Nota de este mes:
Siempre fui una persona muy sedentaria, cero deportista y vaga de nacimiento. Sin embargo, el año pasado al fin me decidí y comencé a realizar actividad física, al principio una vez por semana y ahora voy a yoga dos veces por semana -a veces tres- y todos los días hago algunos ejercicios sencillos para mantenerme en movimiento.
Varios fueron mis intentos fallidos para "ponerme en forma", desde ir a caminar cuando me iba de vacaciones, hasta ir a natación y hacer bicicleta estática en mi casa. ¿Por qué no pude mantener esos hábitos? Sencillamente porque no me gustaban esas actividades, al menos no para comenzar. Como dije antes, soy muy vaga y necesitaba algo que no me hiciera transpirar, además de que no soy una persona que necesite descargar energía sino que necesito liberar tensiones, hacer algo tranquilo que me relaje.
Encontré en yoga el equilibrio justo, ya que me ayuda a mejorar mi postura, a tonificar mi cuerpo y ganar fuerza y equilibrio, los estiramientos me descontracturan y además, me ayuda a mejorar mi concentración. ¿Cuál es mi consejo? Buscá una actividad que vaya con tus necesidades y gustos, seguro vas a encontrar alguna, y con suerte, varias.
Lo más importante para esto es tener un buen comienzo, una vez que arranques a realizar una actividad que te guste, creéme que no vas a querer dejarla. Incluso es probable que quieras aumentar la frecuencia y/o intensidad.
Una de las razones por las cuales me siento motivada a seguir realizando yoga (y otros ejercicios de baja intensidad) es que me hace sentir bien, a veces puede que algunos músculos queden adoloridos, pero como mi cuerpo ya se acostumbró, cada vez son menos las molestias que aparecen. Soy una de esas personas que detesta ir al gimnasio, hacer circuitos donde terminás destruido y todo transpirado, es algo que no me gusta para nada. Sé que no disfrutaría hacerlo y tampoco pienso forzarme a hacerlo, en cambio busqué hasta que encontré lo que iba con mi forma de ser.
No te voy a mentir, hay días en que no quiero hacer nada y busco la más mínima excusa para no ir a yoga, pero ¿sabés? no es porque no quiera hacer yoga sino por no querer morirme de calor o de frío yendo, o porque llueve mucho, es el hecho de "ir", por eso me fuerzo a ir igual y una vez que estoy ahí, disfruto de la práctica y no me arrepiento ni un poco de haber tolerado la caminata hasta ese lugar. Y hasta incluso me siento mejor conmigo misma, porque pude ser disciplinada y no permití que una excusa me ganara.
Mi motivación no es bajar de peso ni tener un cuerpo escultural, es simplemente sentirme bien. Los días que más me muevo, son los días que de mejor humor estoy, los días en que menos me duele la espalda y el cuello, los días en que me siento motivada para seguir moviéndome. Y sí, puede que termine cansada a veces, pero eso hace que duerma mejor. Tampoco creas que me paso todo el día haciendo ejercicios, estoy muy lejos de eso. Lo que hago es lo siguiente, al menos una vez por hora (a veces cada media hora) me levanto de mi silla, hago estiramientos y algunos movimientos, voy a tomar agua, respiro profundo tres veces y vuelvo a sentarme. Es algo tan sencillo que hasta resulta tonto decirlo, pero esa simple rutina mejora mi día a día y cada día voy haciendo un poquito más.
Los hábitos se crean de a poco, así que la ansiedad la guardamos en un bolsillo y aprendemos a practicar la paciencia. Si querés bajar 5 kilos en una semana o en un mes, olvidate de lo que leés acá porque no apunto a eso. Si apuntás a eso, ya estás un poco tarde, porque lo ideal es empezar con poca intensidad, acostumbrar el cuerpo a ciertas actividades y después ir aumentando la dificultad. Es lo que yo creo y lo que leí muchas veces, podés intentar empezar con todo si querés, pero es probable que te cueste mantenerlo en el tiempo.
► Te invito a encontrar esa actividad que sea para vos y comenzar de a poco a mejorar tu estado físico y mental.
~Yanuzz!