Sabíamos que esta experiencia iba a ser especial pero desde el primer día ha superado todas nuestras expectativas. En la Escuela Inclusiva de Bals, nos han acogido los mejores lo profesionales de cada campo, y nos han hecho sentir parte de su equipo. Trabajan con alumnos que tienen grandes dificultades sin perder la sonrisa ni las ganas. Hemos tenido la enorme suerte de compartir una semana con todo este equipazo y hemos degustado las excelencias de la comida Rumana.
Kinesioterapia y fisioterapia son dos de las muchas actividades que se hacen en la escuela. Trabajan con los alumnos de manera individual con programas personalizados y adaptados a las necesidades de cada uno. Utilizan medios digitales, manipulativos e impresos. Durante media hora el estudiante realiza ejercicios físicos para mejorar su estabilidad, equilibrio o postura. Hay un máximo de 5 alumnos por aula con 2 profesoras.
Semanalmente tienen dos sesiones de logopedia individualizada, trabajan la pronunciación , la entonación , la respiración e incluso aprender a hablar.
Estamos abrumadas por la atención y el cariño. De cada clase hemos salido con un recuerdo elaborado por los alumnos y una lección aprendida.
Nos asombró la amabilidad y el cariño que se respiraba en cada rincón.
Muchas muchas gracias a todos vosotros. Volveríamos una y mil veces.