No podemos llamarnos a engaños creyendo que es una movilización Petrista para medir fuerzas a favor del gobierno.

De cara a la movilización del próximo miércoles, se han vendido tenis traídos de China, en tal proporción que sorprende a los propios gremios de la industria, al tiempo que se agotaron en muchas partes los bloqueadores de sol, los botilitos para cargar agua y las cachuchas para el sol. 

Y no es de sorprenderse. La movilización del 1 de Mayo históricamente reúne a miles de empleados y obreros para conmemorar las luchas que han generado diversas reivindicaciones, entre ellas, la jornada laboral de ocho horas.

Llegar a este punto no fue fácil. Debió mediar el sacrificio de muchos obreros en procura de justas conquistas, luchas que comenzaron a finales del Siglo XIX.

Los asesinatos se produjeron cuando los obreros reclamaban la reducción de la jornada laboral que era superior a las 12 horas. Pedían, en su momento, 8 horas. La movilización más grande se materializó se materializó el 1 de mayo de 1886, cuando se convocaron 307 manifestaciones a las que se unieron 88.000 trabajadores en Chicago, en ese momento segunda ciudad más poblada del país.

El 4 de mayo, la policía norteamericana asesinó a 8 manifestantes. Los llamados “mártires de Chicago” fueron el tipógrafo George Engel, el carpintero Louis Lingg (quien se suicidó en su celda antes de la horca) y los periodistas Adolf Fischer, Albert Parsons y August Spies.

Lo que no debe llamarnos a engaños es que se diga, como se promueve en los medios tradicionales, que se trata de una convocatoria de Petro para medir fuerzas frente a la movilización del 21 de abril, que protagonizó la oposición.

Aquí la movilización es de los trabajadores, para los trabajadores y por los trabajadores. Claro, en apoyo a las reformas sociales y la defensa de causas justas, pero no es Petrista.

Ahora, me identifico con el gobierno del cambio, voté por el hoy mandatario e igual, por la línea de izquierda del congreso y como dirigente sindical lo he apoyado en todas las marchas, pero considero que en un momento de polarización como el que atravesamos, politizar el 1 de Mayo resulta perjudicial para la propia causa obrera.

Por si las dudas y antes que se acaben, dejo hasta aquí mi nota de hoy porque salgo a comprar tenis en el almacén agáchese, del centro de Cali.