Los cuentos nos han acompañado desde la infancia ya que nuestros padres compartían una lectura corta antes de dormir, desde pequeños, conocemos historias clásicas como: los tres cerditos, blanca nieves y los siete enanos. Este tipo de textos, pertenecientes al género narrativo, nos permiten conocer diferentes mundos llenos de fantasía y mensajes que nos generan nuevas expectativas.
Por: Luis Matías Ciro Román. Grado 5°
En una ciudad muy lejana había una casa en la que ocurrían hechos paranormales, de los cuales no se tenía mucha claridad. La familia que vivía en aquella casa sentía temor, Susana, la hija mayor y hermana de Julián y Sami, fue la primera que empezó a percibir sensaciones extrañas en la casa, esto sucedía más que todo en las noches. Susana decidió contarle a su padre lo que le estaba pasando, pero él no le creyó. Cuando Julián cumplió sus 12 años también empezó a sentir lo mismo que su hermana. Susana y Julián no sabían que hacer ni a quien recurrir.
Un día Julián estaba viendo tele y de repente salió un comercial en donde les daban una información muy extraña que decía: “Esta casa es mía y nadie más puede estar aquí” esto lo decían con una voz gruesa y tenebrosa. Al ver esto y escucharlo Julián se asustó y se dirigió donde Susana, y le contó lo del comercial. Susana estaba desesperada, estaba buscando la manera de convencer a su padre. Sami no tenía idea de lo que estaba pasando, pero si notaba la angustia y el temor que poseía a sus hermanos.
Una noche cuando el reloj marcó las 11:55, estas fuerzas se apoderaron de Susana, quien perdido por completo el conocimiento, pero a la vez sintió o soñó que estas fuerzas extrañas querían abandonaran la casa. Susana, poseída, logró llegar a la habitación de sus padres y empezó a hacer cosas muy extrañas como: girar la cabeza 180º, andar como un animal, estaba flotando y hablando con una voz gruesa y tenebrosa, distinta a la de ella. Sus padres estaban muy asustados por lo que sucedía, en ese momento su padre reacciono y recordó que Susana le había comentado algo muy similar a lo que estaba pasando, y se tiró al piso a hablarle y pedirle disculpas a su hija por no haberle creído. En ese momento Susana recordó que la motivación inicia cuando se tiene un gran sueño y un gran deseo de hacerlo realidad.
Esa frase la hizo reaccionar y despertó, empezó a llorar y pedir perdón. Al día siguiente su padre se levantó temprano y va donde un grupo de paranormales y les cuenta su situación. Carlos, un experto investigador de actividad paranormal, escuchó todos estos hechos y se ofreció a brindarles su ayuda para encontrar una solución a su caso. Cuando llegaron a la casa Julián se estaba intentando ahorcar pero ya era demasiado tarde, Julián estaba muerto. Su padre se sentía culpable, pero sabía que tenía dos hijos más que lo necesitaban, no era hora de estar fuerte y luchar contra las fuerzas oscuras.
Carlos se puso en acción y distribuyó en toda la casa distintas cámaras con audio por las cuales logró escuchar voces de niños pidiendo ayuda. Aquellas voces le mandaron un mensaje que decía que ellos se tenían que ir de la casa, pero además tenían que sacrificar al niño menor de la casa para quedarse con su alma y descansar en paz, de lo contrario perseguirían al resto de la familia. Carlos les comentó esto a Susana y a su padre pero ellos deciden que nunca iban a permitirlo, era ilógico, pero estaban decididos a irse.
Carlos se sentía presionado y recurrió a un amigo. Este amigo Felipe decidió ayudarles con otras estrategias que tenía. Felipe va a la casa tenebrosa y llevó un muñeco que tenía el aspecto de Sami, lo dejó en la puerta y cuando sintió que las fuerzas se acercaban, destapó una botella sagrada y encerró allí a las fuerzas malignas.
La oscuridad había desaparecido y la casa se llenó de tranquilidad. Susana y toda su familia ya estaban más tranquilos y siguieron viviendo en la casa por siempre, aunque extrañando siempre a Felipe.
Fin.