Bosquianadas se inspira en personajes de la obra de El Bosco, relacionándolos con situaciones vividas por familias, alumnos y docentes durante la crisis del COVID, e ilustrando los claroscuros y retos a los que se enfrenta nuestro sistema educativo.

Bosquianadas pretende ser una cuchillada -la que atraviesa las orejas gigantes en el lienzo del maestro Jheronimus-, un aviso a navegantes, un exorcismo creativo que si no disipe la incertidumbre, al menos nos la haga más llevadera; una bocanada, un aliento, suspiro fugaz que evoca lo vivido, toma aire y nos impulsa a reconstruir juntos lo perdido.