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Introducción
La acción de
dar de comer a otros siempre ha sido la vanguardia de la benevolencia entre los
seres humanos. Incluso, cuando se trata de animales, la acción de ocuparse y
dar de comer a un animal, no sólo es una antítesis de la prohibición de hacer
sufrir a los animales, sino que ha sido ejemplo de acciones que elevan y dejan
una marca en el desarrollo ético de la persona. Por ello, la Torá siempre apoya
y promueve esta acción, y no es casualidad que los Patriarcas y grandes del
Pueblo de Yisrael se hayan caracterizad–desde sus inicios- por ser preocupados
por el bienestar de sus animales.
Por otro lado,
existe un gran Concepto que se ancla como una de las bases más sólidas para los
Yehudim, que es el acato y honor al día de Shabbat. El Respeto al Shabbat, como
en muchas otras ocasiones se ha publicado, se logra a través de acato de
Reglamentos que van desde Mandamientos de la Torá, hasta ordenanzas decretadas
por los Sabios de Bendita Memoria. Entre éstas, existe una prohibición de ocuparse
de los animales, en el día de Shabbat…
Siendo así… ¿Cómo
se podría administrar una decisión, en el caso en que coincida una necesidad de
dar de comer a un animal y esta necesidad ocurra en el día de Shabbat? ¿El
Shabbat dará paso a cubrir esta necesidad o esta necesidad dará paso al Shabbat?
¿Cuál debería ser el calibre de una necesidad para ser tomada en cuenta en esta
cuestión?
Preguntas
¿Es permitido,
en Shabbat, dar de comer a los animales y aves?
Argumentos
Abejas
En el Talmud
(Shabbat, 155:2) está escrito que si una persona tiene abejas
fabricadoras de miel, y, en Shabbat,
quiere ocuparse de ponerles un balde de agua para que sacien su sed…, no debe
hacerlo. Y así dijo la Mishná: “no se colocará agua delante de
las abejas (en Shabbat)”. Asimismo, la Mishná agregó: “no se les
dará agua, a las palomas que están en el palomar”. La Guemará
explica que justamente cuando se trata de agua, es prohibido darles a dichos
animales en Shabbat, debido a que el hombre no necesariamente tiene bajo su responsabilidad
mantenerlos vivos, y no es necesario que el ser humano los abastezca, pues aquéllos
(animales) tienen la posibilidad de ir a buscar dónde tomarla…
אין נותנין מים לפני דבורים ולפני יונים שבשובך אבל נותנין לפני אווזין ותרנגולין ולפני יוני הרדיסיות
Pero, en el caso
de otros alimentos que sí les sea necesario, y sea imposible encontrarlos para
comerlos, entonces: será permitido darles de comer, en el día de Shabbat.
Para justificar esta explicación, el Talmud, trae una Baraitá que afirma
que es permitido darle de comer al perro, en Shabbat, aunque no al
cerdo. Explica la Guemará que, al perro, sí, debido a que éste
depende de la comida que le da su amo, mientras que, en el caso del cerdo, no
está sujeto a su amo. Según RASH”I, el caso del cerdo es
excepcional debido a que no está en la potestad de un Yehudí criar un cerdo
(RASH”I recordando a Maséjet Sotá 49:2).
En resumen, los
animales cuyo sustento dependa de la persona (por ejemplo, su dueño, y
siempre y cuando estos animales no puedan conseguir la comida por su cuenta),
podrán éste(a) surtirle de alimentos en el día de Shabbat; de lo contrario,
no será permitido darles de comer en el día de Shabbat y/o en Yom Tob.
Por
consiguiente, por ejemplo, en un caso en que un pájaro haya llegado al balcón
de la casa de uno, o al jardín, no será permitido darles de comer ni beber,
dado que su sustento no depende necesariamente de él, y el mencionado animal lo
puede encontrar fácilmente en otro lugar; y así es la conclusión del Bet
Yosef (Simán 324).
