CAM GIRLS (2024) es una performance indisciplinada de exaltación multimedial, un palimpsesto de escrituras digitales y sexualidades irreverentes. La performance, el videoarte y la danza conviven con una curaduría musical en formato DJ set. El espacio virtual y el espacio escénico se entrelazan en una conversación entre el cuerpo y las pantallas. Jugando con lo cinematográfico y lo instalativo, permite presentarse mediante diferentes dispositivos, con la posibilidad de habitar el museo, el cine, la fiesta y el teatro.

Las plataformas de venta de contenido erótico estallan en la sociedad contemporánea como reflejo de la conversión del cuerpo en imágen, donde habitar un cuerpo virtual implica construir una sexualidad pornográfica. Entre algoritmos de hipersexualización y comunidades NSFW, dos jóvenes se abren camino en el universo de los fetiches. Encuentran en el nicho de la dominación femenina un modo de desestructurar prácticas hegemónicas y efectuar su propia venganza remunerada de humillación y sumisión masculina, así como una vía de ascenso social latinoamericana en el mercado internacional.