Frida Zamora Rios

Soy Frida Karol Zamora Rios, nacida hace 17 años, eligiendo vivir un camino de mucho aprendizaje y enseñanzas. Eligiendo a mis padres, hermanas y personas con las que me cruzaría en este recorrido, inicio la aventura de vida, de la cual, hasta ahora ha sido una maravilla.

Desde que tengo uso de razón, me recuerdo como una persona algo solitaria y con un gran amor a la madre tierra. En el kinder solía estar y convivir solo conmigo, jugando con perritos o en el área verde, encontraba una conexión enorme con lo que me rodeaba, y no es que fuera antisocial, si no que decidía hacerlo de esta forma. Al igual, desde niña me introdujeron muchísimo al ámbito espiritual a través del catolicismo, era algo que sinceramente no me agradaba, pues pasábamos horas en la iglesia y al tener una corta edad no era mucho de mi interés estar en el catecismo leyendo y aprendiendo cosas que en realidad no le encontraba sentido, comenzó a agradarme a medida que iba creciendo, pero de los tres días que asistíamos a la iglesia solo el viernes era mi favorito, ya que formaba parte del coro y me gustaba cantar; considero el arte una forma de magia y conexión, a través de sonidos que producimos desde el corazón proyectándolo con la boca, y estos sonidos hacerlos llegar al corazón de alguien más, provocando lo que ya mencioné, CONEXIÓN.

Así continué por 7 años más, en donde llegó un punto en donde dejé de asistir junto con mis hermanas. Hasta ahora que todo lo hago consciente, ir a la iglesia, recibir los rezos y demás, tienen un ritual maravilloso si lo vemos desde otra perspectiva y sin el miedo que se inculca ahí, pero solo si vemos la verdadera razón de las palabras que se mencionan podemos ´´disfrura´´ una misa, de lo contrario, sería introducir ideas erróneas mal externadas.

En esta misma etapa, aproximadamente a los 4-5 años, encontré un gran gusto por el universo, me encantaban los planetas y la incógnita que llevaban, recuerdo que igual me interesaba ir mucho a los planetarios, el universo hasta ahora sigue siendo algo impresionante, perdí el conocimiento que tenía a esa edad, deseo volver a retomarlo y seguir amando aún más nuestro ser.

Mi infancia fue muy linda y placentera, pude estar con mis hermanas y mi papá, quienes eran los que siempre estaban conmigo,

lamentablemente mi mamá trabajó todos esos años y dejó de hacerlo hasta que ya estábamos en adolescencia, y claro que todo es perfecto, a mi padre nos tocó educarnos de una froma más paciente, tranquila y amorosa ya que estábamos en plena etapa de crecimiento en donde justamente debíamos recibir esto; a mi madre, por tener un carácter más fuerte y duro, le tocó educarnos en la etapa ´´rebelde´´ de nuestra vida. Entonces la vida nos acomoda en el momento en donde debemos estar, todo encaja y todo resulta para un mejor avance en nuestras vidas.

Al entrar a la primaria cambió parte de lo que era en el ciclo pasado, comencé a hacer amigos y a mezclarme un poco más. A mitad de esta etapa inicié con un momento de inseguridad y falta de autoestima, todo por algo tan superficial como lo es el cuerpo humano o físico, me enfocaba a ver qué opinaban de mí y cómo les parecía, era un gran maltrato de mí para mí, porque sí me lastimaba. Pasando a la secundaria seguía con esta misma idea, me excedía haciendo ejercicio y me frustraba no ver un cambio.