אין נותנין מים ולא מזונות לפני דבורים ולא לפני יוני שובך ויוני עליה ולא לפני חזיר אבל נותנין לפני אווזין ותרנגולים ויוני בייתות וכן לפני כלב שמזונותיו עליך:
En el Shulján
Äruj (Simán 324:11), está escrito que –en Shabbat- no se puede dar ni
agua ni comida, delante de las abejas, de las palomas, ni de los cerdos, pero,
sí se le puede dar a aves que dependan netamente de uno, como por ejemplo,
gallinas, es permitido. En cuanto a las abejas, a las palomas, y otros seres
por el estilo, por cuanto que son animales que tienen un campo de esparcimiento
altamente extenso y encuentran independientemente su sustento, se justifica una
prohibición de darles de comer en Shabbat.
Motivos
de la Prohibición
I. Esfuerzo Intenso
El Lebush
(O.J., Simán 324:11) dice que el motivo por el cual los Sabios prohibieron
darle de comer a aquellos animales es que: ocuparse (en darles de comer), implica
en tener que molestarse (esforzarse) demasiado en Shabbat. Esta prohibición
fue denominada abreviadamente por los Sabios como “Esfuerzo Intenso”, lo cual está prohibido en el día de Shabbat;
la raíz de este decreto rabínico es que la persona debería estar concentrado,
pendiente u ocupado únicamente en asuntos que pongan de manifiesto al día de
Shabbat, y, al someterse a un esfuerzo intenso, se desestabilizaría dicho
objetivo.
II. Dash - Meämer
El RAMBA”M
sostiene que esta prohibición ancla su base en la posibilidad de que la
persona esté tentada a triturar (con lo cual traspasaría la Prohibición de
la Torá de moler) los granos (típico alimento para el animal), o
mezclarlos con agua para hacerlos pastosos (y traspasaría una Prohibición
de la Torá de amasar o hacer una pasta). Esta posición del RAMBA”M fue
recopilada por el BA”J (O.J., Simán 324).
דהרמב"ם ז"ל כתב לשם וז"ל אין מאכילין בהמה חיה ועוף בשבת כדרך שהוא מאכיל בחול שמא יבא לידי כתישת קטניות או לידי לישת קמח וכיוצא בו וכו' והשתא קאמר רבינו דבהני דאין מזונותיו עליך ל"מ דמזונות אסור ליתן לפניהם שמא יבא לידי איסור
¿Fórmulas permitidas?
Shabbat
Shirá
A. Dice el Maguén
Abraham (Simán 324:S.K.7) que, en el Shabbat que se Lee la Perashá de la
Shirá (Beshalaj), algunos acostumbran a colocar granos de trigo delante de las
aves…
יש נוהגין לתת חטין בשבת שירה לפני העופות ואינו נכון שהרי אין מזונתן עליך ועב"י שלא כדברי הע"ש:
Pero, exclamó “¡esto
no es correcto!”, y basó su argumento en (lo dicho por el Shulján Äruj) que
la alimentación de dichas aves no están “a cargo del ser humano” (no
necesitan del ser humano para alimentarse, pues éstas pueden ubicar y comer por
sí mismas su alimento sin que se lo dé el Yehudí). Y concluyó el autor que se
debe anular esta costumbre (pues contradice por completo a la Ley).
En
Invierno
B. Dice el Ölat
Shabbat (Simán 324:S.K.17), a raíz de la conclusión del Maguén Abraham, que
¡no hay que anular dicha costumbre! Explica que la prohibición
–expuesta por el Talmud- de dar de comer a las palomas, fue dicha
exclusivamente para la estación de verano, debido a que, en esta temporada, el
clima es favorable para (a) que dicha ave pueda volar libremente sin
miedo a distancias y trayectos largos que permitan encontrar independientemente
su sustento, y (b) haya sustento a su disposición. Pero, en una
temporada de invierno, en la que al campo de acción de dichas aves está
limitada y el alimento pudiera estar opacado por la nieve o simplemente
inexistente: es muy probable que cualquier acción de darles de comer –por
parte del ser humano- les sea necesario para su sustento; en estas
condiciones, sería permitido dar de comer a dichas palomas en Shabbat,
y, en consecuencia, se podría mantener dicha costumbre.

