La educación tradicional parte del supuesto de una desigualdad de inteligencias. Este supuesto afirma que quien enseña es “más inteligente” y por tanto debe explicar para que haya aprendizaje; por su parte, quien es “menos inteligente” necesita de la explicación para aprender.
Pero, si rechazamos este supuesto:
¿Cuáles serían las consecuencias de considerar el aprendizaje en una igualdad de las inteligencias?
¿Cuáles serían los efectos de emanciparnos de la explicación?
En torno a estas interrogantes queremos invitar a las personas interesadas a participar en un círculo de lectura, diálogo y socialización de prácticas educativas emancipatorias. Según el cual, desde un diálogo horizontal, sincero y en igualdad de inteligencias, reflexionaremos la potencia de cómo sería una enseñanza emancipatoria, así como compartiremos nuestras experiencias al ponerla en marcha.
Nos reunimos el cuarto domingo de cada mes.
No es necesaria una inscripción.