25N (2017)-Día de la eliminación de la violencia contra la mujer en el IES Carlos III

Esta semana del 20 al 24 de noviembre nuestro IES alberga la exposición “La escalera de la violencia” (inspirada en la campaña "Abre los ojos. El amor no es ciego" del Instituto Andaluz de la Mujer y de otros IES de Almería).

La primera parte de la exposición "La escalera", ha sido realizada por el alumnado de las tutorías de los programas del departamento de orientación y, la segunda, "La violencia", por el alumnado de 4º de E.P.V.A. con la inestimable colaboración de su profesor Diego Ortiz. Este alumnado tenía que elegir un cuadro famoso que representara algún tipo de violencia y luego reproducirlo representando una escena de violencia machista hacia la mujer. El resultado ha sido impresionante, no os lo perdáis más abajo ¡Enhorabuena!

1ªParte "La escalera"

Disfrazamos la escalera principal de nuestro IES con el fin de que cada grupo de tutoría pudiera vivenciar, en primera persona, la actividad propuesta. De forma que el alumnado debía ir subiendo cada peldaño de la escalera poniendo un ejemplo de lo que significa cada escalón o indicador de una relación con violencia entre parejas adolescentes (No es amor si hay... 1º Machismo, 2º Control, 3º Celos, 4º Aislamiento, 5º Chantaje, 6º Abusos, 7º Desvalorizaciones, 8º Dominio, 9º Intimidación, 10º Violencia severa); y luego debían bajar el otro tramo de escaleras poniendo un ejemplo de indicadores de una relación sana (Es amor si hay... 1º Admiración, 2º Cariño, 3º Comunicación, 4º Cariño, 5º Confianza, 6º Negociación, 7º Comprensión, 8º Apoyo, 9º Libertad, 10º Respeto.

En el resto de escaleras había eslóganes y datos escalofriantes sobre la violencia machista hacia la mujer en los últimos años en España. Pero mejor veamos las fotos de las escaleras con el alumnado que colaboró en su elaboración. Y no os perdáis más abajo la segunda impresionante parte de la exposición.

2ª parte "La violencia"

Todos los peldaños de nuestra escalera son un tipo de violencia machista que finalmente suele llevar a la muerte o agresión física severa. Por eso, la segunda parte de nuestra exposición queríamos hacer representaciones artísticas de este último tipo de violencia. Cada alumna y alumno escogió un cuadro famoso por la violencia de su ilustración y, lo ha transformó en "violencia machista severa", para hacernos más conscientes de esta terrible realidad que vivimos en nuestra sociedad actual respecto a la violencia machista hacia las mujeres.

Edvar Munch, escribía en su diario en 1892 una vivencia que poco después le serviría de inspiración para su cuadro más famoso “El grito”: “Paseaba por un sendero con dos amigos –el sol se puso– de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio –sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad– mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza”. Ese "grito" al que se refería Munch, nuestro joven artista, Carmen, lo transforma en "Grita NO" a la violencia machista hacia las mujeres, y por qué no, hacia cualquier tipo de violencia.

Salvador Dalí pintó este cuadro en 1936 pocos meses antes de que estallara la Guerra Civil española. De hecho, Dalí, tras la Guerra Civil, le añade el subtítulo de "Premonición de la Guerra Civil". Refleja el horror a través de distintas partes de un cuerpo que tratan de despedazarse el uno al otro. Celia plasma este horror a la violencia hacia las mujeres en este fantástico trabajo.

Goya (1823) nos muestra el horro de un padre "Saturno" (dios romano identificado con Cronos, titán griego ) comiéndose a su hijo para evitar que un futuro le destrone. Paloma transforma a este hijo en una mujer devorada por su pareja para hacernos reflexionar sobre el drama de la violencia machista. !Buen trabajo!

De nuevo Goya (1819) y otra de sus "Pinturas negras", es escogido para mostrarnos el horror de la violencia hacia las mujeres. Nuestra artista Paula transforma magistralmente ese duelo a garrotazos de dos villanos.

Vicent Van Gogh pintó este cuadro en 1888 para mostrar la sencillez de su dormitorio. Sin embargo, Alicia transforma genialmente este apacible cuadro en una violenta escena del machismo llevado a su más grotesca culminación.

De nuevo el horror de la Guerra Civil española es reflejado en uno de los cuadros más famosos del mundo, el genial "Guernica" de Picasso (1937). Marina recrea, con mucho arte, a dos de los personajes atormentados por la guerra para mostrarnos el horror de una madre y un hijo víctimas de la violencia machista.

Cuentan que Frida Kahlo leyó en el periódico una noticia donde se relataba como un hombre mató a su mujer y como defensa en el juicio, alegó que sólo le había dado «unos cuantos piquetitos», cuando en realidad fueron veinte puñaladas. Con este cuadro la autora quiso denunciar la violencia machista hacia la mujer ya en 1935. ¡Felicidades Manuel!

Goya vuelve a ser la inspiración para José Mª, quien recrea admirablemente el fusilamiento del levantamiento por la independencia española contra la dominación francesa en 1808, transformándolo en la dominación del hombre hacia la mujer.

El archiconocido rostro apacible y feliz de Lisa Gherardini, de da Vinci (1503-1519), es convertido en un rostro desfigurado por la violencia machista a través de los artísticos ojos de Micaela.

Esta obra religiosa del gran Miguel Ángel (1498), le sirve a Cristina para transformar a la víctima de violencia en una mujer maltratada y asesinada por su pareja. Le añade un mensaje para animar a la denuncia.

"La joven de la perla" inspira dos de nuestras artistas: a Julia, que añade al cuadro un mensaje claro de denuncia; y a Esther, quien la transforma en una víctima de la violencia machista en 1665. ¡Felicidades chicas!

La infanta Margarita de Austria, sirve de inspiración a Nieves, quien la convierte en una adolescente víctima de 1656, pese a su edad, de la atroz violencia machista.

Un apacible cuadro de Johannes Vermeer, es transformado por Marta para retratar a una joven lechera de 1658 que se lava las heridas tras un terrible acto de violencia machista.