No obstante,
la opinión de Rishonim, tales como el RI”F y el RAMBA”M no
establecieron una diferencia entre las estaciones para prohibir darle de comer
a las palomas en Shabbat, y, por ello, el Maguén Abraham se mantuvo en su
postura de prohibirlo aun en invierno. No sólo eso… El Eliyá Rabbá, el BA”J,
el Shilté Haguiborim y el Najalat Tzebí sostienen como la opinión
del Maguén Abraham, y prohíben dar de comer a las palomas, debido a que,
en general, no depende del ser humano para su sustento.
¿Al
término del banquete?
C. El autor
del Éshel Abraham, el Rab Abraham David ben Asher Anshel Wahrman de
Butshtash, analizando la raíz de esta
prohibición, concluyó que podría hallarse un subterfugio que llegaría a
resultados que permitan dar de comer a las palomas en Shabbat. Y dice que la
persona podría aprovechar, en el momento en que se dispone a despejar y limpiar
la mesa, después de la Seüdá de Shabbat, para trasbordar las migajas de pan que
quedaron encima del mantel y depositarlas en un sitio que sea cómodo para
que las palomas accedan y coman (por ejemplo, el balcón). Y esto
no será considerado que lo hizo un esfuerzo especialmente para las palomas,
sino como un proceso de desecho de las migas de pan que, de igual forma (con el
mismo esfuerzo), tenía que hacerlo, con la única diferencia que, en vez de
colocarlo en el pipote de la basura, lo coloca a la disposición de estas aves.

No obstante, se podrá alegar que esta acción
podría ser muy bien autorizada bajo el enfoque de aquellos que sostienen que el
motivo de la prohibición de dar de comer a los animales ancla sus bases específicamente
en la Prohibición de “Esforzarse demasiado en Shabbat”…, pero, no por aquellos
que sostienen que el motivo es la sospecha de que termine moliendo o amasando
granos. Además, aunque alguien quisiera agarrarse del motivo que daría el
permiso, ¡quien tiene el poder de vulnerar un decreto rabínico, sobre la base
de que uno de sus motivos sea vulnerable! Para derogar un decreto rabínico se
necesita más que eso… (Se necesita que venga un Tribunal Rabínico más grande,
en calidad y cantidad, para proceder a su anulación).
¿Si el niño lo da?
D. Continuando con el Éshel Abraham (Simán 167),
su autor dice que solía dar de comer a los gatos en Shabbat, por medio
de un artificio… Servía comida para el gato en un plato, y le pedía a un
niño -menor a la edad de Bar Mitzvá- que se lo sirviera al animal. De esta
manera, ya que se trata de un decreto rabínico y no de la Torá, se
podría permitir darle de comer al mismo, considerando que lo hace por medio de
aquel niño -quien por su corta edad- está exento de Mitzvot, y así se puede
proceder sin que esto implique un desacato a la Ley. Y así se podría la persona –por medio de un niño- solucionar,
por ejemplo, en Shabbat Shirá (Beshalaj), para cumplir con una costumbre de dar
a las aves de comer, sin desacatar el decreto rabínico mencionado, y sin
cuestionamiento alguno. Y todo esto debido a que, de esta forma, no se
consideraría que hay siquiera un Shebut (tipo de Decreto Rabínico de
Prohibición de contundencia moderada).
