A los 17 años me anoté en la universidad sin tener claridad de qué quería estudiar. Siempre me gustaron los números y, a pesar de que tuvimos una relación con muchos desencuentros por bastante tiempo, sabía que venía por ahí el asunto.
En el 2000 empecé la Licenciatura en comercialización en la UADE. A finales de ese año, luego de haber tenido mi primera materia de introducción a la economía, algo iba apareciendo. De todos modos, no fue fácil hacer el pase. En ese entonces, economía era una carrera bastante menos popular que ahora y estaba claramente dominada por varones. Aún así, en el 2002 pedí las equivalencias y me pasé a la Licenciatura en economía. Viví ese pase como la primera gran decisión de mi vida. Seguí mi intuición y me decidí a probar lo que a mí me gustaba, un poco en contra de las recomendaciones que recibía en ese momento. Es cierto, no tenía ni idea de qué trabajaba un economista (aún hoy me cuesta definirlo).
En 2005 ya recibida comencé a cursar la Maestría en economía en la Universidad de San Andrés, mientras continuaba trabajando en el departamento de economía de la UADE, e iniciaba mi carrera docente en la FCE-UBA. Ese año fue un año de mucho movimiento, salía de mi zona de confort, conocía un mundo nuevo. En simultáneo me encontraba con un universo de licenciadxs en economía que sabían muy bien lo que querían (yo sentía que tenía que seguir descubriendo para donde iba), y me encontraba por primera vez en un aula sola frente a un alumnado de una universidad que no conocía. Vivía en Ciudad Madero, estudiaba en Victoria, trabajaba en Montserrat, y enseñaba en Balvanera. Como mi vida diaria, mi cabeza estaba aún muy dispersa, pero ya empezaba a entender mejor las cosas que me gustaban y lo que quería ser y hacer.
En 2010, luego de un largo proceso de preparación y admisiones, aterricé por primera vez en Europa, más precisamente en Toulouse, para comenzar el doctorado en la TSE (aunque aún no lo sabía). Tuve la fortuna de viajar con mi pareja, quien es mi actual marido y padre de mis hijxs (eso tampoco lo sabía). Recuerdo esa primera noche, 26 de agosto de 2010, con jet lag, mucho calor (c'est la canicule!), con gente alrededor hablando un idioma que no conocía y nunca había estudiado. Fuimos al Capitole, miré el cielo y me dije "ok, esta ciudad te tiene que gustar porque acá vas a estar 9 meses". Esos 9 meses fueron 5 años. Toulouse fue mi hogar, y llevo conmigo su regalo más preciado, mi petit toulousain. Me casé, fui madre por primera vez, terminé dando clases de economía en francés.... Fue un periodo de mucha producción. Claro, además del doctorado! Ese capítulo lo terminé en 2016, ya mudada a Londres, a distancia y bajo la tutela de la escuela de negocios de Imperial College.
En 2017, luego de 7 años, volvimos a Buenos Aires. Retomé la docencia en la FCE-UBA, dicté algunos cursos en la UTDT, y fui Directora de Data Analytics en PYMNTS desde 2019 a 2024.
En este 2025 estoy cumpliendo 20 años en la FCE-UBA, mi alma mater docente. Allí, además, fui investigadora en el IIEP y tuve la oportunidad de ser vicedirectora de la carrera de economía y participar en el cambio del plan de estudios durante 2022-2024.
Actualmente, soy docente de cátedra de la Universidad de San Andrés y, además, tomé el desafío de armar y dirigir una nueva carrera del departamento de economía, la Licenciatura en Economía Empresarial, que se lanza en el 2026.
Finalmente, y por sobre todas las cosas, soy la feliz mamá de Enzo y de Sofía.