En matemáticas, el dominio de una función es el conjunto de todos los valores de entrada (variables independientes) para los cuales la función está definida y produce un valor de salida válido. En otras palabras, el dominio es el conjunto de valores que puedes "alimentar" a la función para obtener un resultado significativo. Cada función tiene restricciones sobre los valores de entrada que puede aceptar, y el dominio establece cuáles son esos valores permitidos.