por Laura Miyara.

La crisis sanitaria que se está viviendo a nivel mundial por el COVID-19 es un fenómeno histórico sin precedentes. Con decenas de países en cuarentena y a meses de la posibilidad de contar con una vacuna, el distanciamiento social se está convirtiendo en una nueva configuración para las relaciones humanas. Este contexto es una oportunidad única para replegarse hacia el interior, mirarse a uno mismo y entrar en contacto con las emociones más profundas. Una herramienta muy poderosa para lograrlo es la escritura expresiva.

Empleados desde los años ochenta en tratamientos de salud mental, los diarios íntimos o personales tienen un enorme potencial para desarrollar la subjetividad y la reflexión, disminuir la ansiedad y ordenar los pensamientos. Diversos estudios han demostrado a lo largo de décadas los beneficios que tiene la escritura expresiva en la salud tanto mental como física.

Carlos B. (Santiago de Compostela) cuenta que comenzó a escribir en su diario de poesía el 17 de marzo. “Quería sentir que había hecho algo productivo al final del día. Escribí diariamente durante dos semanas, sobre cosas que me llamaban la atención en el día a día. A veces hasta me llama la atención el color de las vigas de un edificio o el olor a roca mojada. Sin embargo, con el aislamiento me encontré con una falta total de estímulo, así que acabé mirando dentro de mí mismo, encontrando cosas que no me gustaban y hablando de ellas. Escribir me sirvió para organizar mi vida y marcarme unos objetivos mínimos en un momento en el que reorganizar mis hábitos diarios era cuestión capital. Creo que escribir poesía es la mejor forma de destilar emociones”, dice.

Además de los tradicionales diarios reflexivos en los que se describen situaciones vividas, emociones, conversaciones y experiencias, existen distintos tipos de diarios que se adaptan a las necesidades e intereses de cada persona. Lo que todos tienen en común es que se trata siempre de escritura expresiva, es decir, un espacio en el que la persona puede escribir algo únicamente para sí misma, lo que habilita una reflexión profunda y honesta al eliminar la consciencia de que se escribe para que lea alguien.

Aunque la idea de un diario íntimo remite a la imagen tradicional de un cuaderno y una pluma, la tecnología permite que hoy cada persona pueda llevar su diario en la forma que prefiera. Así, por ejemplo, muchos optan por hacerlo en formato de grabaciones de voz o registros fotográficos diarios. Pero las apps móviles son lo que más ha revolucionado el modo en que concebimos la escritura expresiva, ya que facilitan la posibilidad de hacer anotaciones en cualquier lugar y momento. Además, en muchos casos incorporan la opción de medir el estado de ánimo, la salud y otros factores con indicadores que, a lo largo del tiempo, muestran al usuario una proyección en forma gráfica. Esto sirve, entre otras cosas, para entender mejor qué fenómenos externos e internos afectan al estado anímico y la salud, para planificar estrategias para atravesarlos.

Para Ana B. (Sao Paulo), se trata de sacar los sentimientos agobiantes para descargarlos. “Yo escribo desde niña, generalmente a la noche. Siempre he tenido dificultades para expresar mis sentimientos, hablar me hacía sentir expuesta. Entonces escribir era una forma de ordenar mi mente y procesar los sentimientos que no entendía. Hoy dedico el tiempo para escribir lo que estoy sintiendo. No sigo una metodología exacta, voy dejando que mi mente haga catarsis y me siento mejor después. Todo lo que no consigo ordenar, lo puedo dejar afuera escribiendo y entonces ya no me pesa”, dice.

En definitiva, se trata de una herramienta que puede ser útil para trabajar sobre los sentimientos que puedan surgir del confinamiento. Para obtener los mejores resultados, aconseja Pennebaker, conviene tomarse entre 15 y 20 minutos durante un mínimo de tres días consecutivos para dedicarlos a la escritura expresiva. Vale la pena intentarlo, pero, señala el experto, si al cabo de cierto tiempo no se perciben beneficios, "es mejor dejarlo, cambiar de enfoque, o hablar con un terapeuta".

Referencias:

- https://www.apa.org/monitor/sep01/keepdiary

- https://www.apa.org/monitor/jun02/writing

- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6305886/

- https://www.cdc.gov/diabetes/library/spotlights/journalinghealth.html

- https://www.uoc.edu/portal/es/news/actualitat/2018/134-escritura-expresiva.html

- https://www2.uned.es/dpto-psicologia-social-y-organizaciones/paginas/profesores/Itziar/EscrituraExpresiva11-M_Itziar.pdf

- https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/189437

- https://www.urmc.rochester.edu/encyclopedia/content.aspx?ContentID=4552&ContentTypeID=1

- https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT01873599

- https://www.cdc.gov/diabetes/library/spotlights/journalinghealth.html

- https://www.cambridge.org/core/journals/advances-in-psychiatric-treatment/article/emotional-and-physical-health-benefits-of-expressive-writing/ED2976A61F5DE56B46F07A1CE9EA9F9F/core-reader

- https://www.nytimes.com/2018/10/25/style/journaling-benefits.html

- Entrevista con Carla Delladonna (psicóloga).