El Sermón de la Montaña I

El camino de la felicidad, las Bienaventuranzas

Ponente

Pbro. Francisco Ontiveros Gutiérrez

18/07/2023

1. Canto

2. Oración

3. Generalidades

El Sermón de la Montaña se llama así porque es un gran discurso de Jesús que tiene lugar mientra Él está sentado en un monte. 

Comienza en Mt 5, 1, "Al ver a la multitud subió al monte y se sentó". Y termina en Mt 7,28 "Cuando Jesús terminó su discurso". Y, de hecho, 8,1 sostiene que Jesús baja del monte. 

Monte es una gran imagen apreciada en la Escritura, se le identifica con el lugar de las teofanías , de la manifestación de Dios. (Moisés, Elías , Crucifixión). 

Sentarse es la actitud del maestro, que se sienta para ponerse a enseñar. Jesús es un maestro por excelencia, en el sentido más exacto de la palabra, siempre enseña, su aula es todas partes, sus alumnos son todos, usa imágenes clarísimas para enseñar y nunca habla entre enredos y complicaciones. 

El Sermón de la Montaña es el primero de los Cinco Discursos de Jesús que se encuentra en el Evangelio de Mateo:



El Sermón de la montaña constituye la enseñanza fundamental de Jesús a sus discípulos. Es el modo más claro en el que Jesús expresa cual ha de ser la identidad de sus seguidores y las directrices que deben seguir para vivir auténticamente su adhesión a Él.

Son los principios, las normas generales que han de fundamentar la nueva manera de vivir, cuya base es la íntima relación con Él y con su Padre.

4. Lectura de Mt 5,1-48

5, 1-12 son las nueve Bienaventuranzas. La pobreza, la aflicción, la mansedumbre, el hambre y sed de justicia, la misericordia, la limpieza del corazón, el trabajo por la paz, los perseguidos por vivir según el plan de Dios, los insultados y perseguidos.

Son el punto d partida, el autorretrato de Jesús, Él es la más clara expresión de todas. Es una página incandescente, nos acercamos a ella con temor y temblor, nos quitamos las sandalias.

Por todos lados decimos que las Bienaventuranzas son la esencia del cristianismo. Y esto, los creemos nosotros. ¿Somos más felices que los demás mortales que no creen en Cristo?, en nuestras reuniones, estos son los temas vitales que nos preocupan. O nuestro interés está en otro lado y en otras "cosas".

Lo mejor de las bienaventuranzas es practicarlas, decidirnos practicarlas. Algunos las han clasificado en tres grupos:

a) Las primeras tres son el primer tramo del camino de la santidad.

b) Las siguientes son el ascenso a la montaña.

c) Las últimas son la contemplación de la meta o del término.


En esto se trata de ser peregrinos, no expertos en el mapa. Nuestra vida es un combate entre el espíritu del mundo que es totalmente contrario a las Bienaventuranzas y el Espíritu de Jesús que es totalmente contrario al Espíritu del mundo.

El evangelio es así de claro, es fuego, es decisión. ¿cómo nos sentimos ante las bienaventuranzas?, ¿qué descubren de nuestras vidas?, ¿a qué nos sentimos llamados?

5, 13-16 la sal y la luz a partir de la identidad que dan las Bienaventuranzas y la unión con Jesús, los discípulo tienen que ejercer su propia misión como sal y como luz. Es decir, dando sabor y conservando (la función de la sal), e iluminando en la oscuridad (la función de la luz). estas figuras expresan la exigencia que implica ser cristianos, ese es el modo concreto en el que estamos llamados a ser testigos del Señor. El testimonio es una clara manifestación frente a los demás, no como presunción personal, sino como manifestación del Padre, por eso, no podemos ocultarnos bajo las ollas. 

¿Me siento iluminado y dando luz?, ¿ vivo dando sabor a las experiencias de la vida de lo demás?, o estoy insípido y apagado.

5, 17-19 la plenitud de la ley Jesús se pronuncia con firmeza acerca de la validez de la ley. La ley desempeñó una función muy importante en el primer periodo de la historia. No es posible desecharla así nada más. Debe ser asumida como parte de la Escritura, sería un verdadero problema teológico que Jesús la hubiera desechado. Jesús la reivindica. Por lo tanto, el discípulo no comienza de cero. Nos toca respetar la herencia que hemos recibido, cumplirla y así enseñarla, con nuestros actos.

5, 20-48 Han oído que se dijo, pero yo les digo con la llegada del Mesías, la ley alcanza su plenitud, y

Jesús le añade novedad, frescura, emoción, por eso dijo "pero yo les digo". Jesús supera la frialdad de la casuística de los judíos de su época. Él la manifiesta desde el amor del Padre por el mundo. ¿Qué son las exigencias de Jesús?, son expresiones del amor y no, la mera preocupación por los preceptos. La llamada es ser como el Padre que es perfecto.

5. Conclusiones

Jesús no ha venido a molestar a nadie, lo que quiere es que tengamos vida, y vida en abundancia, y esa vida abundante se alcanza decidiendo ser cristianos.

Ser cristianos implica vivir el evangelio, no se trata de aprender toda la teoría y jamás llevarla a la práctica, se trata de dar los pasos convenientes para vivir esta invitación clarísima del Señor.

Lo que Jesús quiere es nuestra alegría, la alegría brota de dentro, sale del corazón, no se trata de una felicidad efímera puesta por fuera y que dependa de situaciones externas.

6. Cuento de la carroza vacía.

7. Oración, canto y bendición.

Aquí puedes ver el vídeo de la conferencia