COMPETENCIAS:
Específica: Hace uso de los procesos de generación y distribución de la riqueza, así como de los factores y sistemas de producción, la esquematización de costos y la obsolescencia de productos para mejora de la calidad de vida y del ambiente.
Genéricas: Capacidad de liderazgo, Habilidad en el uso de Tecnologías de la información y de la comunicación. Capacidad para identificar, plantear y resolver problemas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
4.1 Utilizando diferentes medios didácticos comprender, qué es la economía, las actividades económicas de México, en la región y el estado. Presentar las cadenas productivas del estado.
4.2 Conocer los distintos sistemas de producción y los factores de producción, de su localidad a través de visitas.
4.3 Investigar y comparar entre equipos y en forma grupal, las características de la globalización y las interrelaciones entre economía global y economía nacional.
Acuerdos, tratados y entidades internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), bolsas de valores, entre otros.
4.4 Investigar que es y cómo se distribuye el producto interno bruto mexicano. Socializar los resultados con el grupo.
4.5 Observar videos con los conceptos de Externalización e internalización de costos. Estudio de casos de deterioro ambiental o social por la Externalización de costos en la producción de bienes y servicios, en los niveles local, regional, nacional y mundial.
4.6 Reafirmar con el video The Story of Stuff (La Historia de las cosas) - (Versión doblada al español del video de Annie Leonard. video.google.es/videoplay?docid=-5645724531418649230 URL consultado en 16/03/2009), los conceptos de obsolescencia percibida y planificada. Discutir en equipos de trabajo, identificando 3 ejemplos de obsolescencia. Reflexión individual y grupal sobre alternativas para modificar las pautasde consumo.
4.7 Hacer una lista de los servicios ambientales en la región, mediante equipos de trabajo; identifica y comprende un servicio ambiental documentado económicamente y intetizarlo a modo de un caso de estudio en un reporte de dos cuartillas. Explicarlo y comentarlo en clase.
Según Giannini R., "la economía es una pequeña parte social del problema de los recursos, pero un problema muy relevante para el enfrentamiento de los desafíos recientes". En la mayor profundización de esta relación, Eisenberg A., Manera A., et al pretender avanzar o retroceder en el proceso de formación y evolución de la Sociedad a partir de los imperativos del método económico aún los economistas que nos ocupamos de ellos desearíamos tal poder. La Sociedad humana es mucho más compleja, nuestra ciencia mucho más restringida temáticamente que la Sociología y etapa histórica. La propiedad de determinado bien suscita relaciones económicas, pero no funda ni determina las relaciones ab interitctus que se construyan en su entorno ni la superestructura ideológico-política formas a la larga y en un sentido muy amplio la regulación y la administración del propio proceso económico.
La literatura no tiene un origen claro. El término "Desarrollo Sostenible" aparece en 1987 en el informe "Nuestro Futuro Común", conocido como el informe Brundtland, elaborado por la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo. Posteriormente, la Conferencia de Naciones Unidas para el Medioambiente y el Desarrollo ONU en su informe Agenda 21 define al desarrollo Economía Sostenible (DES) como: aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Ambos informes establecen una relación entre los tres pilares de DES: Económico, social y ambiental, los que operan en un contexto concreto inscripto en la dimensión política y cultural. La dimensión cultural importa el status social que otorga un determinado tipo de conducta. Por lo tanto, esto seguramente determinará el ser propenso al ambiente.
La dinámica de los sistemas de producción y su costo asociado tiene doble impacto. Al ser requeridos en un primer caso junto a talentos en demanda, evitará una mayor competencia por la fuerza laboral, logrando impactar favorablemente en los niveles salariales, permitiendo el mayor acceso de la población a la oferta de bienes y servicios a valores justos y razonables. Pero lo más importante, si es canalizado hacia la tecnología y la innovación de procesos de producción, elevando los niveles de costos asociados a la P.E., en forma consistente con los niveles de inversión del proceso. La economía es un sistema formal por excelencia. Dos corrientes teóricas que sustentan el pensamiento económico actual son la teoría del equilibrio con oferta de pleno empleo y el monetarismo, que está basado en la influencia de las variables nominativas y el equilibrio es determinado pero inseguro. En ese marco conceptual, el precio es entendido como variable ajustable al desequilibrio existente entre los mercados de oferta y demanda en general y fundamentalmente por la fuerza laboral.
De manera general, para un sistema complejo se puede establecer que tanto la oferta como la demanda son quienes van controlando el movimiento y la dinámica del sistema. Si aplicamos esto a una economía, entonces tenemos que, para hablar de un determinado desempeño de crecimiento para una sociedad y sin importar su tamaño, necesitamos de las naciones, es decir, de quienes forman parte del sistema, tanto en oferta como en demanda, pero en una cantidad tal que lo hagan funcionar. Claramente, esto está articulado a los procesos de producción, que son los que generarán ingresos mediante una demanda activa.
