La educación no formal engloba toda actividad educativa realizada fuera de la estructura del sistema formal con el objeto de impartir cierto tipo de aprendizaje a algunos subgrupos de la población, ya sean adultos o niños.
Es necesario distinguir la educación no formal (estructurada no oficial) de la informal, ya que la primera se caracteriza por estar organizada y planificada, impartiéndose en centros específicos y legalizados. Por el contrario, la educación informal sería un proceso no sistematizado, que dura toda la vida, en el que las personas adquieren y acumulan conocimientos, capacidades y actitudes de las experiencias diarias y del contacto con su medio.
En consecuencia, tanto la educación no formal como la formal o reglada presentan la condición de ser procesos educativos, organizados, ordenados y sistematizados, mientras que esto no sucede con la educación informal.
A continuación, citaremos las principales características o particularidades de la educación no formal:
Integradas a otros fines y objetivos no educativos.
Algunas propuestas sirven de complemento o reemplazo de la educación formal.
Tiene diferente organización, patrocinadores heterogéneos y diversos métodos de instrucción.
En general son prácticas voluntarias.
Están destinados a personas de cualquier edad, origen e intereses.
No culminan con la entrega de acreditaciones, aunque suelen reconocerse.
Favorecen el proceso de maduración personal.
Potencian las habilidades para las relaciones personales y sociales.
Mejoran la autoestima, el disfrute del ocio y del tiempo libre y el desarrollo de aptitudes como la creatividad, la expresión o la solidaridad.
Facilitan el proceso de maduración e inserción social, educando en la participación social activa y en el desarrollo de los valores democráticos.
Ayudan a adoptar una actitud crítica frente a las convenciones sociales, las instancias de poder y los medios de comunicación.
Tienen una influencia positiva sobre el empleo, fomentando el autoempleo, la creación de nuevos negocios y empresas y la inserción laboral.
Otro valor añadido de la ecuación no formal es que, al ser menos rígida y sin un componente evaluativo tan marcado, los estudios reglados favorecen el trabajo en equipo, la cooperación y la tolerancia. Tres valores básicos para el buen funcionamiento y el progreso de cualquier entorno social o laboral.