En el año 2018, di vida a un impresionante retrato de un majestuoso caballo negro, una obra que inicialmente cobró vida a través de mis trazos en carboncillo. Sin embargo, mi compromiso con la excelencia artística me llevó a llevar este dibujo al siguiente nivel mediante su digitalización y refinamiento.
Este proyecto no solo fue un ejercicio creativo, sino también un tributo a la imponencia y la elegancia intrínseca de estos majestuosos animales. En la fase inicial con carboncillo, busqué capturar la fuerza y la gracia del caballo, centrándome en los contrastes entre luces y sombras para resaltar sus contornos y texturas.
La transición a la esfera digital abrió nuevas posibilidades creativas. Al digitalizar la obra, pude perfeccionar cada detalle, desde la textura del pelaje. La versatilidad de las herramientas digitales me permitió afinar la composición y experimentar con sutiles matices de sombras, creando así una representación aún más impactante.
Este proyecto no solo es un testimonio de la fusión armoniosa entre las técnicas tradicionales y digitales, sino también una manifestación de mi profundo respeto por la majestuosidad de la naturaleza. Más allá de la representación visual, este dibujo se convierte en un homenaje a la grandiosidad y la gracia de estos nobles animales, inmortalizados a través de la convergencia de técnicas artísticas.
By: David Fagua