Un signo evidente del impacto global de una industria, de sus decisiones, se encuentra, por ejemplo, en el mercado del petróleo. La sobreproducción y el exceso de capacidad instalada tienen una incidencia económica y social brutal; miles de empresas pequeñas y medianas de Europa, miles de mineros de carbón británicos, un millón y medio de obreros de la industria automovilística soviética, se convierten en un secundario colateral de colisión. Más sorprendente todavía fue la decisión de Cartel de expulsar varios competidores en el mercado español. En un país cuya economía era entonces deficitaria, resultaba incomprensible prohibir la vía de salida que suponía la exportación. Sin embargo, ni la Comisión de la CEE ni nuestro pujante Segundo franquista español previeron el error. Un fabricante austriaco de yogures desechables se retiró de un país que le habría hecho imprescindible si su invento se hubiese llamado yogur desechable, indicando una vez más la vigencia de las relaciones fuera del mercado. En la economía global la "economicidad" se mide utilizando grandes cifras, objetivo central de la ciencia económica política tradicional, y no considerando el resto. Condiciones alerionistas fluyen a través de determinadas variables alerionistas sin que el análisis pueda trascender la apariencia fenoménica del mercado.
La insostenibilidad ambiental en el ámbito global es probablemente el mejor ejemplo del proceso competitivo que caracteriza la economía internacional. La falta de una capacidad efectiva de decisión y control global explica sobradamente el deterioro ambiental. Si nadie dispone de instrumentos para internalizar los costes ambientales no compensados, la cotización de los mismos ha de ser cero. Ejemplos de la insostenibilidad global se encuentran en muchos terrenos pero el más destacado es, sin duda, el de la atmósfera. La capacidad de carga competitiva que caracteriza a la economía internacional no se ha modificado por la globalización de los mercados. Más bien al contrario, en muchos aspectos se ha acentuado.
El punto principal que queremos amarrar con PDB es que, escondidos en el interior del muestrario de países con x PIB, hay individuos inexistentes del Tercer Mundo. El Banco Mundial registra en sus bases de datos el rendimiento del "capital por hora epugnante" por ser prisioneros en ese sistema, pero a la vez estimulante para los que busquen un desarrollo alternativo. Os recomiendo su lectura, pero no a espuertas (parafraseando a mi amigo y querido maestro J.M. Naredo). Algunas lecturas tienen efectos secundarios.
En cambio, dentro de los países con menos desigualdades es más problemático, más teniendo en cuenta las reiteradas protestas de justicia y solidaridad.
El PBI (producto bruto interno) "repartido" anualmente dentro de un país tiene su efecto en el bienestar a través de las oportunidades que tiene la población para acceder a su tamaño. Se reduce la cantidad media de PBI que le corresponde (la teoría económica mainstream es "debilucha", pero aquí no cabe explicar los razonamientos a hora). muestra cómo el crecimiento de las desigualdades de ingreso entre los países conlleva el agravamiento de los problemas.
1) Análisis: se necesita la lógica económica para que transforme las proposiciones en planes de acción.
2) Moraliza: Da a conocer los principios y valores, por ejemplo que el respeto y protección de la vida humana es el bien objetivo por excelencia; o sea, las buenas razones por las cuales se deben perseguir esas finalidades.
3) Contingencia: trata de los problemas persiguiendo las especiales situaciones sociales y necesidades de una sociedad determinada en momento determinado.
El actual rol del mercado y la valoración monetaria de las cosas, sin evidenciar el volumen e importancia del resto de nuestro mundo, han conducido a dominar la concepción y problemática económica. Resulta imperante reflexionar acerca de cómo, disfrazada por la lógica del mercado y acompañada por las evidentes distorsiones, acarrea el actual paradigma de desarrollo y además, discutir acerca de concepciones alternativas. El análisis de la misma, a través de sus tres dimensiones: macro-ambiental, micro-ambiental y humana, imponen a través de su evolución y de sus tácticas aisladas, entregan la imperfecta concepción de desarrollo sustentable: social-humanista y sostenible a través del tiempo.
- Necesidades básicas: Son las que se asocian a la supervivencia de la especie (renta, comida, ropa, vivienda, etc.).
- Necesidades de competencia: Son las que se relacionan con procesos de comparación con los demás (status, poder, prestigio, etc.) y que afectan la autoestima.
- Necesidades de conducta: Son las que hacen referencia a la acción hacia el exterior.
- Necesidades de cambio: Pertenecen a la sociedad y son las que motivan el cambio.
