• La principal radica en que ambos recursos logran despertar el interés por parte del alumnado.

• Mientras que las TIC pueden considerarse como la parte física con qué se hace, las metodologías activas e innovadoras forman parte más del cómo se hace.

• Es conocido que los dispositivos electrónicos seducen a los niños y jóvenes. También se puede mencionar que el uso de estos recursos aporta inmediatez y disponibilidad, en donde la información se encuentra al alcance de la mano, pudiendo acceder a ella en cualquier momento.

Realidad Aumentada, Realidad Virtual, Impresión y escaneado 3D, Software específico, Robótica,  Estudio de Televisión & Audio

• El uso de las metodologías activas permite incentivar diferentes tipos de aprendizaje que forman parte de los nuevos modelos educativos. Con estas nuevas experiencias educativas se busca enseñar al individuo cómo aprender, desde el autoconocimiento de sus potencialidades. Se estila el uso de los conocimientos previos que los estudiantes tengan, para que, en base a las relaciones que puedan establecer, sean capaces de formar nuevos pensamientos y, de este modo, formular y entender nuevos conceptos. Esto es lo que se conoce como aprendizaje significativo.

• La importancia de las TIC y metodologías activas puede definirse en la capacidad que desarrollan los estudiantes para saber utilizar la tecnología en pro a su propio crecimiento personal, académico y profesional. Es decir, son necesarias y útiles para alcanzar el aprendizaje centrado cuyo objeto principal es el estudiante.

La clase se divide en pequeños grupos de trabajo y cada uno tiene que investigar un tema elegido de forma democrática y que esté relacionado con el mundo real, dando sus propias soluciones

A esta metodología lo que le caracteriza es que los objetivos del alumnado se encuentran vinculados entre sí de manera muy cercana, por lo que cada uno de ellos sólo lograda el suyo si el resto de la clase también consigue los suyos propios.

En esta metodología activa, el alumnado debe resolver un problema que le plantea el profesor con el objetivo de mejorar sus habilidades y su conocimientos. Facilita la interdisciplinaridad y consigue un incremento de la curiosidad del estudiante.

Se desarrolla en tres fases. Una primera de tipo informático en la que se definen los objetivos y se organizan los grupos; una segunda que es la simulación en sí; y una tercera de tipo evaluativa en la que los alumnos debaten sobre qué habría ocurrido si hubieran tomado otra decisión. Sus beneficios incluyen: fomento del pensamiento crítico, mejora de la comunicación oral y/o escrita, resolución de problemas…

Combina los espacios de trabajo de los estudiantes tanto en el aula como en la casa. En la primera, es decir en el aula, se realizan las actividades creativas, mientras que en la casa se llevan a cabo los contenidos teóricos.

Se basa en una dinámica de juego en la que el alumno se implica para superar una serie de objetivos. Con esta metodología se busca que el alumnado desarrolle la motivación por las tareas y la ayuda mutua con sus compañeros de clases.