos impiden ser únicos y que, muchas veces, nos hace vernos como objetos de miradas, no precisamente las que buscamos en el fondo. Queremos decir algo pero hacemos lo contrario por miedo a que nos rechacen o se burlen de nosotros… Nuestro corazón, dentro de ti y dentro de mí, está ese latido que busca lo que pertenece a la persona, pero nos ponemos una máscara para encontrar un sucedáneo que se acaba rápido y nos hace buscar más y más, como las pilas malas.

Y hasta aquí el acento pesimista, porque…¡hay una buena noticia! Y es que nuestro cuerpo tiene sentido, ese latido que a veces quieres callar es bueno y verdadero, y quiero decirte que ¡no tienes que esconderlo! Porque estás aquí y has sido amado (y lo eres) tal como eres, sin máscaras, siguiendo ese latido interior. Y no porque te lo diga yo, sino porque ha sido así desde siempre, desde el principio. Y es ahí donde quiero llevarte, igual que lo hizo un hombre que tenía un corazón enorme, para recordarte para qué estás aquí y que eres como debes ser. Empieza esta aventura para conocerte, ¿te atreves?

En pleno siglo XXI, construimos la civilización del amor
Google Sites
Report abuse
Page details
Page updated
Google Sites
Report abuse