La supervivencia de un sistema económico y una sociedad depende de la satisfacción de un conjunto de "necesidades" que se relacionan con la vida en sociedad, las cuales pueden ser clasificadas en cuatro grandes categorías:
Un simple criterio de optimización dinámica es en este sentido el que sugiere una política que rechace la prórroga de la obsolescencia que ofrezcan las mejoras espurias en un recurso productivo. En el primer caso, algunos hablan de "obsolescencia planificada" y señalan como su máximo ejemplo las computadoras, donde toda la industria está consensuadamente dedicada a desarrollar nuevos modelos virtualmente indiferenciables entre sí, pero que a fuerza de armonizaciones acerca de los "Presidentes" que llegarán al mercado o acerca de las pautas para el recambio del hardware decaen cuando cumplen el ciclo de vida económico, no necesariamente el técnico.
Puede ocurrir que la verdadera obsolescencia de un bien sea postergada por las intervenciones del Estado. Los ejemplos más claros en este sentido suelen ser los bienes capitales producidos por empresas (aviones, trenes, ómnibus) no perecederos, pero a los que las regulaciones o recomendaciones de la autoridad de aplicación exigen un mínimo de mantenimiento, actualización y recambio de alguna parte, para seguir autorizados a operar. En otros casos, no tan extremos, el Estado a través de diversas formas de crédito (subvenciones, plazos prolongados de los descuentos por pronto pago) estimula la demanda de un producto promoviendo una actualización espuria. Así mismo la percepción subjetiva de obsolescencia, por más vagas o arbitrarias que puedan ser sus causas, y por más innecesarias o perjudiciales que sean las consecuencias que genera su satisfacción, representa en la práctica razones suficientes para producir una baja o pérdida del valor de uno o varios bienes.
Dumans (2004) señala que el medio ambiente provee una gran cantidad de bienes y servicios para el cuidado y sustento de la humanidad. Por otro lado, es importante notar que los ecosistemas naturales proveen bienes y servicios fundamentales para el desarrollo humano, cuyo valor económico es poco visible, dado que no tienen precio de mercado y por ello, es interés de la economía ambiental asignarle un valor económico al que se le denomina Valor Económico de los Recursos. Estos valores además de centrarse en el mercado, surgen de procesos y actividades que no son valoradas en este, pero que aportan beneficios a la sociedad como la conservación de la biodiversidad, embellecimiento del paisaje, equilibrio del clima, entre otros. Los servicios ecológicos y ambientales prestados por los recursos naturales no se encuentran disponibles en forma gratuita ni son infinitos, por lo que tienen un valor económico para la sociedad.
La conservación de un ecosistema implica la protección de un conjunto de bienes y servicios que son valorados por la sociedad y es la base para la generación de un conjunto de valores. Cuando se toma en cuenta una perspectiva económica, el valor de un servicio ambiental se refiere al valor económico que representa para la sociedad y es debido a que esa sociedad lo aprecia.
La reunión más importante, que motiva un voto resumido en el ámbito económico, analiza el nuevo desafío global para el siglo XXI: la sostenibilidad. Esto significa que es necesario integrar de manera armoniosa las demandas de los diferentes aspectos del desarrollo sostenible de todos los seres humanos que habitan el planeta en la perspectiva histórica de las generaciones futuras. Estos desafíos responden a urgencias concretas como la pobreza, el insostenible modelo económico-financiero de distribución de ingresos a nivel global, el renacimiento del crecimiento económico y la creación de empleos, el excesivo consumismo, el deterioro del ambiente natural, el cambio climático y la biodiversidad. También se abordan las carencias humanas y el desperdicio de alimentos en discordancias comunes persistentes con el dogma y la praxis del sistema económico actual, promoviendo ideales ético-humanistas incompatibles con la actitud de maximizar absolutamente el lucro. Todo esto con el fin de proponer normas y orientar las líneas de actuación de nuestros intereses y políticas.
La urbanización y la globalización, junto con el aumento de la demanda de bienestar por parte de la población, el crecimiento económico, el desarrollo socioeconómico y el progreso científico-técnico característicos de los sistemas económicos capitalistas desde el comienzo de la Revolución Industrial, están causando la degradación de los ecosistemas, tanto a nivel local como global. Esto significa que hay una presión cada vez mayor y un deterioro en los sistemas ecológicos a nivel mundial. En resumen, los ecosistemas están siendo sobrecargados, ya sea directa o indirectamente por la actividad humana, tanto en espacios locales como globales, a menudo lejos de donde se originan. Los patrones de explotación insostenible se están extendiendo más allá de los ecosistemas directamente afectados y están afectando los acuerdos sociales y económicos a nivel global, lo que plantea un problema complejo y serio que requiere enfoques y soluciones a nivel mundial. Todo esto conlleva costos significativos para los seres humanos y el medio ambiente. Por eso es importante buscar la sostenibilidad económica, que implica tener en cuenta el capital nacional, evitar la deuda injusta y lograr un desarrollo equitativo en todo el territorio.
