La cirugía torácica mínimamente invasiva, también conocida como cirugía torácica videotoracoscópica o cirugía toracoscópica asistida por robot, es un enfoque quirúrgico que se utiliza para realizar procedimientos en el tórax con incisiones más pequeñas y menos invasivas en comparación con la cirugía tradicional a cielo abierto.
En la cirugía torácica mínimamente invasiva, se utilizan instrumentos quirúrgicos especiales y una cámara de video (toracoscopio) para visualizar y acceder al área torácica.
En lugar de hacer una incisión grande, se realizan varias incisiones más pequeñas (generalmente de 1 a 2 cm) a través de las cuales se insertan los instrumentos quirúrgicos y el toracoscopio.
Esta técnica permite al cirujano realizar diferentes tipos de procedimientos torácicos, como la resección de tumores pulmonares, la extracción de masas mediastínicas, la reparación de hernias diafragmáticas y la cirugía de reflujo gastroesofágico, entre otros.
Los beneficios de la cirugía torácica mínimamente invasiva incluyen:
1. Menor dolor postoperatorio: Las incisiones más pequeñas suelen estar asociadas con un menor dolor después de la cirugía, lo que puede resultar en una recuperación más rápida.
2. Menor tiempo de hospitalización: En comparación con la cirugía tradicional, los pacientes sometidos a cirugía torácica mínimamente invasiva a menudo pueden experimentar una estadía hospitalaria más corta.
3. Menor riesgo de complicaciones: Al ser una técnica menos invasiva, se ha observado una reducción en el riesgo de ciertas complicaciones quirúrgicas, como infecciones y sangrado.
4. Mejor resultado estético: Debido a las incisiones más pequeñas, la cirugía torácica mínimamente invasiva puede resultar en cicatrices más pequeñas y menos visibles.
Es importante destacar que no todos los pacientes o procedimientos son aptos para la cirugía torácica mínimamente invasiva. La decisión de utilizar este enfoque quirúrgico dependerá de la condición y características específicas de cada paciente y preferencia del cirujano.