Llegué al momento en donde recapacité de lo que estaba haciendo y decidí transformarlo. Entendí que los cambios no llegarán de un momento a otro, y que si lo hacemos sin consciencia no habrá resultado, un ejemplo clarísimo es a través de lo terrenal, mi cuerpo no cambiaba porque no lo dejaba descansar y no era sano, tomé esto e inicié a disfrutar el ejercicio, seguía sin haber cambios pero ya no era algo relevante para mí, pues había encontrado un gusto que me benficiaba y ayudaba en todos los ámbitos. En esta fase de mi vida comenzó un gran cambio, al encontrar el amor a mi cuerpo, encontré el amor propio, descubrí que haciendo actividades que nos llamaran la atención generaba una gran felicidad y realmente aumentaba el amor hacia nosotros. Experimenté muchas cosas que hasta ahora siguen latentes, como lo es la música, el deporte, el arte, y más; practicaba tocando guitarra, jugando basquetball, bailando, etc. Aquí encontré el amor en mí, pues hacer lo que nos gusta es compensación de lo que somos. El cambio surgió en todos los sentidos, incluso en la escuela, subí mi promedio bastante y salí de la secundaria con buen puntaje.

En esta misma etapa comenzó mi camino de luz, y aunque desde hace muchos años me llamaba la atención y veía que mi abuelita se dedicaba a la espiritualidad, nunca me cruzó por la cabeza que habían

lugares en donde se estudiara ello, hasta que en un moemnto mi abuelita me llevó a una celebración que marcó un inicio importante en este gran camino.

El amor tiene muchas fromas de sentirlo, una de esas fromas la recibí con el cariño que compartí con los hermanos que se encontraban allí, a pesar de que fue la primer reunión a la que asistí, sentí la paz que todos proyectaban, a mí me encantó porque era una nueva sensación en mi vida. Yo me sentía muy bien estudiando esta tradición, me motivó a un más a dar lo mejor de mí en lo que hacía. Comenzaba a plantearme metas que pensaba que no alcanzaría, para entrar a la preparatoria hice mi examen de COMIPEMS pero sabía que me iría bien, pues meses antes estudié arduamente para quedar en las dos primeras opciones que seleccioné, me quedé en la segunda, lo cual no me causó tristeza, fue una gran sensación de felicidad y orgullo porque en verdad logré cumplir lo que puse como meta. A mitad de mi primer año ocurrió la pandemia de COVID-19, por lo que dejé de ir, y me di cuenta que siempre debemos disfrutar el hoy al máximo, momentos buenos se pueden acabar en instantes, los amiguitos que hice en la prepa se alejaron y ya no he tenido comunicación con ellos, y realmente fueron grandes personas en esta etapa. A pesar de esto, tuve muy en cuenta la parte de disfrutar el día, porque realmente lo hice.

Al término del año, me dio una parálisis facial, el primer mes me reusltó duro ya que no había avance con todo lo que ya me habían recetado, estaba hastiada de tanto medicamento y de tanta inyección, terminé el tratamiento y no hubo mejora. Seguí con la parálisis pero con un sentimiento de tristeza, pues para no tener molestias debía cubrir todo mi rostro. Usaba lentes obscuros para que no me entraran cosas en el ojo, ya que por la misma situación mi ojo no cerraba del todo y si salía al aire libre tenía muchas molestias. Usaba gorros, gorras, o sombreros para evitar cambios de temperatura bruscos, y también utilizaba el cubrebocas por el protocolo de sanidad. Para reír debía tomar mi rostro de la parte paralizada para que no me doliera, debía hablar más lento al hablar para que fuese entenduble y mi lengua no se revolviera, comía con cuidado para no votar la comida y demás. Me alejé de mis amigos y no salía con frecuencia. Mi trsiteza se debía a que no podía volver a hacer las cosas por naturalidad, no podía reír, ver o centir como lo hacía antes, hasta que llegó el

