Vagando por el mundo en busca de la sutil conexión entre el arte y el sentimiento, encontré en el tatuaje una forma de expresión profunda y verdadera.
Mis primeros pasos los di en un pequeño pueblo de Córdoba, España, llamado Hornachuelos.
Allí, tanto sus habitantes como los forasteros abrazaron mi trabajo con una calidez que siempre llevaré conmigo. Agradezco profundamente su confianza y apoyo incondicional.
Me alejé durante un tiempo, movida por el deseo de descubrir nuevas emociones y aventuras. Sin embargo, el destino —fiel guardián de nuestros caminos— me trajo de vuelta a lo que soy: a mi lugar, a mi arte… y tal vez, a mi verdadero propósito.
Hoy me hallo en Málaga, aunque mi alma viajera aún regresa, de cuando en cuando, a mis raíces o se deja llevar por otras ciudades.
Sin más preámbulos, comparto con ustedes algunas de mis obras, nacidas del alma y la tinta.
Gracias por acompañarme en este recorrido y que la vida les sonría en cada paso de su camino.
Algunos de nuestros tatuajes