¡Reentámate y llucha!
22 de setiembre de 2025
Redautáu por Jorge Díaz López-Sastre
Esti artículu ta redautáu na llingua castellana y de momentu nun ta disponible en llionés
Mucha gente tiene una firme convicción de que realizar el boicot a Israel no va más allá de acudir a un par de concentraciones que se realicen a tres cómodos pasos de su hogar o hablar de Palestina continuadamente. Estas dos acciones, aunque insoslayablemente necesarias en la lucha internacional contra el Estado sionista y fascista de Israel, y más aún en aras de dar una batalla cultural que, en principio, los gobiernos occidentales nos daban por perdida, nada tienen que ver con lo que supone la campaña de Boicot propuesta por BDS (boicot, desinversiones y sanciones).
La campaña propuesta por esta organización lleva la friolera cantidad de 20 años activa y no por casualidad: acciones como las suyas han conseguido un disparo en la deuda israelí de 340 mil millones de dólares en la segunda mitad de 2024, un 90% de caída en las inversiones iniciales de startups israelíes para el primer trimestre de 2023 (en comparación con el mismo período de 2022) y alrededor de 46.000 negocios israelíes cerrados.
Pero y entonces, ¿cómo se realiza esta campaña de boicot? Pues es muy simple y depende íntegramente del compromiso de la ciudadanía: no comprar productos que apoyen de ninguna forma el apartheid israelí. Un movimiento de boicot muy parecido dejó claro en Sudáfrica que la realización del mismo es altamente eficiente. Pero como acabamos de decir, el boicot a Israel requiere un compromiso intrínseco de cualquier persona: esquivar la compra de cualquier bien o servicio que apoye directa o indirectamente al gobierno de Israel, esto yendo desde no pisar un McDonald's hasta evitar el alquiler de pisos turísticos en Airbnb, entre muchas más acciones las cuales, en su práctica totalidad, podréis encontrar con un simple click en la aplicación gratuita para dispositivos móviles No Thanks!
Algunos podrían decir que “prefiero comer una hamburguesa en el McDonald’s a cambiar toda mi vida para que eso no sirva de nada” o montones de frases similares. Pero la realidad no es sólo que este boicot no tiene casi ninguna complicación, al poder sustituir casi todos los productos por otros muy parecidos, sino que además tiene grandes efectos: además de los ya nombrados con anterioridad, tampoco se puede pasar por alto hechos como las pérdidas multimillonarias de McDonald's, Starbucks y Puma entre muchos otros.
Así que ya sabes: este viernes, en vez de comprar tu caja de Coca-cola en oferta, compra Gaza cola o instálate No Thanks! en tu teléfono para escanear el código de barras de cualquier producto y evitar aquellos que estén dentro de la lista de boicot.
¡No financies un genocidio con tu bolsillo!
¡Hacer el boicot es posible estés donde estés!
Organízate. Lucha... ¡porque mañana podrías ser tú!