8. La Cena especial de Jesús

"Reconocer el sacramento del amor de Cristo, ya que de este modo él se ha quedado con nosotros,

hasta nuestros días".

1. ABRAMOS LOS OJOS

Miramos las fotos de nuestros encuentros familiares:

➢ ¿Qué preparativos hicimos para esa cena o comida?

➢ ¿Cuáles de esas fotos reflejan los momentos más bonitos?

➢ ¿Qué es lo que más recordamos de esos momentos?

2. ABRAMOS LOS CORAZONES

Jesús preparó cuidadosamente la última cena que compartió con sus amigos. Comieron la “Cena Pascual” según la costumbre judía, donde recordaban que Dios los había liberado de la esclavitud de Egipto. Esa vez Jesús les lavó los pies a sus discípulos y luego comieron el cordero. Pero Jesús hizo algo muy especial en esa cena:

"Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles y les dijo: 'Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer. Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: “Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes”.

Lucas 22,14-20

3. COMPARTIMOS EN FAMILIA

Ahora, reunidos en familia, conversemos:

✓ ¿Qué signos especiales realizó Jesús en la Última Cena y qué elementos utilizó?

✓ Sinceramente: ¿Qué importancia le hemos dado en nuestra familia a Jesús presente en la Eucaristía?, ¿Acostumbramos ir a Misa los domingos?, ¿Vamos todos?

4. DIALOGAMOS CON EL SEÑOR

Nos ponemos en oración alrededor del altar que hemos preparado en casa.

➢ Agradecemos al Señor que ha querido quedarse en la Eucaristía. También le pediremos el “pan de cada día” en este tiempo de pandemia, para que no falte el alimento en ninguna familia del Perú y del mundo.

❖Cada miembro de la familia presenta espontáneamente una petición.

Todos responderemos: “DANOS NUESTRO PAN DE CADA DÍA”.

(Oraciones espontáneas...)

Cuando todos o la mayoría se han expresado, quien preside, invita a orar juntos: o Gracias Señor, porque en la Última Cena partiste tu pan y tu vino en muchos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed.

  • Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.

  • Gracias Señor, porque nos amaste hasta el extremo, hasta el colmo que se puede amar: morir y dar tu vida por nosotros, y quedarte en ese trocito de pan para alimentarnos.

  • Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.

  • Gracias Señor, porque en la Eucaristía nos esperas para alimentarnos con tu cuerpo y tu sangre.

TODOS: Padre nuestro, que estás en los cielos...