Como prueba a sus palabras, recordó que existe una
Prohibición de extraer o succionar la leche de una vaca en el día de Shabbat…
Pero, acotó que es permitido hacerlo,
por medio de una acción no convencional (en forma indirecta), cuando el
motivo sea restar o suprimir el sufrimiento del animal (Tzaär Baälé Jayim),
como por ejemplo, si la vaca está sufriendo porque se ha acumulado demasiada
leche y debe despejar su ubre. Por consiguiente, analizó el Éshel Abraham
que si, por quitar el sufrimiento a un animal, se permitió una acción –que
habría sido restringida, en condiciones normales, en el día de Shabbat, por los
Sabios (Isur de Rabanán)- siempre y cuando lo haga de una manera inusual (o
indirecta), entonces: con más razón, se permitirá cuando se trate de una acción
de menor restricción (Shebut) realizada –por medio de un niño- como
lo es la acción de darle de comer a un animal carente de alimento.
Provocar trasgredir al menor
Por otro lado, en el Shulján Äruj (O.J., Simán
343:1) dice que una persona tiene prohibido dar de comer alimentos no
casher “con las manos” (directamente), a
un niño (quien no tiene obligación de la Torá de acatar esta Ley), aunque
se trate de comida prohibida solamente por los Sabios. Y es prohibido habituar
al niño a que incumpla con las advertencias de Shabbat y Yom Tob, aunque se
trate de un Shebut (acción de menor restricción). Según el RAM”A todo esto fue
dicho incluso por un niño que haya llegado a la edad de Jinuj (por ejemplo, un
niño de 4 años).
ולהאכילו בידים אסור אפילו דברים שאסורים מדברי סופרים וכן אסור להרגילו בחילול שבת ומועד ואפי' בדברים שהם משום שבות: הגה וי"א דכל זה בקטן דלא הגיע לחינוך אבל הגיע לחינוך צריכים להפרישו
Si es así, ¿en que se basaría un permiso dar de
comer a los animales en Shabbat, por medio de un niño, cuando eso sería
justamente hacer lo opuesto a la restricción del Shulján Äruj y el RAM”A?
Utilidad del permiso…En Shabbat Shirá
Educacional
(i) En el libro Livyat Jen (Simán 76), en
nombre del Or Phené Moshé, dijo que ¡esta costumbre (de dar de
comer a los animales en Shabbat Shirá) hay que mantenerla!…, debido a
que ésta viene a suplir –de alguna forma- el efecto que en la “fe” provocaba la
llegada diaria del “Man” –milagrosamente desde cielo a la tierra- al Pueblo de
Yisrael durante su travesía por el desierto (mientras ellos se esforzaban
en el estudio de la Torá, se enfocaban en la realización de Mitzvot y se
conducían con Bitajón) sin necesidad de trabajar para lograr su sustento.

En el Shabbat Shirá, día en que se Lee –el Séfer Torá- los versículos que
describen el milagro del “Man”, se acostumbra a dar de comer a las palomas,
para crear un escenario en que la persona se fije en cómo éstas se consiguen
–de pronto- su alimento, e simbolice así a la Misericordia Divina que es la que
sustenta a las mismas, sin que éstas se preocupen por su sustento; y,
de esta manera, se aprende de este escenario lo mismo que se aprendía del Man:
si una persona se conduce con Bitajón (Confianza y Seguridad en Hashem),
estudia Torá y realiza Mitzvot, Hashem le mandará su sustento en forma similar
a como ocurre con las palomas…
Insuficiencia del argumento
No obstante, se podría alegar a lo dicho por el
Phené Moshé que, aunque el motivo sea tan educativo (Musar), inspirador y
análogo, no es lo suficientemente contundente como comprender que se haya
generado un permiso de infringir una restricción de los Sabios en el día de
Shabbat. Es difícil empujar una prohibición de Rabanán por un legado de
Musar.
