Tito Titarelli vino genéticamente preparado para ser exorcista pero se encontró con un problema, tenés que ser cura para que te dejen lidiar con el espectro. Dispuesto a luchar por su vocación e incapaz de aceptarse como un mercachifle embustero, se embarca en la que sería la gran misión de su vida, fundar la primera asociación civil de removedores de espectros independientes del país y lograr que las obras sociales te cubran el exorcismo. En este libro, escrito desde su vejez, relata aquella lucha y nos revela la dinámica secreta de una profesión silenciada por un gran complot. Casi cuatrocientas páginas de vértigo y paranormalidad con el costumbrismo bonaerense como gran telón de fondo. Fantasmas, demonios, apariciones, embrujos, poltergeists, alambre tejido, zanjas, garrafas y gallineros son protagonistas de una historia que corre apenitas la cortina del engaño y te deja pispear un poco cómo es realmente la cosa fantasmal, esa que el poder mantiene en secreto desde el principio de los tiempos.