Velocidad crucero

El tradicional control de crucero tiene un funcionamiento muy sencillo, el sistema asociado al sensor del velocímetro detecta la velocidad del vehículo y toma el control del acelerador para acelerar más o menos según sea necesario en cada instante para mantener la velocidad que el conductor ha programado previamente


Al hacerse cargo de la velocidad que lleva el vehículo, facilita la labor del conductor liberándole de tener que controlar el velocímetro y de tener que modular con el pedal del acelerador


Por tanto, el control de velocidad permite al conductor fatigarse menosal reducir el número de tareas que hay que controlar durante la conducción, lo que debería repercutir en una mejor concentración en el resto de tareas, como el control de la dirección. También permite descansar un poco la pierna derecha.


Además del cansancio, que el vehículo se encargue de mantener una velocidad de forma constante permite también poder evitar posibles multas de exceso de velocidad por despiste del conductor, así como el mantener un ritmo de conducción constante y relajado durante un largo viaje.


Para evitar situaciones peligrosas, el sistema se cancela y deja de funcionar en cuanto el conductor toca el pedal de freno o el de embrague. Si el conductor pisa el acelerador para ganar un poco de velocidad durante un momento, por ejemplo para evitar conducir en paralelo con otro coche en la autopista, el sistema se mantiene en espera y vuelve a funcionar y a ajustar la velocidad prefijada en cuanto el conductor suelta el acelerador.

Limitador de velocidad


Prácticamente todos los vehículos modernos que cuentan con control de velocidad de crucero tienen también la función del limitador de velocidad.

Esta función no mantiene la velocidad, sino que evita que el conductor supere la velocidad prefijada por acelerar demasiado. El sistema anula el acelerador cuando el vehículo llega al tope prefijado y por mucho que se pise el coche no gana más velocidad.

Sólo se desactiva automáticamente si el conductor pisa hasta el fondo el pedal del acelerador, por ejemplo, para poder salir de una situación comprometida o para no eternizar un adelantamiento.

Otros consejos sobre el control de velocidad


Una cuestión que hay que saber del control de velocidad de crucero es que el sistema mantiene la misma velocidad con más eficacia que un conductor, ya que éste no puede estar mirando el velocímetro en todo momento. La contrapartida es que con el control de velocidad de crucero el coche acaba gastando más combustible que cuando es el conductor quien modula el acelerador.


La razón está en que en los repechos, sean pequeños o largos y en general en cualquier cuesta arriba, el control de velocidad intentará no perder ni un solo kilómetro por hora sobre la velocidad prefijada, acelerando lo que sea necesario.

Sin embargo, un conductor se mantiene en un rango de velocidad y no a una velocidad exacta, lo que provoca que el coche suela perder algo de velocidad en las cuestas arriba y ganar algo en las cuestas abajo, sin que casi se aprecie, resultando en un menor gasto de combustible.

Esta circunstancia hace también tener la sensación de que el coche se acelera demasiado en las cuestas arriba, y de que nos comemos a los coches que rodaban a nuestra velocidad en la zona llana. Y viceversa en las cuestas abajo, donde parece que el coche va frenado y que de pronto te adelanta todo el mundo.

Opiniones de los hermano Tiggeros sobre el uso 

Vehículo: T2

Comentario: Al utilizar el sistema se puso observar lo siguiente:

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