Las camas de espuma viscoelástica para perros son una excelente opción para tu fiel amigo. ¿Por qué son buenas para los perretes? ¡Vamos a verlo!
Las camas viscoelásticas están fabricadas con espuma de poliuretano. Esta espuma es conocida por su «memoria», lo que hace que se adapte perfectamente al cuerpo de tu mascota, ideal para que descanse a pata suelta.
Proporciona soporte ortopédico: La espuma viscoelástica se adapta a la forma única del cuerpo de tu perro, esto es buenísimo para sus articulaciones y huesos.
Reduce los puntos de presión: Al distribuir el peso de manera uniforme, son especialmente beneficiosas para perros viejitos o con problemas en las articulaciones.
Mayor durabilidad: Suelen durar más que las camas tradicionales, pero claro, también depende de lo borrico/a que sea tu amigo/a.
Es importante seleccionar una cama que sea lo suficientemente grande para que tu perro pueda estirarse cómodamente, aunque luego prefiera el sofá. Mide a tu perro mientras está acostado para guiarte más o menos al elegir el tamaño de la cama.
Si tu perro es muy activo y juguetón, te hará falta una cama resistente que pueda soportar su energía.
Si tu perro es viejito o tiene algún problema articular, es importante elegir una cama que ofrezca un soporte ortopédico adecuado. Las camas de espuma viscoelástica son muy buenas para amortiguar de alguna manera el dolor y así conseguir que este un poco menos incómodo.
Limpieza regular: Para mantener la cama de tu perro limpia y libre de olores, límpiala con regularidad. Quita la funda y lávala según las instrucciones del fabricante, y aspira la cama para eliminar los pelos de tu amiguito.
Cambia la funda: Si la funda de la cama se desgasta o se rompe, es importante reemplazarla, que a tu perro lo mismo le da igual pero tu proteges su salud.
Para mantener su forma: Para que la cama de tu perro te dure más tiempo, evita doblarla o comprimirla en exceso. Colócala en un lugar fresco y ventilado cuando no se use para ayudar a mantener su forma y densidad.