Los hechos anteriores dicen que los sistemas de control actuales, que se basan en el control económico y financiero, no son suficientes para captar los cambios en el entorno y en las organizaciones que están sucediendo en la actualidad. Estos mismos hechos explican las dificultades que está teniendo el diseño de un sistema de indicadores completo para evaluar la contribución de las organizaciones en su entorno económico. Las presiones generadas por los diferentes grupos interesados (accionistas, partes interesadas, entidades reguladoras, etc.) muestran que el camino a seguir consiste en desarrollar un sistema de control y una evaluación de resultados más exigentes y ambiciosos que los actuales, que apunten hacia la toma de decisiones óptimas en el contexto económico.
En esta tesis se estudian los factores que influyen en la toma de decisiones en las empresas, ya que una vez establecidos, sirven como referencia para crear métodos más eficaces e innovadores para alcanzar esos objetivos. Es importante mencionar que un porcentaje significativo de estos factores no son financieros ni económicos, lo que destaca la importancia creciente de los aspectos no monetarios en las organizaciones y su entorno. Los factores no financieros, que hasta ahora han sido vistos solo como complementos, están ganando cada vez más importancia en la toma de decisiones en las empresas. Las crecientes demandas de sostenibilidad y responsabilidad corporativa requieren nuevos y diferentes modelos de negocio. A su vez, estos requieren diseños organizativos específicos para poder ser implementados y funcionar adecuadamente.
Es un error pensar que la sostenibilidad y la rentabilidad económica son dos conceptos opuestos. La rentabilidad en realidad depende de la sostenibilidad a largo plazo de la empresa, como señala Javier Sánchez García en su enfoque basado en intangibles. La sostenibilidad aporta valor a la sociedad y a las compañías al ayudar a reducir riesgos, diferenciarse de la competencia, cumplir con normativas y requisitos de los clientes, optimizar costos, reducir el consumo de recursos, identificar mercados potenciales y establecer relaciones sólidas con diferentes agentes involucrados en la cadena de valor. El análisis del ciclo de vida es una de las técnicas más utilizadas para evaluar estos aspectos, ya que se centra en recopilar y evaluar los elementos del rendimiento ambiental asociados con un producto o servicio. Los resultados del ciclo de vida deben presentarse de manera jerarquizada basándose en la coherencia, relevancia, precisión científica y consistencia lógica del ciclo. Estos resultados pueden usarse para diferentes fines, como ecoetiquetado o proporcionar información a los consumidores. Para realizar un análisis adecuado, es necesario seguir una serie de etapas: definir los objetivos y el alcance del estudio, evaluar el inventario del ciclo de vida, cuantificar los impactos del ciclo de vida en cada categoría de evaluación y finalmente interpretar los resultados del análisis de impacto destacando similitudes y diferencias con otros tipos de estudios.
El ACV es una de las herramientas más difundidas como metodología de estudio del ciclo de vida ambiental y resulta de suma importancia para su aplicación el análisis de sensibilidad que se realiza para ayudar a evaluar la sensibilidad del resultado del ACV ante diferentes escenarios y datos hipotéticos o no ciertos. Estas etapas son comunes a todos los tipos de ACV y sus conclusiones asistirán al proceso de toma de decisiones. El análisis del ciclo de vida se puede aplicar a productos y procesos obtenidos a partir de distintas materias primas y energéticos, incluyendo materiales y energía renovables, tanto como no renovables, a los distintos pasos que conforman la cadena de obtención del producto final. Este proceso de obtención de los datos, evaluación y toma de decisiones se detalla en la siguiente figura acompañado de un flujo grama para una mejor comprensión.
La ISO (International Organization for Standardization) define el ACV como una técnica para evaluar los aspectos ambientales asociados a un producto mediante la compilación y análisis de la entrada y salida de material y energía, así como el impacto ambiental potencial. El ACV incluye las siguientes etapas fundamentales: definición de objetivo y alcance del estudio para fijar los límites funcionales, recolección de datos (inventario) en los que se incluyen los flujos de materias, energéticos y residuos, así como las emisiones a la atmósfera, agua o suelo y la energía consumida en todo el proceso, evaluación que compara los resultados obtenidos en el inventario con los factores de impacto con los que se obtienen las distintas categorías de impactos que se relacionan con cada flujo, por último, la interpretación que valora todos los datos obtenidos en los pasos anteriores.
Otra manera de llevar a cabo un ciclo de vida es a través del método de input-output. Este método se basa en el análisis de las relaciones entre los sectores productivos de un territorio, utilizando una matriz de coeficientes técnicos. Es el método más comúnmente utilizado debido a su facilidad de desarrollo, bajos costos, independencia del uso de recursos y la utilización de sistemas de información económica. Sin embargo, no es recomendable para estudios de impacto ambiental ni para la cuantificación de los ecoeficientes. Se recomienda, en cambio, para la cuantificación de costos globales y la parte punitiva de los impuestos a la contaminación, en procesos locales o territoriales y para productos intermedios relacionados con una cadena productiva. A partir de los metadatos de este método, es posible implementar la evaluación del bienestar del sistema (EBS). No se pueden utilizar los datos para un trabajo completo, pero es aplicable para el inventario final y las compensaciones de impactos puntuales. Es adecuado para el inventariado a nivel de tabulación de impactos genéricos en medios naturales relevantes y para la elección del ámbito de modelación.
