La última ola del movimiento feminista, a nivel nacional y mundial, trajo consigo nuevas temáticas, nuevas formas de hacer política y nuevas conquistas. Además, recuperó historias invisibilizadas y retomó luchas de las pioneras.

Uno de sus hitos, en especial en Argentina, fue (y es) el intento de reformular al deporte desde una perspectiva de géneros, combatir la violencia en sus instituciones y ampliar el acceso a su práctica.

La base: el juego como Derecho Humano.

Imágenes: Coordinadora sin Fronteras de Fútbol Feminista (2020)

Con la reivindicación de las Pioneras del Mundial de 1971, las demandas de la Selección y la semiprofesionalización del fútbol femenino, quedó en evidencia que en nuestro país las mujeres siempre practicaron el deporte más popular. Sin embargo, nunca pudieron hacerlo con plena libertad ni recursos adecuados.

Esa realidad, es parte de un proceso histórico que tiene que ver con la desigualdad de género.

Las desigualdades y los obstáculos, sin embargo, no detuvieron a las futbolistas argentinas, que se organizaron para ser reconocidas como trabajadoras y poder jugar en mejores condiciones. Y lograron mucho.

En torno a esa lucha, a su vez, se gestó una gran red de militancia que la sostiene y que pelea para democratizar todos los ámbitos del fútbol con demandas muy claras.

Si observamos lo que sucede en el mundo con el crecimiento de la disciplina y lo contrastamos con estos reclamos, podemos llegar afirmar que el fútbol feminista tiene razón.

Un estudio integral sobre el panorama actual del fútbol femenino de elite publicado por la FIFA en mayo 2021 demostró que, con inversión, proyectos y categorías formativas, la disciplina crece tanto en resultados deportivos como en ingresos monetarios.

Estas conclusiones se desprenden de una encuesta realizada en 30 ligas y 282 clubes alrededor del mundo.

Las políticas que demanda el fútbol feminista tienen un objetivo principal: que comience a cerrarse la brecha de género. Y, en segundo lugar, buscan reducir las desigualdades que existen dentro del propio deporte de mujeres.

Esto también surge en el informe de FIFA, que deja expuesto cómo las oportunidades y dificultades no son las mismas - por ejemplo - en un club que se desempeña en la Confederación Africana que en uno que compite en Europa.

En marzo de 2021 se disputó por primera vez en Argentina la CONMEBOL Libertadores Femenina, el evento más importante a nivel clubes en Sudamérica.

Se trató de la edición que había sido pospuesta en 2020 a causa de la COVID 19 y, por ser locales, nuestro país tuvo - también por primera vez - doble representación: Boca, último campeón del torneo local, y River, subcampeón.

Tras la competencia, que coronó campeonas a Ferroviaria de Brasil, llegó el momento de hacer un balance. Y tanto los números como los hechos demostraron que la disciplina en esta parte del mundo tiene potencial. Una vez más: datos, no opinión.

Mirá.

La última Libertadores femenina también dejó aspectos para remarcar en las tribunas, las cabinas de transmisión y los bancos de suplentes.

Solo en números oficiales de la organización - y sin contar a los tenedores de derechos - se acreditaron para este torneo más de 30 periodistas, mientras que el canal público de deportes hizo historia al presentar un equipo de transmisión íntegramente Femenino.

Un tema en el que aún no se ven grandes cambios ni avances, y que ha generado tensiones en los torneos de diversas partes del mundo, es lo monetario (las inversiones y los premios en dinero).

En el marco de la Copa Libertadores femenina, el reclamo más reciente fue el de las jugadoras de Corinthians, campeonas en 2019 y dueñas de dos títulos continentales (el otro en 2017).

“Son 85.000 dólares para el campeón femenino y 12 millones para el campeón masculino. Soñamos con que haya igualdad en el fútbol, tanto en estructura como en premios”, expresaban.

Y tenían argumentos para hacerlo: en 2018, la CONMEBOL había decidido duplicar la prima para los campeones y subcampeones masculinos, mientras que el monto para las mujeres aumentó recién un año después y solo un 70%.

Los pocos pasos aislados que ha dado la CONMEBOL en los últimos años a favor del fútbol femenino demuestran que, con acciones concretas y planificadas, se influye positivamente en las Ligas sudamericanas.

En este contexto, la disciplina necesita en nuestro continente un proyecto concreto, claro y sustentable que la apuntale, la acompañe y potencie.

Con decisión política y poniendo dinero donde tantas veces se pusieron solo promesas, se puede. El momento es ahora.

El equivalente a la Copa Libertadores en Europa, bastión del fútbol de elite femenino, es la Champions League.

La UEFA, su federación madre, anunció en mayo 2021 un proyecto para mejorarla, con el fin de comenzar a equipararla con la versión de los hombres.

Este plan integral incluye cambios y objetivos que van desde lo simbólico a lo deportivo, pasando por lo monetario:

• Himno y logotipo propios para la edición de mujeres a partir de la edición 2021/22

• Cuadruplicación del dinero en premios

• Un campeonato más largo y competitivo: se adicionará una fase previa, una fase de grupos de 16 equipos y una fase eliminatoria

• Implementación del VAR en todo el torneo

Para compensar un poco la desigualdad económica entre hombres y mujeres, la UEFA tiene planeado un ambicioso proyecto financiero.

En ese marco prometedor para Europa, y con las problemáticas producto de la pandemia aún vigentes, la CONMEBOL está organizando la edición de la Copa Libertadores Femenina Paraguay 2021.

Un anuncio destacable por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol para la disciplina, es de carácter competitivo y pretende situar el fútbol femenino de la región a nivel mundial.

Se trata de un evento que hará las veces de "Copa Intercontinental" y cruzará a las campeonas europeas con las sudamericanas.

Aunque aún no hay fecha confirmada para este duelo inédito, ya conocemos a sus protagonistas. Serán las consagradas en las respectivas ediciones del 2020: Olympique de Lyon (Division 1 Feminine de Francia) por la Champions League y Ferroviaria (Brasileirão Femenino) por la CONMEBOL Libertadores.

Por otro lado, también se informó que en la final de la edición 2021 de la Libertadores, a disputarse en el Estadio de Nacional de Uruguay en Montevideo, se implementará por primera vez en la historia la herramienta del VAR.

Todo indica que habrá que esperar a la finalización de la próxima Libertadores para saber si la CONMEBOL planea incentivos y actualizaciones de cara al 2022 y - sobre todo - al 2023, año mundialista.

Conjugando la destacable performance de las sudamericanas en la Copa del Mundo de Francia 2019, los datos aportados por el informe FIFA y el plan anunciado por la UEFA este año, este tipo de anuncios en nuestro continente se vuelven esperables.

✊🏽 Gracias por leer y llegar hasta el final ✊🏽

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1) un podcast, 2) varios videos y 3) una yapa al final

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