Jorge García Prieto
Jorge García Prieto
Desde niño leo
la palabra muerte
en las monedas.
Así he crecido
pagando con la muerte
cobrando con la muerte
y claro
con la patria también
con la palabra patria
muy cerca de la ingle
y la palabra muerte
muy cerca de la patria.
Equilibrio quizás
o desmesura.
Desde niño enterré en el jardín
una moneda
no creció arbusto alguno
pero el sol tiene hilos
y yo trepo
llevándome la patria al sol
llevándome la muerte.
……………………………………………
¿Qué siente el hombre en las plantas de los pies
mientras se eleva y milla a milla
el magnetismo nacional se vuelve anémico
cuando rema y suda como un caballo de carrera
azotado por la espuma que sale de su boca?
Esa espuma no es el efecto especial que a 24
latidos por segundo
el corazón deja caer sobre la amnesia
es la frialdad de ser un crucigrama que se borra
una enfermedad venérea para el mundo.
El mundo siempre es personal
y todo aquel que se marcha de su país
pierde un pedazo de la lengua.
La lengua del hombre a diferencia de las estrellas marinas
no regenera su extensión. La lengua del hombre que se marcha
se anuda en la mitad.
Hay palabras imposibles de volver a pronunciar
con la elegancia de los locutores radiales
palabras puntiagudas casi siempre hermosas
casi siempre aprendidas cuando todo era inmenso
y la felicidad una pelota de plástico a trasluz
inflada por dos pulmones filiales.
El hombre que se marcha desinfla la pelota
la dobla en ocho para que no abulte
pero al desinflarla
el aliento de su sangre es quién se aleja
se camufla
entre los bordes lila del silencio visual.
Nada puedo decir
yo
no he remado
no tengo siquiera pasaporte.
Estoy en desventaja.
Yo
no sé qué se siente.
Yo miento cuando escribo.
Y el público me aplaude y me gusta que aplaudan
que las muchachas digan: el flaco es buen poeta…
…yo miento cuando escribo yo
no sé
qué se siente
no soy un buen poeta.
Me escondo si el poema es grande y viene con mi foto.
Hace días que huyo
trato en vano de engañarlo
(el poema cuando viene con mi foto es hábil).
Hoy debí escribir la úlcera interior
el ácido sentir
del hombre que se queda
guardián del faro
piedad del arrecife
flotando
sobre el plástico a trasluz
de una pelota.
El dolor efervescente del hombre que se hermetiza la voz
con una cruz de esparadrapo.
El dolor humano del hombre que vio partir a su primer amor
a su noveno amor…
El dolor humano
del hombre que descubre en cada despedida
que es su país quien le abandona.
……………………………………
Algún día comeremos como país
aquí
en El País…y Alicia
tendrá su trenza larga
con olor a lavanda de El País
y los caramelos para elegúa
serán con azúcar de El País
porque la sal de nuestra isla es dulce
como el café donde despierta
la memoria histórica.
Un pajarito caga en un alero y nace un árbol…
Wao…yo me sorprendo
un pajarito
una semilla
un árbol…
Los pajaritos de El País
son milagrosos
(logran su árbol).
Siempre habrá quien te odie con todo su cariño
en espera a que el jabón se caiga
sobre la tierra santa de El País
por la que muero
sobre la cual también
yo lanzo mi semilla.
Jorge García Prieto (La Habana, Cuba, 1979).
Poeta, artesano y promotor Cultural. Dirigió el Taller Literario Municipal de Arroyo Naranjo. Ha obtenido diversos premios en certámenes literarios entre los que se destacan el Premio de poesía Manuel Cofiño 2007, Segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía “Rafaela Chacón Nardi 2007, Premio Nacional de Décima Escrita Francisco Riverón Hernández 2017, finalista del premio David 2012. Tiene publicado los libros POEMAS SUBSIDIADOS (La pereza, USA, 2013) ERRÁTICO ANIMAL, (Montecallado, 2018) y EL LADO SANO DE LA LÁGRIMA (Ediciones Laponia, USA, 2019). Textos suyos aparecen en varias antologías y revistas de Cuba y el extranjero.