Una de las maneras de hacer un ciclo de vida es el método sintético. Consiste en organizar, clasificar y evaluar todas las entradas y salidas de un sistema de manera completa y cuantitativa. En lugar de analizar el sistema en su totalidad, se examina a partir de los elementos individuales. Se usa para identificar y evaluar diferentes opciones en un diseño. Por lo general, se aplica a un proceso de producción, donde el cálculo sintético de los costos de producción es el primer paso en una cadena de producción y sus resultados dependerán de otros factores.
Es importante no perder de vista el problema central, que se basa en la interdependencia entre las necesidades económicas de energía y el uso final tanto de los recursos materiales como la generación de residuos, evitando daños locales o lejanos en el comercio internacional. Una de las grandes dificultades de este enfoque es la gestión de grandes cantidades de datos necesarios para evaluar la eficiencia de una red de producción, algo que podría ser facilitado en gran medida por el ACV. Es necesario colaborar con colegas que entiendan la técnica del ciclo de vida y aporten ideas adecuadas para la creación de estas zonas, y que a su vez requieran este tipo de insumo. Con un enfoque respaldado en estas herramientas, el país lideraría el desarrollo internacional en energías renovables, generando tecnologías innovadoras e instalaciones solares de alta eficiencia y bajo costo, lo que implicaría una gran reorganización productiva y la reducción lógica del desperdicio de recursos con menos impacto, logrando un considerable ahorro de energía y generando beneficios públicos, contribuyendo a un sistema sostenible, descentralizado y eficiente.
En primer lugar, es crucial realizar una evaluación completa de las inversiones requeridas en proyectos que buscan crear modelos sostenibles para un determinado grupo económico. Esto se debe hacer para analizar las posibles desigualdades en relación con el medio ambiente que puedan surgir. A pesar de esto, parece que si se toman medidas eficaces y regulaciones estrictas, se podrían lograr cambios en el medio ambiente sin sufrir grandes daños económicos.
La huella ecológica es una forma de medir cuántos recursos usamos en comparación con los que la Tierra puede proporcionar. Actualmente, la población mundial estaría usando 1,3 veces más recursos de los que la Tierra puede generar. Si todos viviéramos como los pirimiris, necesitaríamos casi un planeta entero. Y si viviéramos como en Ecuador, estaríamos consumiendo un 44% más de lo que la Tierra puede ofrecer.
En Senda Nativa nos encargamos de calcular la huella ecológica anual para todas las personas que quieren ser parte del cambio positivo que todos deseamos. Como expertos en el área, creemos que la educación es la clave principal que conduce al cambio. Por eso, se les entrega un informe de la huella ecológica para que llegue al corazón de cada cliente, y así tomar conciencia de su calidad de vida, de sus ritmos y diferencias, desde un encuentro de amigos hasta compras en una gran tienda, diferencias en la calidad de un vino o de un día de actividades.
En lo que respecta a la creación de una metodología y la recolección de datos para evaluar las acciones humanas en el medio ambiente, tenemos dos grandes áreas de interacción. Primero, nos interesa estudiar el impacto ecológico del consumo humano, y segundo, la respuesta del ecosistema a estas acciones. Es importante determinar los límites de los ecosistemas que incluiremos en nuestro análisis, así como el alcance de nuestro estudio. Luego, evaluamos si las actividades humanas nos permiten discernir claramente el impacto de la variabilidad natural. Es crucial poder identificar esta influencia para establecer los niveles de perturbación a partir de los cuales consideramos que la respuesta natural ya no es válida. En resumen, las clasificaciones ecológicas abarcan los aspectos biológicos necesarios, pero los métodos de medición actuales no permiten evaluar todas las características morfológicas y parámetros biológicos al mismo tiempo.
Una herramienta fácil y útil para medir el impacto que tenemos en el planeta. La huella ecológica evalúa cómo nuestras actividades afectan al entorno natural, para ver cuántos recursos necesitamos de los ecosistemas. En resumen, la huella ecológica nos dice cuánta presión ejercemos en la Tierra. Esto refleja el impacto que tenemos en los ecosistemas y en los sistemas biológicos a largo plazo, lo que se conoce como capacidad de carga; si superamos la biocapacidad, entramos en sobregiro. Esto significa que estamos consumiendo más de lo que el planeta puede proveer, algo que sucede con demasiada frecuencia en casi todos los sistemas ecológicos.