momento en donde me sentí absurda, pues existen personas que sufren a grados mayores y procuran vivir de una mejor manera y felices, sobretodo. Fue cuando caí en cuenta que mi situación no era nada comparada y que era afortunada de tan solo vivir y estar, justo fue aquí en donde comenzó mi cambio, encontré buenos terapeutas que en poco me recuperé. Agradezco de cualquier forma el que haya sucedido esto, me dejó una gran enseñanza sobre esta realidad llamada vida, los momentos los vivimos y sentimos sin hacer que nuestra vista se extienda para tener un paisaje mejor de las cosas, porque es así, si solo vemos un punto vamos a girar entorno a él sin llegar a una solución, pero si nos separamos un poco vemos que hay más posibilidades y resoluciones a lo que podríamos denominar como un problema. Aprendí de igual forma que tal vez la parálisis detonó de tanto estrés, desde este punto llegué a la frotuna de dominar o controlar mis emociones, comprendí que es inútil preocuparse, insisto en que todo sucede en el momento correcto, y que el tiempo hace que hayemos la salida a la luz; pasando esta situación dejé de preocuparme, que el estrés no es más que un maltrato interno, de hacer que nos sintamos presionados o angustiados por algo que no logramos resolver y esto al final de todo queda en un bloqueo, entonces, decidí que al enfrentarme a situaciones así opto por tranquilizarme y dejar que fluya, una respuesta llegará más tarde o la encontraré en el momento que se deba encontrar, pero elijo no someterme a esta sensación que no aporta o ayuda al proceso.

Gracias a esto, mi paz se elevó bastante, la vida es tan bella como para desperdiciarla en situaciones que solo nos hacen malos ratos, es preferible afrontarlas pero con la consciencia de hacerlo de la forma correcta, sin permitir que nada ni nadie nos dañe, pasando ese lado y salir tranquilos de ello.

Después de haberme recuperado del todo, fue como un impulso a mi vida, pues como lo comenté me dejó muchísimo por aprender y por hacer, las cosas se volvieron a acomodar en su lugar y como se debía, me siento plena y feliz hasta el día de hoy, considero que fue un gran momento en mi vida para dejarme en claro lo que está aquí. Nuestro cuerpo puede sufrir cambios que no nos parezcan favorables, pero los cambios y transformaciones nunca serán malas, después de

todo quien siente y recibe es el alma así como también nuestro ser interno, el cuerpo físico es material, y como todo, se deteriora y tiene afectaciones, pero tal vez sería muy diferente si decidimos estar tranquilos y confiar en nuestro ser divino quien será el impulso para nuestra recuperación, somos el todo, y si lo somos ¿Por qué no tener fe en algo tan grandioso como lo es nuestro ser? la solución siempre está ahí, hay que proyectarlo desde el corazón para hacer que algo cambie como lo requerimos y así será.

Y esto era antes de Reiki, ya llevaba un camino de luz recorrido del cuál aprendí muchísimo y me permitió observar más allá de lo que solo se postra frente a nosotros, por lo mismo tomé de lo peor lo mejor para atraerlo al hoy y recibir esos grandes aprendizajes.

Antes de iniciar este camino de Reiki con el gran maestro Fernando Kumara, había estudiado en otro lugar Reiki, lamentablemente lo dejé porque la escuela se cambió y no pude seguir, quedé a mitad el aprendizaje, yo tenía muchas ganas de aprenderlo, me llamó mucho la atención desde que escuché sobre lo que era y conllevaba. En cuanto mi mamá me platicó en que habría posibilidad de tomar un curso de Reiki no dudé en decirle que sí, desde la primer clase me causó mucha emoción poder estar estudiando lo que en algún momento quedó suspendido y que fuera trasmitido con amor, cada sesión era muy provechosa que me dejó mucho por mejorar en mi vida. Cosas que sabía me quedaron muy claras por la forma distinta de explicarlo pero con la misma idea, fue un recorrido grato el estar compartiedno estos bellos conocimientos con grandes hermanos.

Esta nueva etapa en donde inicié este gran andar, que para mí es hacer consciente nuestra energía y de las maravillas que puede llegar a hacer, como lo es la sanación, que a través de la conexión con el gran espíritu se logra una vibración enorme capaz de acomodar y restaurar el sistema de quien solicita sanación. Al ser un canal de energía es fantástico el poder servir a alguien más y que con lo que tenemos podamos hacer buen uso de ello, como lo es nuestro ser.

