Hacia el futuro... se pretenden construir analogías con nuevos medios técnicos de representación de imágenes, exaltando la fusión, la novedad y la exploración, tan cuestionadas por el halo tradicional del mundo flamenco ortodoxo. En cuanto al movimiento se establece un lenguaje propio, dejando a un lado lo académico y la sistematización de patrones motores repetidos sin análisis ni transformación.

Se interpreta el decálogo del baile flamenco de Vicente Escudero, ilustrado por primera vez en El Trascacho, lugar de encuentros artísticos en Barcelona, la noche del 9 de diciembre de 1951.

1. Bailar en hombre.

2. Sobriedad.

4. Las caderas quietas.

6. Armonía de pies, brazos y cabeza.

7. Estética y plástica, sin mistificaciones.

8. Estilo y acento.

9. Bailar con indumentaria tradicional.

10. Lograr una diversidad de sonidos con el corazón.