Según Morellón De Lafuente (2012), la forma de calcular el impacto ambiental de un bien o servicio es sumando la huella ecológica de una sociedad nacional y restando la huella de los productos y servicios importados. Este enfoque busca cuantificar el impacto en el ecosistema de un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida. A diferencia de otros métodos, esta estrategia considera la suma de los bienes y servicios nacionales y resta los bienes importados, proporcionando así un impacto global que una persona o grupo históricamente agrupado causa al utilizar un producto o servicio de referencia.
De acuerdo con Morellón De Lafuente (2012), el cálculo a nivel nacional toma en cuenta todos los productos y servicios que agotan los recursos, y el volumen necesario para absorber sus desechos. Se pretende cuantificar la apropiación del territorio, en términos de energía secundaria y bienes. Este método fue creado por Mathis Wackernagel en 1993. El método considera los procesos productivos desarrollados en el territorio de estudio, ya sea para el consumo doméstico final de bienes y servicios (bienes de la economía) o procesos productivos que se venden a otros países (servicios o bienes del resto del mundo).
El cálculo del EF se puede realizar a diferentes niveles, dependiendo de la cantidad y calidad de la información necesaria para realizar el análisis. Los principales métodos incluyen el cálculo a nivel nacional, a nivel regional, a nivel de productos o servicios. Estos métodos consideran los procesos productivos que tuvieron lugar y tienen en cuenta aspectos de todo el proceso de producción porque se trata de conocer el impacto que la actividad dada quiere reemplazar causa en la actividad productiva o actividades que deben ser abandonadas.
En los últimos cincuenta años, la gente ha logrado aprovechar más de un tercio de la capacidad de producción del planeta. Países con mucha gente pero poco impacto en el medio ambiente han logrado una larga vida para su gente. A pesar de esto, vemos que un gran número de habitantes en Egipto, Pakistán, India, Indonesia y Filipinas siguen viviendo sin servicios básicos como comida, agua potable, saneamiento y electricidad.
La huella ecológica nos muestra qué tan malo estamos jodiendo a la naturaleza y nos da una idea de lo que estamos gastando en recursos naturales. Por ejemplo, en 2005 el consumo europeo y norteamericano de recursos renovables y la emisión de CO2 era tan alta que necesitaríamos 1,2 planetas Tierra para mantenernos.
Además del análisis de la huella ecológica, la empresa debe actuar coercitivamente demandando un cambio a los stakeholders involucrados y trabajando colaborativamente tanto con ellos como con fuentes de influencia de otros stakeholders ajenos para promover un efecto positivo en la huella ecológica.
A pesar de que la huella ecológica es un concepto relativamente nuevo, es con frecuencia subestimado o pasado por alto. Ésta es una herramienta útil y merece consideración a la hora de tomar decisiones, tales como determinar los cambios estratégicos a realizar, la inversión en capital real, los tipos de tecnología, la dirección que debe tomar la cadena de suministros, la selección de proveedores/materiales y el mejor lugar para el establecimiento de una fábrica o de una instalación logística.
La preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad ha causado una respuesta en las organizaciones ante la presión social y legal, así como oportunidades para desarrollar lo que se conoce como "negocios verdes". También se ha incrementado el interés en la responsabilidad medioambiental y en acciones para la sostenibilidad del medio ambiente. El marco en el que se lleva a cabo la gestión empresarial, el nuevo contexto económico y las tendencias en gestión empresarial son de suma importancia en la creación de un modelo de comportamiento empresarial. La innovación es una de las principales formas de ventaja sostenible y las variables mencionadas son clave para lograr esa ventaja competitiva.
Los estudios teóricos dicen que las empresas que son responsables han demostrado en investigaciones anteriores que al proporcionar más información a la sociedad sobre sus actividades a través de la información financiera, dan a los accionistas una mejor idea de sus prácticas y políticas internas. En base a estos resultados, los accionistas evaluarán el nivel de confianza y riesgo asociado a la empresa. Se ha comprobado y discutido recientemente en un meta-análisis que la responsabilidad social puede crear valor financiero. Sin embargo, no todas las acciones sostenibles tienen un impacto positivo en la creación de valor en el mercado financiero.
Las empresas que son socialmente responsables obtienen más apoyo de los clientes. También se han relacionado con un mejor rendimiento del mercado financiero y con una imagen más positiva para los prestamistas y los inversores. El compromiso de una empresa con la sostenibilidad puede generar un círculo virtuoso de confianza entre las partes interesadas y la empresa, como lo han demostrado varios estudios teóricos y empíricos sobre el tema.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) consiste en llevar a cabo acciones que aporten beneficios tanto directos como indirectos, tanto en el aspecto ambiental como en el social, siendo la propia empresa la que sufrague los costes. No obstante, al enfocarnos en el análisis del capital social, se estudiarán principalmente los posibles beneficios que surgen de la implicación de los distintos grupos de interés y su impacto en la competitividad empresarial. De igual manera, la RSE permitirá que estos grupos conozcan el verdadero valor de la empresa, gestionen relaciones a largo plazo y encuentren nuevas oportunidades. A lo largo de este trabajo, se verá que la sostenibilidad futura de las empresas estará estrechamente relacionada con el grado de satisfacción de los diferentes grupos de interés con la gestión de la empresa. La empresa necesita tanto al accionista, proveedor, empleados, administración pública y capital humano para asegurar que su oferta no solo sea sostenible, sino que también genere la capacidad de adaptarse y crecer a través de la competencia.
