Diversos espacios y situaciones de Sinaloa le son comunes. No es para menos: es originario de la ciudad cañera de Los Mochis. Y las siglas de la UAS le son particularmente familiares: fue su alma máter, por supuesto que antes de cantar Amor de estudiante. Vino al mundo hacia la década luminosa de los años 40, en plena Edad de Oro, e inicio su carrera artística entre los vaivenes novedosos de los 60, en esa etapa donde la juventud se impuso y llegó a hacer una revolución cultural que cambió todo para siempre. Su esfinge de espiga, coronada por un cabello voluminoso, alcanzó la fama en 1966 al grabar aquello de que los amantes ya se habían ido y que las hojas de los árboles cubrían los campos: Amor de estudiante hizo a Roberto Jordán, o él le dio sonoridad a los amores juveniles de verano. Hizo los honores a la UAS durante los festivales de 2014 y 2016, sorprendiendo con su capacidad interpretativa y una vitalidad como de amor de verano. Sigue habiendo Roberto Jordán para rato. Y para siempre.