COMPETENCIAS:
Específica: Identifica el proceso de socialización para comprender los elementos que conforman la cultura.
Genéricas: Capacidad de abstracción, análisis y síntesis. Capacidad de comunicación oral y escrita. Habilidades para buscar, procesar y analizar información procedente de fuentes diversas. Capacidad de investigación.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
Investigar los conceptos de sociedad, estructura, estratificación y cambio social presentándolos en un mapa conceptual.
Elaborar su autobiografía en la que destaque su ubicación actual dentro de un grupo social y la proyecte a futuro.
Realizar un ejercicio de observación en un organismo social, clasificando roles y estatus.
Presentar sus resultados en un cuadro de doble entrada.
Realizar por equipos una dramatización donde escenifique roles y estatus.
Presentar en un mapa mental los diferentes elementos de la cultura.
La socialización es el proceso mediante el cual los individuos aprenden y adoptan las normas, valores y comportamientos de su sociedad. Este proceso comienza en la infancia y continúa a lo largo de la vida, influyendo en cómo las personas interactúan con su entorno. La socialización se lleva a cabo a través de diversas instituciones, como la familia, la escuela y los grupos de pares, y es fundamental para el desarrollo de la identidad y la integración social.
La estratificación social se refiere a la jerarquía en la distribución de recursos, oportunidades y privilegios en una sociedad. Esta jerarquía puede estar basada en factores como la clase social, la raza, el género y la educación, y tiene un impacto significativo en la vida de los individuos. La estratificación social también puede influir en el acceso a servicios básicos, como la salud y la educación, y en las oportunidades de movilidad social.
La movilidad social es el cambio en la posición social de un individuo o grupo a lo largo del tiempo. Puede ser ascendente o descendente y está influenciada por factores como la educación, el empleo y las oportunidades económicas. La movilidad social es un indicador importante de la equidad en una sociedad y puede reflejar las oportunidades disponibles para diferentes grupos.
El cambio social implica transformaciones en la estructura y funcionamiento de la sociedad. Estos cambios pueden ser el resultado de diversos factores, como avances tecnológicos, movimientos sociales y cambios en las normas culturales. El cambio social puede tener efectos profundos en la vida de las personas y en la forma en que se organizan las comunidades.
La cultura se define como el conjunto de creencias, valores, costumbres y prácticas compartidas por un grupo. Las organizaciones culturales, que pueden incluir instituciones educativas, religiosas y artísticas, desempeñan un papel crucial en la transmisión y preservación de la cultura. Estas organizaciones son responsables de la creación y difusión de productos culturales, así como de la promoción de la identidad cultural.
El ser humano es un ser cultural que se desarrolla en un contexto social. La cultura influye en la forma en que las personas perciben el mundo, se relacionan con los demás y construyen su identidad. A través de la cultura, los individuos aprenden a interpretar su entorno y a interactuar con otros, lo que es fundamental para su desarrollo personal y social.
Los grupos sociales son portadores de cultura y desempeñan un papel crucial en su transmisión. A través de la interacción en grupos, los individuos aprenden y refuerzan las normas y valores culturales. Los grupos también pueden ser agentes de cambio cultural, ya que pueden desafiar y transformar las normas existentes.
La cultura puede clasificarse en diferentes niveles, como la cultura material, que incluye objetos y tecnología, y la cultura no material, que abarca creencias, valores y normas. Estos niveles de cultura interactúan entre sí y pueden influir en la forma en que las personas viven y se relacionan en la sociedad.
Estos elementos son fundamentales para la cohesión y funcionamiento de la sociedad. Las normas regulan el comportamiento, los símbolos representan significados compartidos, y los valores guían las decisiones y acciones de los individuos. La comprensión de estos elementos es esencial para analizar cómo se construyen y mantienen las relaciones sociales.
La identidad cultural se refiere al sentido de pertenencia a un grupo y su influencia en la vida de los individuos. Esta identidad se forma a través de la interacción social y la experiencia compartida, y puede ser un factor importante en la cohesión social. La identidad cultural también puede ser un recurso para la resistencia y la lucha por los derechos en contextos de desigualdad.