Obra y Proyección del Socialismo
La Obra del Socialismo
El socialismo en un proceso de treinta años, en cada país (URSS, China Popular), entregó al mundo dos grandes potencias obreras de carácter popular:
La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS (1917-1956), con 15 naciones unificadas en una sociedad comunitaria, con base al poder obrero, campesino y popular, bajo el centralismo democrático.
China Popular (1949-1978), uniendo al pueblo chino, expulsando el imperio japonés, a los colonialistas norteamericanos, ingleses, franceses, holandeses y portugueses y haciendo las transformaciones del campo y la ciudad, construyendo las Comunas Populares y creando nuevas relaciones sociales y costumbres sin explotación ni sojuzgamiento.
Las transformaciones realizadas tienen una gran connotación en cuanto que la revolución socialista, tuvo que atender no sólo la construcción de la nueva economía, la sociedad y la cultura, sino que a su vez, defendió al nuevo Estado y al pueblo de las agresiones de las grandes potencias, se opuso a las dos grandes guerras mundiales propiciadas por la burguesía internacional para el reparto del mundo entre sus socios financieros y empresariales y agigantó sus esfuerzos con el apoyo de las mujeres para que los hombres pudieran marchar a defender la revolución y derrotar el nazifacismo, consiguiendo las dos cosas; en este segundo caso, el triunfo en la segunda guerra en los días siguientes al 1° de mayo de 1945 al entrar triunfante el ejército rojo en Berlin, ante la actitud vacilante de los aliados, interesados en sacar provecho de la situación haciendo que el pueblo socialista colocara la cuota de sacrificio. En este entorno se construyó el socialismo naciente. La URSS perdió 36 millones de personas, China Popular 24 millones, los perdedores de la guerra (Alemania, Japón e Italia) 20 millones, Estados Unidos 1 millón.
La magnitud del trabajo no queda completo si no hablamos de los países que se integraron a esta corriente revolucionaria que cubrió la tercera parte de la humanidad. Entre ellos: Albania, República Democrática Alemana, Bulgaria, República Popular Democrática de Corea, Cuba, Checoslovaquia, Hungría, Mongolia, Polonia, Rumania y República Democrática del Vietnam. Y otras tantas naciones y organizaciones que como los países del tercer mundo, se acercaron para participar a favor del campo socialista y de alguna manera combatir al viejo régimen que hoy sigue imponiendo los rezagos dejados por el esclavismo, el feudalismo, con prácticas características de la burguesía, aplicadas por medio de sus grandes corporaciones financieras, industriales y comerciales, con sus acostumbrados métodos de explotación, despotismo del "garrote y la zanahora" ejercido por unos pocos en detrimento del pueblo en general, propiciando la degradación personal y social (indigencia, prostitución, narcotráfico, tráfico de armas, especulación y crisis, desplazamiento, guerras, atentados a la naturaleza) y el envilecimiento de personas y pueblos (desempleo, jornadas de 8 y más horas de trabajo, extracción de plusvalías).