INTRODUCCIÓN
Cuando se planifica y elabora un proyecto educativo se hace necesario identificar las necesidades que se presentan en su entorno y los contextos sociales, culturales, económicos, ambientales, de infraestructura, tecnología y clima escolar, usando herramientas de diagnóstico para evaluar el entorno interno y externo de la institución educativa junto con el impacto de la estrategia definida por la institución en la satisfacción de necesidades y expectativas de la comunidad educativa con herramientas como la matriz FODA, la espina de pescado, el árbol del problema, análisis PESTEL, entre otros.
Al analizar e interpretar los resultados del diagnóstico e identificar los factores críticos y las nuevas necesidades que se tienen, se podrían identificar las problemáticas que afronta la institución por la falta de alineación de las estrategias con los resultados e indicadores obtenidos. Por esta razón, el proyecto educativo debe responder a la necesidad, problemática o situaciones que se dan en las gestiones administrativa, académica, convivencia y comunitaria. Para la institución, se hace necesario diseñar un proyecto educativo que fomente el uso de tecnologías disruptivas para el fortalecimiento de los canales de comunicación y la motivación del equipo directivo y docente, estas herramientas tecnológicas se deben utilizar para identificar las necesidades educativas que se presentan en los distintos escenarios educativos, buscando documentar y alimentarlas con información recopilada en encuestas, entrevistas, peticiones, quejas y reclamos, entre otros.
Por esta razón, se propone trabajar con las tecnologías disruptivas, adaptando sus funciones a las necesidades e infraestructura de la institución.
El siguiente paso es la definición de los objetivos, estos deben seguir con unos parámetros como la calidad, deben se medibles cuantificables, alcanzables y deben estar alineados con el mejoramiento del clima escolar, la calidad educativa, a través del suso e implementación de tecnologías disruptivas. Además, se debe tener en cuenta le metodología o pasos empleados para la planeación, diseño, ejecución y evaluación del proyecto, en este, se deben tener en cuenta aspectos que aseguren la participación efectiva de todos los actores involucrados en el desarrollo del proyecto. Se deben detallar las actividades, los responsables, los recursos, los tiempos y las tecnologías necesarias para su implementación.
La planeación se convierte en el punto de partida para la ejecución del presupuesto, ya que en este se realiza un análisis detallado de los costos, los gastos y las necesidades de financiación del proyecto. Para la implementación de las tecnologías disruptivas el presupuesto debe ser ajustado a las necesidades específicas de la institución y a los recursos que dispone para la implementación de las tecnologías, teniendo en cuenta equipos tecnológicos, conectividad, software y licencias, capacitación y formación del personal docente, mantenimiento y ajustes de equipos, monitoreo para evaluar el clima escolar como la calidad y el impacto del proyecto. Y, por último, la evaluación del proyecto en la implementación de tecnologías disruptivas es esencial para medir el nivel de efectividad que han logrado las tecnologías disruptivas en mejorar el clima escolar y la calidad del servicio educativo, los resultados obtenidos en el proceso de evaluación se deben tomar como insumos para realizar los ajustes necesarios y la retroalimentación para que las estrategias y las herramientas impacten de la mejor manera en la comunidad educativa.
Por otro lado, la participación de la comunidad se convierte en un factor clave para que la institución alcance el éxito en la ejecución del proyecto, el equipo de trabajo debe buscar que la comunidad se comprometa y adquiera un sentido de pertenencia con el proyecto para que el proyecto se ejecute y se implemente de manera efectiva.