TESTÍCULO NO DESCENDIDO

Recomendaciones

A continuación, se presentan las recomendaciones traducidas al español y la GPC “Canadian Urological Association - Pediatric Urologists of Canada (CUA-PUC) guideline for the diagnosis, management, and followup of cryptorchidism” la cual obtuvo el mejor puntaje con respecto a calidad y rigor metodológico y además dio respuesta al alcance definido por lo cual fue adoptada para el tema de “criptorquidia en niños”



1. El examen físico es la piedra angular de la evaluación de la criptorquidia y debe ser realizado por un médico experimentado en un ambiente cálido y relajado.

2. La documentación en pacientes con criptorquidia debe incluir antecedentes de prematuridad, asimetría escrotal, si las gónadas son palpables o no, y anomalías genitourinarias asociadas (como hipospadias).

3. Los varones fenotípicos con gónadas bilaterales no palpables deben elevar el índice de sospecha de hiperplasia suprarrenal congénita con un cariotipo 46XX (junto con otros trastornos del desarrollo sexual), y se debe realizar una evaluación adecuada antes del alta para descartar una condición “salt-wasting”.

4. Si la criptorquidia se documenta en el examen del recién nacido, se justifica un seguimiento regular para evaluar el descenso espontáneo, y debe asegurarse la derivación apropiada para una evaluación especializada antes de los seis meses de edad corregida.

5. Los estudios de imágenes, como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética, son innecesarios, costosos, potencialmente engañosos y no están garantizados. Se pueden ordenar de forma selectiva después de una evaluación especializada, incluidos los pacientes con sospecha de trastorno del desarrollo sexual, y antes de la intervención quirúrgica a discreción del especialista.

6. A menos que el niño tenga comorbilidades importantes o un alto riesgo anestésico, el manejo conservador (es decir, expectante) no tiene ningún papel en niños diagnosticados con criptorquidia después de los seis meses de edad corregida.

7. Los niños con testículo(s) retráctil(es) deben ser examinados regularmente y la ubicación de la gónada en ausencia de un reflejo cremasterico activo debe ser claramente documentada. Si se observa que asciende a un lugar ectópico / no descendido, se justifica la derivación a un especialista.

8. El dolor abdominal / inguinal agudo en un niño con criptorquidia debe considerarse una posible torsión y desencadenar una evaluación quirúrgica urgente adecuada. Se debe documentar un examen genital que indique la presencia y ubicación de los testículos en todos los niños con dolor abdominal / inguinal.

9. La terapia hormonal tiene un impacto desconocido en la posterior función gonadal y no tiene ventaja sobre la corrección quirúrgica oportuna.

10. Las intervenciones médicas (hormonales) o quirúrgicas no tienen ningún papel para los niños con testículo(s) retráctil(es).

11. Los testículos no descendidos palpables pueden abordarse a través de un enfoque prescotal o inguinal, según la ubicación de la gónada y la capacidad de manipulación en el escroto, así como la preferencia y experiencia del cirujano.

12. Si el testículo no es palpable en la evaluación física preoperatoria, se debe realizar un examen bajo anestesia al comienzo de la exploración quirúrgica, ya que en el 10-15% de los pacientes la gónada puede volverse palpable y el abordaje quirúrgico puede adaptarse adecuadamente.

13. El objetivo de la orquidopexia es ubicar la gónada en su posición anatómica normal, que debe documentarse en una evaluación de seguimiento postoperatorio.

14. Los procedimientos quirúrgicos deben abordar las anomalías asociadas, como un proceso vaginal permeable o una hernia.

15. El papel de la orquidopexia profiláctica contralateral en la criptorquidia o monorquidia unilateral (para prevenir la torsión testicular futura) es controvertido. La justificación para llevar a cabo o no este procedimiento debe discutirse con la familia y se deben dar advertencias apropiadas a todas las familias con respecto a la necesidad de una evaluación urgente en caso de presentar dolor testicular agudo.

16. El diagnóstico de un testículo ausente, desaparecido o atrófico se basa en la exploración quirúrgica. Los hallazgos quirúrgicos (incluida la presencia de conductos deferentes y vasos de terminación ciega, ausencia de testículo o “nubbin”) y/o evaluación patológica (hemosiderina, tejido testicular, conductos deferentes y vasos) deben documentarse claramente para evitar preocupaciones futuras y necesidad de revaloración.

17. Todos los pacientes deben recibir una educación adecuada sobre el autoexamen testicular regular después de la orquidopexia y deben alertar a los profesionales de atención médica si se observan anomalías palpables o si se perciben un aumento repentino del tamaño testicular.

18. Los pacientes deben ser remitidos para evaluación endocrina en casos de pubertad tardía y un especialista en infertilidad les debe ofrecer evaluación si les preocupa el potencial de fertilidad futuro. Esta recomendación es particularmente importante para los niños con alto riesgo de problemas hormonales o de fertilidad, como aquellos con testículos intraabdominales bilaterales, criptorquidia en una gónada solitaria o preocupación por la atrofia después de un intento de orquidopexia.


Guía completa

CUA - CRIPTORQUIDIA 2017.pdf