Quienes han tenido el placer de visitar este paraíso natural conocen de cerca el encantamiento mágico que descubres en cada uno de los escondites de estas islas, es que hablar sobre la gran experiencia que guardas contigo durante tu aventura, se queda en el deseo de regresar una vez más.
Las Islas Galápagos son un archipiélago volcánico del océano Pacífico. Es conocido como uno de los destinos más famosos del mundo para la observación de fauna. Se encuentran ubicadas a 1000 km de la costa de Ecuador y su clima está determinado por las corrientes oceánicas. Su terreno aislado alberga una diversidad de especies animales y vegetales, muchas de ellas exclusivas. Charles Darwin lo visitó en 1835 y su observación de las especies de Galápagos inspiró posteriormente su teoría de la evolución.
La forma más común de acceso es mediante vía aérea hasta el aeropuerto de la isla de Baltra. Una vez allí deberás tomar un bus. En pocos minutos desde el aeropuerto hasta un pequeño puerto debes subirte en una gabarra y cruzar el canal Itabaca. Finalmente, cuando llegues a el otro lado, tendrás que ir por tierra 45 minutos hasta Puerto Ayora, ya sea en taxi o en bus.
Esta playa de arena blanca es el hogar de una elegante colonia de lobos marinos, que descansan en las olas ofreciendo una gran oportunidad para tomar una fotografía. Gracias a la inocencia de su arena blanca y la calidez de su mar, Tortuga Bay es una de las playas más hermosas del archipiélago y el destino favorito para muchos pasajeros.
Sin duda un paraíso natural para aquellos amantes de la naturaleza, este es uno de los sitios que no debes saltar si alguna vez visitas las islas. Hablamos de una larga piscina de agua cristalina, cubierta por dos paredes laterales de rocas, la cual, en el fondo oculta una variedad de especies marítimas que complementan la belleza del lugar.
Es una playa pequeña, pero llena de sorpresas, pues en ella podrás encontrar tiburones, rayas, peces de todos los colores y tamaños, hasta tortugas marinas si corres con suerte. Por otro lado, es un muy buen sitio para tomar el sol y es reconocida por ser muy buena para practicar snorkel.
Un lugar muy notable, estos pequeños islotes fuera de la costa de la Isla Isabela la hacen de guardería perfecta para tiburones jóvenes que descansan entre las rocas. En la parte superior, vemos un camino de rocas de lava, que está repleto de iguanas marinas jóvenes bañándose en el sol.
Dentro de la estación recibirás una explicación sobre el origen de la isla, la tortuga George y la teoría de la evolución según Charles Darwin. Una vez finalizada la explicación histórica podrás descansar de aquella larga caminata por la "Ruta de la Tortuga" en el área recreativa de la estación.
Alguna vez fue un escondite de piratas, los acantilados que rodean la bahía están pintados y tallados con grafitis de marineros, el más antiguo data de 1836. Es un extraño contraste con el ambiente prístino y natural, pero es parte de la historia de las islas Galápagos. Hay una gran cantidad de aves a lo largo de las costas, se pueden explorar en kayak o sumergirse para disfrutar las delicias submarinas y si estas de suerte, podrás nadar con pingüinos de Galápagos.
Efectivamente, la fama de estas islas encantadas es inconmensurable, además de ser una de las 23 maravillas naturales del planeta, está claro que la aventura que habita en las Islas Galápagos no tiene comparación alguna, pues siempre te hará falta tiempo para conocer cada rincón de esta maravilla.