Los comerciantes cuentan sus estrategias para lidiar con la inseguridad; refugiarse tras las rejas, abrir más tarde y cerrar más temprano. Mientras, no hay consecuencias para los ladrones.
Por Macarena Tapia
Jorge Gabriel Juárez, conocido por los vecinos como “Jorgito”, recibió a la cronista en su pequeña oficina de Juntos por Pilar después del mediodía para iniciar una recorrida por el centro de Pilar. El tema de la inseguridad preocupa tanto a los vecinos como a los comerciantes. Por eso, Juárez mantiene un diálogo continuo con ellos para escucharlos y conocer sus necesidades.
Jorge Gabriel Juárez es candidato a concejal del partido Juntos por el Cambio. Créditos M. T.
El punto de partida fue un kiosco ubicado sobre la peatonal. Allí, Omar, contó que es dueño desde hace más de 23 años y que ayuda constantemente en el municipio ya que es miembro de la agrupación de Comerciantes Unidos de Pilar. Declaró, con cara de angustia: “Está mal esta zona, lo peor que hay en este momento es la venta ambulante y los mecheros: la competencia nos liquida, duermen en los bancos, se drogan, pelean, hasta hacen sus necesidades en plena peatonal. Tienen mucha libertad para hacer lo que quieren”.
Luego, contó que ahora que se acercan las elecciones hay más presencia municipal, pero no suelen verse policías. Además, agregó que los faroles que rodean la peatonal no funcionan, que no hay donde estacionar, y que la gente no compra porque tiene miedo de que les roben lo que compraron en el trayecto hasta sus autos.
“Todo esto influye en nuestras ventas, la gente deja de venir cuando ve esta situación”.
Omar.
Omar: “Antes de las ocho de la noche se termina el día, abrimos más tarde y cerramos más temprano”.
Crédito: CM de JxP
Asimismo, se indignó al contar que no hay comunicación entre el Estado y los comercios, ni siquiera en épocas de campaña. “Pagamos muchísimos impuestos, tasas, y no tenemos ni luz ni seguridad. Algo hay que hacer, no se puede seguir así”, reclamó. Tras unos minutos de charla y desahogo, Omar señaló el botón de seguridad que se encuentra a unos metros de su kiosco y dijo que tampoco funcionaba. Juárez, se entrometió en la charla y explicó que las cámaras de seguridad tampoco lo hacen. “No ven las plazas, no ven hacia la peatonal, ¿A dónde miran? No hay ni wi-fi. Te pintan un dibujo que no existe”, exclamó con bronca.
Siendo las 13:30 del mediodía, había todavía cantidad de transeúntes recorriendo por la peatonal. Mientras, Jorge contó que el gran pedido de la gente es que haya policías a pie, que caminen y observen lo que sucede. Al pasar frente a una escuela, dijo que por allí entraron ladrones para robar en el local de al lado, al cual le robaron todo y nunca se encontró a los culpables. Es más, justo en la puerta de la escuela, había tres policías riendo y conversando entre ellos.
Sobre el otro lado de la plaza principal, se encontraba el comercio de Silvina y Diego, una pareja que vende productos electrónicos hace 20 años. Silvina comentó que la situación actual está complicada y que vivir en dicho municipio es muy inseguro.
“Tarda más la policía en firmar el acta que el ladrón en estar libre”.
Silvina.
Luego, afirmó que mientras no haya consecuencias para los ladrones, la situación no iba a solucionarse, porque los ladrones amenazan a los vecinos y dicen que, si quieren, pueden matar porque no van a la cárcel.
Silvina: “Caminás y fíjate si ves un policía, son un maniquí disfrazado”.
Crédito: CM de JxP
Por su parte, Diego contó que en el año 2019 entró un joven a robarle su teléfono, el cual contenía fotos y recuerdos de su madre fallecida. Él, cansado de la situación, salió a buscarlo hasta que lo encontró, horas después. “Si yo lo puedo agarrar, ¿po rqué un policía no?”, se preguntó. Además, explicó que los policías lo cuestionaron por haber perseguido a un ladrón que le robo “un telefonito”. “Me cuestionan más a mi que soy la víctima, que al ladrón. Es el mundo del revés”, agregó indignado.
Acumulando cada minuto más angustia, contó que, a su hermana, en Villa Morla, le robaron seis veces en el transcurso de dos semanas. A tal punto, que debió mudarse. Incluso, fueron testigo de “chorros” robando gomas de autos a las 10 de la mañana, a plena luz del día. “Ya roban a cualquier horario y a cualquier edad”, añadió Silvina.
El comerciante recordó una anécdota desoladora, cuando hace unos meses le robaron a su hijo. “Llamé 4 veces al 911, mi mujer 4 veces, y los vecinos muchísimas también. No aparecía la policía”, afirmó. Contó que como aún no había rastros de la policía, ellos mismos atraparon al ladrón, quién maltrató a su nuera. Finalmente, cuando la policía llegó, les admitió que no eran de la zona, por lo que no sabían cómo llegar y se habían perdido.
Tras minutos de charla, la pareja, con tristeza, declaró que no hay nadie que tome las denuncias, y que la gente no las hace porque es perder el tiempo. Además, hablaron de la situación económica del país: “Tenemos que mantener el local abierto hasta tarde, hay que arriesgarse, porque, sino, no se vende”.
La última parada fue la feria artesanal que se encuentra en la plaza principal. Allí estaba Laura, la presidenta de la Asociación de Artesanos. “No hay patrullaje, vivo a cuatro cuadras y no veo a nadie pasar por ahí”, reclamó. Para finalizar expresó su preocupación por la venta ambulante: “Hoy no vendí nada, y la semana pasada sólo diez mil pesos”.
Laura: “Pilar es una puerta giratoria, los ladrones entran y salen y está naturalizado”.
Crédito: CM de JXP
El recorrido finalizó a las cuatro de la tarde. Durante el regreso, el candidato a concejal reflexionó sobre la necesidad que tienen los comerciantes de desahogarse. Lo que expresan los comerciantes de Pilar es que el intendente no los escucha, no está al tanto de sus preocupaciones, de sus pedidos ni de sus conflictos. Como explicó Omar, Pilar es uno de los municipios que más impuestos paga, pero de los más afectados por la inseguridad. En palabras de Jorge Juárez: “La tecnología vino a reemplazar a la policía, y no funciona. Antes tenías un policía en la esquina y, por lo menos, corría. Queremos personal a pie, que vea los comercios, que nos conozca. Los patrulleros son caros y gastan nafta. El intendente hizo desfilar a los kartings y nunca más se vieron por acá”. Asimismo, según Julián Argüello, comerciante de Pilar, habilitar un negocio y pagar las tasas e impuestos es realmente difícil y por eso los comerciantes se están yendo de Pilar. Y agregó: “De noche el centro de Pilar no tiene vida, porque cierra todo debido a la inseguridad”.