Debido al panorama económico, social y ambiental de las últimas décadas, la responsabilidad social empresarial (RSE) ha adquirido una importancia crucial y cada vez cobra más relevancia. Muchos autores la consideran fundamental para definir el papel de la empresa en relación con sus grupos de interés (stakeholders), ya que el mercado no puede asegurar por sí solo el bienestar necesario para satisfacer las demandas de la sociedad y establecer niveles estables de capital y empleo. Al contribuir a la RSE, la empresa se beneficiará del llamado beneficio social solidario, buscando una satisfacción más amplia de intereses y bienestar, involucrando a la sociedad en la asociación con la empresa y fortaleciendo tanto el clima interno como la confianza externa.
Según Pasarizado, Reales y Baños, la gestión de la sostenibilidad le da a la empresa la oportunidad de ser más creativa, innovadora y adaptable, lo que puede hacerla más competitiva. Al introducir productos y procesos con menor impacto ambiental, la empresa puede acceder a mercados internacionales, ganar reconocimiento institucional y mejorar su imagen pública.
Los proyectos verdes de las empresas pueden ayudar a mejorar cómo son percibidas por su público. Al hacer actividades de responsabilidad social, las empresas ganan reconocimiento y mejoran su imagen, generando confianza y reputación en sus grupos de interés.
Los programas para cuidar el medio ambiente ayudan a que los empleados sean más productivos porque crean condiciones que los hacen sentir más activos. Sentirse a gusto en un entorno saludable tiene un impacto positivo en cómo se comportan, en su estado de ánimo y en sus relaciones con los demás.
Esto significa que las empresas ahorran dinero al reducir los costos de energía, deshacerse de los desechos sólidos y comprar materiales renovables en su proceso de producción. Principalmente.
En lo que se refiere a la orientación ecológica, el cuadro propuesto considera que es muy difícil sobrevivir en cualquier mercado si no se implementan prácticas de "RSE ambiental". El medio ambiente y la responsabilidad social se unen para la empresa de la misma manera en que todas las estrategias anteriores parecen demasiado estáticas. Por ello, es un poco ridículo decir que una empresa solo se preocupa por el medio ambiente, sin atender los problemas sociales o agotando sus recursos humanos a un ritmo que impedirá a las próximas generaciones gestionar de manera eficiente. La cuestión es que las empresas que solo adopten prácticas responsables relacionadas con la contaminación y la agotamiento de recursos, eventualmente morirán de hambre financiera. Para sobrevivir, adquirió dos características probadas de las empresas más exitosas: la antigüedad y la diversificación. Ninguna es imposible de lograr y, de todas formas, es necesario reinventar periódicamente el negocio; nuevamente, habrá que dejar de temer y tomar riesgos, adoptar nuevas visiones empresariales e, incluso, naturales.
A partir de las charlas que tuvimos, se puede notar que la responsabilidad social empresarial está muy relacionada con la responsabilidad social individual. Esto hace que las empresas se diferencien entre sí y que las empresas clásicas tengan que cambiar sus estrategias si quieren tener éxito. ¿Se puede pensar en una forma diferente de concebir la responsabilidad social en las empresas, que sea distinta a la individual? ¿Cómo se pueden incluir estas diferencias en la planificación estratégica de las empresas? Creemos que reconocer estas diferencias de forma sistemática ayudará a que se adopten prácticas empresariales más socialmente responsables.
La plena expansión e inversión continua en la generación de valor agregado de los recursos ha abierto la posibilidad de realizar grandes inversiones en el desarrollo de la manufactura, los servicios y la innovación, fuera del modelo agro-minero con poco desarrollo regional. Las oportunidades para las regiones y provincias se centran en apostar fuertemente por la producción de alimentos y bienes para la exportación que estén cargados de innovación. Además, el nivel de vida se encuentra subestimado en relación a estos criterios, lo que ha generado inversiones en ubicaciones que no necesariamente cuentan con buenos recursos naturales o facilidades para la producción, permitiendo valiosas inversiones en diferentes regiones que, de otra manera, estarían concentradas. Un posible modelo industrial japonés y una cultura laboral con baja migración, enfocándose en productos distintivos desde su origen y enviando señales claras a la población extranjera, podrían posicionarse de manera que la inmigración sea un recurso o un campo de oportunidades y no necesariamente un punto conflictivo de urgencia.