No del todo comparable
Pero, no sólo eso… Aun suponiendo que así fuere,
la comparación entre dar de comer a las palomas con la caída del Man se ve
opacada debido a que, en el momento en que sea el ser humano quien da de comer
a las palomas; y, más bien, pareciera que va en contraposición con el objetivo
de entender que estas aves reciben su sustento por parte de las Alturas, pues ¡el
escenario (de aquella costumbre) es que lo reciben por medio del humano!,
mientras que –del Man- ¡era claro que no había un intermediario que preparaba
la comida ni que tampoco la distribuyera y ubicara en su sitio donde la
encontraban!
El Jazón Ish
A través del libro Älenu Leshabéaj (Jélek 3,
Pág. 631), dice el autor que su cuñado, el Rab Jayim Kaniebsky, le
contó que su padre, el Rab Yaäcob Kaniebsky había optado por darle de
comer a los pajaritos, en el día de Shabbat Shirá… Contó que, en una
ocasión, se encontraba presente el Jazón Ish y le cuestionó “¿Qué
haces con ese plato?” –refiriéndose a la comida para aquellas aves- en aquella
ocasión. Y le respondió que, por cuanto que es el Shabbat Shirá, está
siguiendo con una costumbre de darles de comer a las palomas… El Jazón
Ish le acotó advirtiéndole que es prohibido darle de comer a los
animales en Shabbat (incluso en aquella ocasión). A partir de aquel
entonces, el Rab Yaäcob Kaniebsky no reincidió más en dar de comer a
las aves en Shabbat Shirá…, y pospuso el “horario de entrega de la comida a
las aves”, para el sábado en la noche… Lo curioso es que no es normal que las
palomas salgan a comer en las noche; pero, en su caso, las palomas sí iban a
comer justo en aquel sábado en la noche (Salida de Shabbat Shirá) surtiéndose
de su plato.
En defensa del milagro
(ii) El libro Livyat Jen, continuó en su
investigación de argumentos a favor de dar de comer a los animales en el
Shabbat Shirá… Y explica que había dos hombres malvados llamados Datán y
Abiram que, para confundir al Pueblo de Yisrael, en una ocasión, en viernes por
la noche, dejaron un Man sin recoger –en el mismo sitio donde solía aparecer
diariamente. El objetivo de esta treta era que el Pueblo de Yisrael tuviera
una evidencia de que, en Shabbat, sí caía el Man, opuestamente a lo que había
dicho Moshé.

De esta forma, las palabras de Moshé habrían sido descalificadas. Moshé
decía que recolecten el doble en viernes por mañana, para que les sirva para
Shabbat también, y Datán y Abiram decían que no era necesario tanto esfuerzo en
viernes, pues, en Shabbat también caería el Man. Para disipar este plan
macabro, el Todopoderoso hizo que aves se trasladaran hacia el lugar de los
hechos, y arrasaran con todo vestigio de Man… Por consiguiente, se
comprende el motivo de la costumbre de darle de comer a las palomas en
Shabbat Shirá, como agradecimiento de la acción que hizo Hashem –por medio de aves-
para hacer valer Su palabra y la de Moshé Rabenu, en lo referente al Man
(que, por cierto, empezó a caer después de haber pasado por el Mar Rojo, hechos
narrados en la Perashá que se Lee en Parashat Shirá).
Hay un libro, cuyo autor es Yehudí oriundo de
Marruecos avaló esta costumbre, y aludió este mismo motivo como base de la
misma.
