Guía de Práctica Clínica (GPC) adoptada: A continuación, se presenta la GPC “EULAR recommendations for the management of Sjögren’s syndrome with topical and systemic therapies”. que obtuvo el mejor puntaje con respecto a calidad y rigor metodológico y además dio respuesta al alcance definido, por lo cual fue adoptada para el tema de “síndrome de Sjögren”. Recomendaciones traducidas al español:
1.Los pacientes con SjS deben ser tratados en centros especializados o en estrecha colaboración con ellos siguiendo un enfoque multidisciplinario.
2.El primer abordaje terapéutico para la sequedad debe ser el alivio sintomático mediante terapias tópicas.
3.Se pueden considerar terapias sistémicas para el tratamiento de enfermedades sistémicas activas.
4.Se recomienda una evaluación inicial de la función de las glándulas salivales antes de iniciar el tratamiento para la sequedad bucal (5D)
5.La primera aproximación terapéutica preferida para la sequedad bucal según la función de las glándulas salivales puede ser: (1a/1b B)
-Estimulación no farmacológica para disfunción leve;
-Estimulación farmacológica* para disfunción moderada;
-Sustitución de saliva para disfunción grave.
6. El enfoque terapéutico de primera línea para la sequedad ocular incluye el uso de lágrimas artificiales y geles/pomadas oculares. (1a B)
7. La sequedad ocular refractaria/grave se puede tratar con gotas tópicas que contengan inmunosupresores* y gotas oftálmicas de suero autólogo. (1a/1b B)
8. Las enfermedades concomitantes deben evaluarse en pacientes que presentan fatiga/dolor, cuya gravedad debe calificarse utilizando herramientas específicas.(5 D)
9. Considere analgésicos u otros agentes modificadores del dolor para el dolor musculoesquelético, considerando el equilibrio entre los beneficios potenciales y efectos secundarios (4 C)
10. El tratamiento de la enfermedad sistémica debe adaptarse a la gravedad específica del órgano utilizando las definiciones de ESSDAI. (4 C)
11. Los glucocorticoides deben usarse en la dosis mínima y durante el tiempo necesarios para controlar la enfermedad sistémica activa. (4 C)
12. Los agentes inmunosupresores deben usarse principalmente como agentes ahorradores de GC, sin evidencia que respalde la elección de un agente sobre otro. (4 C)
13. Se pueden considerar terapias dirigidas a células B en pacientes con enfermedad sistémica grave y refractaria. (1b B)
14. El abordaje terapéutico sistémico órgano-específico puede seguir, como regla general, el uso secuencial (o combinado) de GC, agentes inmunosupresores y biológicos. (5 D)
15. El tratamiento del linfoma de células B debe individualizarse según el subtipo histológico específico y el estadio de la enfermedad. (4 C)