Rosario en Familia Ghana, dependiente de la Provincia de África Occidental, dio prioridad a la renovación espiritual y a la defensa de la causa mediante actividades centradas en la comunidad. Programas como las vigilias del Rosario en pueblos como Ahyiayem, Bredi y Nkwanta fomentaron la unidad y la fe entre las familias. Las asociaciones con escuelas y parroquias locales amplificaron aún más la influencia del ministerio al integrar la oración y los valores espirituales en las rutinas diarias.
La difusión educativa incluyó:
Rezos del Rosario y actividades acerca de la fe en colegios como San Juan y San. Agustin's College.
Un concurso intercolegial de preguntas marianas, para fomentar una fe católica más profunda entre los jóvenes, en el que el equipo del Arzobispo Porters resultó ganador.
Reuniones mensuales de grupos de mujeres para tratar temas familiares y fomentar la resistencia espiritual.
Programas de formación de catequistas para reforzar sus habilidades pastorales, de los que se benefician más de 1.000 jóvenes a través de rallies y retiros.
Las iniciativas centradas en los jóvenes, como los rallies juveniles diocesanos y los retiros juveniles de decanato, fomentaron el liderazgo y el compromiso espiritual. Las visitas escolares y los concursos basados en la fe inspiraron a los estudiantes a comprometerse activamente con sus creencias y contribuyeron a la cohesión de la comunidad.
El evento musical "Postatem Musicae" demostró el poder unificador de la música en la pastoral católica, dejando una importante reacción entre los asistentes. Se están realizando esfuerzos para mejorar el alcance digital a través de plataformas como Facebook e Instagram, con el objetivo de fortalecer las conexiones con un público más amplio.
El ministerio tiene previsto establecer un centro de asesoramiento para atender las necesidades emocionales y espirituales, centrándose en cuestiones como los conflictos familiares y los retos personales. Estos servicios complementarán las actividades misioneras presenciales destinadas a unir a las familias y fortalecer la fe.
Los programas comunitarios incluían reuniones mensuales en las que se combinaban la oración, la reflexión y la interacción social. Las asociaciones con organizaciones afines y personas influyentes tenían como objetivo reconstruir familias desestructuradas y marginadas, fomentando al mismo tiempo la inclusión y la colaboración.
Organización de rallies de la Vigilia del Rosario en tres pueblos para fomentar la renovación espiritual.
Más de 1.000 jóvenes participaron en rallies y retiros.
Involucró a estudiantes de varias escuelas en actividades de fomento de la fe, incluido un concurso de preguntas y respuestas intercolegial.
Fortalecimiento de grupos de mujeres mediante reuniones mensuales de carácter espiritual y familiar.