Alcance de un agradecimiento
Por otro lado… Se podría alegar que si bien se
justificaría una retribución a las palomas por haber sido las intermediarias
del Todopoderoso para hacer respetar Su Palabra, por otro lado, habría que
verificar algún hecho que haya antecedido a éste, y se haya tomado una actitud
de agradecimiento similar al que aquí se dio lugar con esta costumbre… Al
investigar, se halla un hecho similar que ocurrió previamente… Se trata de los
perros de Egipto que no ladraron el día en que el Pueblo de Yisrael estaba
disponiéndose a salir de Egipto hacia su Libertad: en recompensa a este acto
pasivo de los perros, la Torá expuso que se les dará de la carne Nebelá (carne
de un animal puro que no fue faenado según el ritual ortodoxo judío). El hecho
de que los perros hicieron un esfuerzo sobrenatural en aguantarse y no ladrar
en la Salida de Egipto, justifica la recompensa de que se les dé de comer a los
perros (en este caso, la Torá se refirió a carne, como objeto de recompensa). Pero,
en el caso de las aves del desierto que fueron a comer del Man, era un acto natural
propio de un ave, y no fue un esfuerzo sobrenatural que ésta haya estado
haciendo... Por consiguiente, ¿por qué habrían las aves (por ejemplo,
palomas) de merecer la recompensa (por siempre) de que se les dé de comer (por
ejemplo, fijando este hábito en todos los Shabbatot Shirá de todos los años)?
No
por apetito sino por Fe
(iii) El Äruj Hashulján (Simán 324), por su
parte, alegó diciendo que la prohibición de dar de comer a los animales en
cualquier Shabbat del año es motivado a que el ser humano persigue netamente el
objetivo saciar el apetito del animal, y, por ello, estaría trasgrediendo
netamente esta prohibición. Pero, cuando el objetivo de darles de comer no
está indexado a la acción propiamente dicha de saciar su apetito, sino en crear
un escenario de recordatorio de la Fé y Confianza en Hashem que caracterizó
en la época en que caía el Man (cuya narración de su aparición y descripción
están en la Perashá de Shabbat Shirá), entonces, no se consideraría que
está traspasando esta prohibición de darles de comer a los animales.
Motivos sin eximir completamente
No obstante, si bien lo dicho por el Äruj
Hashulján evadiría muy bien una de las causas que motivaron a la prohibición de
dar de comer a los animales en Shabbat, no es así con todos los motivos. Según
la opinión que sostiene que la razón de esta prohibición es no causar demasiada
molestia en la persona en el día de Shabbat: es entendible que, cuando uno lo
haga por un asunto simbólico de refuerzo de fe, y no por saciar el hambre del
animal, podría ser permitido darle de comer en Shabbat; pero, según el motivo
que desestima quién pueda ser o no beneficiario de este acto, sino que estima
el que haya una probabilidad que provoque moler o amasar alimentos (no
necesariamente el mismo que se le esté dando): ¡no importará si lo hace para
elevar la fe de benefactor! Aun así seguiría siendo prohibido dar de comer a
los animales…
Alegría en el día Sagrado
(iv) El Älenu Leshabéaj registró otro
motivo que podría avalar la costumbre de dar de comer a los animales en el
Shabbat de la Shirá… Y explica que, en
Simjá Torá, hay una costumbre de tirar frutas en la Sinagoga, para que los
niños las recojan (hoy en día se hace con caramelos o snacks). Los niños
recogían las frutas y las colocaban en bolsos, las guardaban y las comían
cuando deseaban. El Eliyá Rabbá recordó que recoger frutas en forma
continua en Shabbat, en condiciones normales, debería ser prohibido, por
concepto de Übdín De_Jol (Acciones propias de un día hábil de la semana), y
se parece al Trabajo de Meämer (Acumular o Apilar Frutos) en Shabbat. Por
consiguiente, en Simjá Torá (que es Yom Tob) es también prohibido recolectar
frutas esparcidas… Y si es así, ¿cómo se permitió esta costumbre de que
los niños recolecten las frutas que están esparcidas en la Sinagoga en el día
de Simjá Torá?

Dedujo el Eliyá Rabbá (Simán 335, S.K.
