EL RITMO DE MI LATIDO

Un país fascinante, colorido, con una filosofía de vida... descubriremos la india a través del viaje de Fa.

Nuestra amiga FA viaja a Asia. Nos llevará a conocer diferentes realidades de niños y niñas del mundo en las que los derechos de la Infancia se vulneran. Determinar consecuencias y problemas derivados de la pobreza: mala alimentación, problemas de salud, desigualdades, explotación, etc. Llega a Anantanpur (India) donde conoce a una niña llamada Talika que trabaja en una fábrica de alfombras. Nos acercaremos a su historia. Allí descubrirá el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer.

“El ritmo de mi latido” hace alusión al sonido de nuestro corazón cuando está triste o alegre, un latido que nos hace ser empáticos con las situaciones que viven otras personas y que nos provocan el deseo de “hacer algo” por los demás, no quedarnos en ser observadores pasivos. Esta situación de aprendizaje, desgraciadamente nos ha llevado a tratar con el alumnado la situación que están viviendo los habitantes de Israel y Palestina.

Tocamos un Sari, nos ponemos pulseras que han llegado de la India y nos ponemos un Bindi.

La India es un precioso país en el que también es necesario atender a los más pobres y desfavorecidos. 

Vamos a conocer qué hicieron estas tres personas:

Mahatma Gandhi

Vicente ferrer

la madre teresa de calcuta

Elaboramos unos lapbook en los que los protagonistas son estas tres personas

Fa les habla a sus hermanas de los Pookalam, que son adornos tipo mandala, hechos con flores que se ponen en las puertas de las casas y los templos durante la Fiesta de la Cosecha. Nosotros los hacemos con lo que tenemos más a mano en el patio: piedras, hojas secas, arena y palos.

Primero los diseñamos y después nos ponemos manos a la obra:

"La música le salvó la vida al tener que huir de la guerra; abandonó Beirut con 14 años y desde entonces ha vivido como un nómada llevando su música por el mundo".

Su vida comienza en Líbano en 1968, en una familia de inmigrantes de orígenes armenios. Pero su historia comienza mucho antes, cuando un viejo violinista le regaló a su abuelo su viejo violín para que pudiera escapar con un conjunto musical de gira del genocidio contra el pueblo armenio, que acabó con la vida de más de dos millones de personas a principios del siglo XX.

Con el violín como única pertenencia, el abuelo de Ara consiguió llegar como refugiado al Líbano y dedicó su vida a aprender a tocar el instrumento que le había salvado la vida. Su padre se hizo cargo del legado familiar y además de tocarlo fue un gran conocedor del violín y su historia. Ara creció dentro de esta pasión familiar, pero desgraciadamente,también acorralado por el sonido de la guerra. De nuevo, la mala fortuna persiguió a su familia en su refugio, cuando en 1976 estalló una terrible guerra civil en el Líbano. La guerra se convirtió en la realidad cotidiana de su infancia y juventud, que pasó practicando sin descanso, con la esperanza de lograr algún día poder dedicarse a ser violinista.

Gracias al esfuerzo de su familia, y a su talento y perseverancia, logró una beca para estudiar profesionalmente y se convirtió en uno de los mejores violinistas de su generación. Viajó por todo el mundo y alcanzó la posición más reconocida que un violinista pueda tener, la de concertino, en la orquesta sinfónica de Madrid. Pero habiendo alcanzado la cota más alta de su arte, Ara no se sentía del todo feliz. El elitismo y la distancia que se respiraba en los ambientes de la música clásica no le gustaba, y se sentía encorsetado tocando la música de otros vestido de frac.

Ara Malikian no solo quería tocar el violín, en su viaje personal descubrió que también quería crear con él. Quería tocar su propia música, contar su propia historia, así que, sin miedo a equivocarse, en una decisión profundamente valiente, dejó la orquesta y empezó a construir un proyecto completamente personal. Comenzó a componer y a fusionar la música clásica con otros estilos musicales más populares. A ojos de otros, podía parecer un loco por abandonar la orquesta y la seguridad que había alcanzado después de tanto esfuerzo, pero al decidir seguir su propio sueño logró crear algo único, que ha conseguido conectar con el público de todos los países hablando el lenguaje universal de la música, el mismo que salvó a su abuelo, salvo a su familia y lo salvó a él mismo.

Información obtenida de la Guía didáctica "Ara Malikian: una vida entre las cuerdas" de Platino Educa.