Al estar cursando este curso, tuve muchos cambios en mi vida, se comenzaron a mover cosas de las cuales ya era momento de activar, sueños que he tenido desde hace años se han cumplido la mayoría en

este año y en este andar, he logrado vencer miedos que de alguna forma truncaban mi camino y no dejaban avanzar fluidamente, me queda claro que al hacer esto es como una limpieza al recorrido que se está caminando, además que los miedos son simples bloqueos del ego, considero que esto lo he trabajado muy bien. Me importa mucho lo que soy, he trabajado y actuado en lo que debo, aún falta por mejorar factores, pero todo tiene su espacio y tiempo para realizarlo. Por hoy, amorosamente, me siento plena y llena, porque estoy viva y sana, que a pesar de cosas que pueden surgir siempre hay solución, aún soy muy corta de edad, estoy consciente que se aproximan muchas experiencias, ya sean positivas o todo lo contrario, las recibiré tranquila y con la idea de que así es la voluntad del padre y madre.

Los 5 principios de Reiki los he analizado en algunas de las experiencias que he tenido, venimos a vivir este proceso a modo de aprendizaje y todo es muy bien recibido, pues no hay razón para reprimirse de algo y hacer daño a nosotros mismos, es preferible recibir todo agradecidamente por permitirnos aprender de ese gran momento.

Aplico los principios de Reiki en mi vida así:

- Solo por hoy no te enojes: El enojo perturba en instantes nuestra alma, dejándonos un mal momento en la vida o en el día. Evitar las malas emociones sería lo recomendable, pero si llega el momento de sentir esta emoción hay que tomarla con mucha responsabilidad y no lastimar a alguien más, hay que ser humildes y perdonar.

- Solo por hoy no te preocupes: Nuevamente una mala emoción que nos lleva a la incomodidad o desespero, la preocupación no es más que darle larga a lo que se debe solucionar en el instante, es tiempo perdido preocuparse, es mejor decidir la paz y la calma para buscar con qué hacer mejor la situación que se vive ahora, mejor ocuparse a que pre-ocuparse.

- Solo por hoy se agradecido: La vida nos da muchísimos motivos para serlo, podemos iniciar hacerlo internamente, agradecer por tan solo despertar y vivir una nueva experiencia al día, que nos va a permitir un día más de aprendizaje y de llenarnos de

sabiduría. Expresarlo con los demás también es muy bueno, agradecer con lo que las demás personas hacen por nosotros. Ser agradecido puede ser la clave para iniciar un día excelente y estar dispuestos a recibir muchísimas bendiciones.

- Solo por hoy trabaja duro: Podemos hacer de nuestra vida una estancia asombrosa si vivimos el día lo mejor que podamos, aplicando los 5 principios de reiki, solo por hoy hago de mí una mejor persona, evitando malas emociones y abriéndonos a lo bueno que nos ofrece el universo. Viviendo así el momento, le daremos disciplina a lo que estamos haciendo, procurando hacer las cosas lo mejor que podamos como si fuera solo ese día, pero también disfrutándolo y lo más importante, viviendo, porque es muy distinto vivir a pasar tiempo. El vivir es estar bien, tener bienestar y armonía, haciendo lo que nos gusta sin hacer de nosotros algo negativo, y justamente pasar el tiempo es estar aquí pero sin el bien-estar.

- Solo por hoy se amable: A cada comienzo hay que sonreírle, a un nuevo día, a un nuevo amanecer, a un nuevo momento, a un nuevo renacer. Hay que ser amables iniciando desde el centro para así expandirlo a lo que nos está rodeando.

Este ha sido mi recorrido en Reiki, con bastante aprendizaje, con un gran cambio notorio del cual soy capaz de observar y analizar, que gracias a este nuevo manejo de energía me permitió hacer de ella algo positivo para mí.

Gracias padre, madre, universo, por permitirme recibir esta información de la cual haré uso para servir a quien lo requiera.

Gracias, gracias, gracias.