ἀταραξία

El cuerpo no miente, pero a veces susurra cosas que nuestra mente no llega a escuchar. Ataraxia nace de una inquietud personal y colectiva: la tensión invisible que habitamos en el entorno académico y la necesidad de encontrar herramientas para navegarla.

Este proyecto, mi Trabajo Final de Grado para la Licenciatura en Artes Electrónicas (UNTREF), explora el cruce entre la tecnología, la biología y la conciencia. No buscaba crear una solución médica, sino un objeto estético y funcional que actuara como un espejo metacognitivo.

Para ello, diseñé y construí "El Ataraxio", un dispositivo biométrico de hardware libre (basado en ESP32) que mide la Respuesta Galvánica de la Piel (GSR) en tiempo real. A diferencia de las "cajas negras" comerciales, este dispositivo es transparente y modificable, permitiendo una apropiación real de la tecnología.

La experiencia, el experimento central de mi TFG consistió en someter a 17 participantes a estrés cognitivo controlado para luego guiarlos hacia la calma mediante estímulos trasmodales. Los datos revelaron un hallazgo fascinante: un desacople entre lo que el cuerpo registra y lo que la mente percibe. Mientras que el aroma a lavanda lograba reducir la activación fisiológica en un 25%, la percepción subjetiva de los participantes variaba, abriendo un espacio rico para la reflexión.

Ataraxia es más que un experimento; es una performance de datos y una invitación a la introspección. Es la demostración de que las Artes Electrónicas pueden construir puentes entre la rigurosidad científica y la sensibilidad humana, devolviéndonos una imagen más completa de nosotros mismos.

Registro de la performance