El acoso constituye cualquier forma de comportamiento agresivo y no deseado que tiende a repetirse en el tiempo. Resulta primordial detectar y denunciar por acoso o ciberacoso lo antes posible. El acoso genera una sensación de inferioridad, miedo, pánico, desprecio o desánimo en la persona que lo padece. Estas situaciones se producen en entornos educativos (acoso escolar o bullying) y laborales (acoso laboral o mobbing). En este tipo de situaciones la persona acosadora utiliza su poder (físico, psicológico, social, etc.) para ejercer un control o perpetrar una serie de conductas perjudiciales a la persona acosada.