5) que seguramente el motivo de haber transigido en esto es únicamente
por la grandeza de esta ocasión especial de la Mitzvá de Alegrarse con la Torá…
Por consiguiente, dedujo el Älenu Leshabéaj
que, si fue tolerada (permitida) lo que ha sido siempre una prohibición de
los Sabios de recolectar o empilar frutas que estaban esparcidas en la
Sinagoga por ocasión de una Mitzvá como ésta, entonces, también se debería
tolerar (lo que ha sido siempre una prohibición de los Sabios de) dar de
comer a los animales en Shabbat, con tal de lograr cumplir con la alegría de
dar de comer a las aves.
Por la Torá y los Novios
Antes de emitir una observación sobre este
argumento, vale recordar la base a una costumbre registrada sobre algunas
comunidades… Algunas comunidades acostumbraban, por cierto, en Simjá Torá
(Segundo día de Yom Tob de Sheminí Ätzéret Decretado por los Sabios de Bendita
Memoria), a realizar algunas actividades que serían prohibidas por los Sabios,
de no ser por la ocasión de la Mitzvá de Alegrarse con la Torá en este día tan
especial. Una de estas actividades consistía en adherir flores a la pared, por
medio del uso de clavos y martillos… Por ser que esta acción es clasificada
como una prohibición de los Sabios (debido a que todo Trabajo Prohibido en el Segundo
día de Yom Tob está prohibido por Decreto Rabínico), se deroga este Decreto en
forma momentánea, cuando se trate de una acción en pro del Honor a la Torá…

Y asimismo ocurre con otros decretos de los Sabios
en aquel mismo día de Simjá Torá (como por ejemplo, aplaudir y bailar), aparentemente
en base a lo que está escrito en el Baer Heteb (Halajot Simjá Torá), quien dictaminó que “permitieron –por el
honor de la Torá- aquello que estaba prohibido por los Sabios”.
De la misma manera, es sabido lo que ocurre, en el
caso de la alegría de los novios (por ejemplo, en los siete días de Jupá),
cuando coincide en Shabbat o Yom Tob (en relación a derogadas de decretos de
los Sabios, con tal de alegrar a los novios). La legitimidad de este motivo ha
sido avalada por los Sabios desde hace más de 500 años (desde los tiempos de
los Rishonim), por lo cual se considera como un motivo ya aceptado y certificado,
para cada ocasión similar a ésta… Pero, en lo que respecta a la alegría o buen
sentimiento que desborda al realizar una acción como la de dar de comer a aves
en el día de Shabbat Shirá, por más que se quiera alegar que se logra “alegría”,
no se encuentra un antecedente legal (desde los tiempos de los Rishonim) que lo
avale; y no se corresponde, ni a la alegría de la Torá en Simjá Torá, ni
tampoco a la alegría en cualquiera de los primeros siete días de casados de un
novio y una novia. Por consiguiente, es difícil encontrar un basamento que
determine, sin reserva alguna, que sea permitido darle de comer a los animales,
aunque sea en Shabbat Shirá.
Conclusión
En Shabbat y
en Yom Tob es prohibido dejar un plato de comida a disposición de animales, siempre
y cuando estos animales se valgan por sí mismo para conseguir su sustento, como
por ejemplo, gatos, palomas, pájaros que no estén enjaulados.
Pero, en el
caso en que una persona tenga un animal encerrado, enjaulado, o bajo su custodia,
y, además, éste (animal) no tuviese la posibilidad de llegar al sustento si no
fuera por medio de manos humanas, será permitido darle de comer en Shabbat,
como por ejemplo, a un pajarito enjaulado.
En cuando a la
acción de dar de comer a palomas (libres, no enjauladas) en Shabbat Shirá, ya
que (a) hay una discusión entre los Poskim sobre si es prohibido o no, y (b) no se registra –hasta ahora- una
costumbre sefaradí que la permita, entonces, será lo mejor no proceder con esta
costumbre.
Pero, en
cuanto a la comunidad judía Ashkenazí, si la persona ciertamente ha recibido
esta costumbre ancestral, podrá continuar con la misma únicamente en el día de
Shabbat Shirá.
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