En la primera situación, los precios más altos de productos básicos están impulsando el desarrollo de estrategias en diferentes áreas. La cría de ganado vuelve a ser una escala viable con expectativas de alta productividad y un aumento en la superficie utilizable. También está creciendo la agricultura a gran escala y, por último, la industria está experimentando un desarrollo económico sostenido gracias a la energía limpia y eficiente, con un mercado interno fuerte en ambos casos. A nivel regional, diferentes sectores están viendo oportunidades relacionadas con el desempeño y la (re)localización de sus industrias y con la dinámica de recursos naturales y población en cada caso. Además, la explotación de servicios ambientales vinculados a los recursos naturales asociados a diferentes sectores está ofreciendo oportunidades de desarrollo que han cobrado relevancia en tiempos recientes.
La economía forestal y ambiental se caracteriza por desarrollar una forma de medir, valorar y liquidar los servicios que ofrecen. Estos servicios ambientales tienen un gran valor económico, ya que ayudan a reducir costos y aumentar la productividad en actividades que los requieren. En un entorno donde hay competencia por el uso del suelo o el agua, se asignan recursos de forma desactualizada si sólo se tiene en cuenta el aspecto productivo de los recursos naturales desde un punto de vista parcial. Los servicios ambientales son importantes para mejorar o mantener la calidad, cantidad y regularidad del agua, los recursos biológicos, la fertilidad del suelo y la estabilidad del clima en un ecosistema determinado. Sin embargo, la pérdida gradual de estos servicios debido a un mal uso del capital natural conlleva un costo creciente para mantener o conservar los beneficios finales.
En pocas palabras, los servicios ambientales incluyen varios cosas que nos dan los ecosistemas y que usamos de alguna manera para beneficiarnos.
En pocas palabras, los servicios que nos brinda la naturaleza se llaman servicios ecosistémicos o ambientales. Antes eran gratis y nadie les daba importancia, pero ahora su pérdida afecta nuestra calidad de vida y economía.
Esta situación de competencia se ve claramente reflejada en la economía regional, donde las estrategias de desarrollo están fuertemente condicionadas por la presencia en el territorio de grandes proyectos de importancia nacional o internacional, como la minería del cobre en la Segunda Región, el desarrollo turístico en la cuarta, quinta y sexta regiones o la proximidad al Gran Santiago, lo que permite a regiones como Valparaíso y O'Higgins tener un atractivo mercado cautivo en consumo y servicios públicos sofisticados.
La situación económica mundial en la actualidad tiene tres tendencias principales. Por un lado, hay un fuerte impulso hacia la globalización de la economía, donde las estrategias de desarrollo y las acciones de política de los países están influenciadas por las grandes empresas globales que operan en sus territorios. Por otro lado, los países compiten intensamente entre sí para atraer inversiones y ganar control de los mercados, como lo menciona Ricardo Lagos Espinoza.
Las regiones chilenas evidencian tremendas diferencias en cuanto a valorización y ocupación de suelo, concentrándose el desarrollo en algunas pocas, generalmente localizadas cercanas a la costa o en torno del eje cordillerano central. Considerando que dicho desarrollo ha respondido generalmente a la explotación de los recursos naturales existentes, es importante analizar las tendencias evolutivas de tales recursos en el país y en las diferentes regiones, proponiéndose en esta sección una alternativa valórica y un plan de acción que facilite la implementación.
Varios países en crecimiento buscan, en el marco de criterios de sostenibilidad, satisfacer -tanto por decisión propia como por demanda de los consumidores- diversas solicitudes sociales sobre sus servicios ambientales (SA). Estas directrices, válidas aún hasta finales de 2012, están dirigidas a los organismos nacionales involucrados en los aspectos internos de los proyectos de MDL y en la implementación, ejecución y financiamiento de los mismos. El objetivo del mercado de emisiones de la Unión Europea es convertir la reducción de emisiones de esta empresa en un producto (Unidad de Derecho de Emisiones UDE) que se ponga en circulación, vendiendo o comprando los derechos así generados. Los sectores de la UE operan un sistema de bonos de emisión, basado en una distribución de los derechos de emisión entre las instalaciones industriales y las empresas de energía, siendo el Protocolo de Kioto el primer acuerdo legalmente vinculante en establecer metas legalmente impuestas a los países en desarrollo.
En los últimos años, durante las crisis económicas, los gobiernos y las organizaciones han tratado de impulsar el empleo y el desarrollo económico promoviendo los servicios ambientales y los recursos naturales. La Comisión Europea aprobó las "Directrices sobre servicios en el mercado lineal de carbono" con el fin de fomentar el comercio de bonos de carbono y derechos de emisión entre países desarrollados. Cuatro mercados principales ofrecen compensación económica por la protección y el uso sostenible de los servicios ambientales: el mercado del carbono, el del agua, el de la biodiversidad; y el de conservación y reforestación relevantes a mercados nacionales.