Just in Time.

Hemos visto que para que el método JIT funcione tiene que haber, entre otras cosas, la seguridad de que los distribuidores van a responder a las necesidades de los fabricantes de forma inmediata. Pero cuando fallan, aunque sea por razones de fuerza mayor, como un terremoto, las fabricas tienen que parar. Esto es lo que ocurrió con varias plantas de fabricación de automóviles en España tras el terremoto de Japón de marzo de 2011, que tuvieron que parar por faltarles componentes importados de Japón. Y algo semejante ocurrió con la importación de chips desde China tras el confinamiento.