Aceite y Vino
El Talmud, en Maséjet Berajot (43:2),
diserta sobre una persona a la que le trajeron aceite (para limpiarse
las manos) y vino, para acondicionar idealmente la recitación del “Zimún
del Bircat Hamazón”. Dice Bet Shamay que el aceite será tomado con la
derecha y el vino con la izquierda, pues tiene el deber de bendecir sobre
el aceite (que va a oler antes del Bircat Hamazón) y, después, sobre el vino
que sostendrá durante el Bircat Hamazón. Pero, Bet Hilel dice que ha de
ser sostenido el vino con la derecha y el recipiente de aceite con la mano
izquierda.
Aunque es claro que hay una discusión entre estas
dos escuelas, no obstante, estarían de acuerdo en que la mano derecha es la
prioritaria, y si únicamente hubiesen dispuesto de vino, ambos habrían
dictaminado que debe ser con la derecha la mano con la cuál asirlo para la
Mitzvá de Zimún. Y así lo dictaminó el Tur (Oraj Jayim, 206:4): “todo
elemento sobre el cual se bendecirá, ya sea para comerlo o para olerlo, deberá ser
agarrado con la mano derecha en el momento de la pronunciación de su bendición”.
El Bet Yosef (Simán 206) dice que lo
dicho por el Tur está evidenciado en el texto del Talmud (antes
referenciado).
Alimentos y fragancias
Pero, si bien, en base a estas
fuentes, se ha demostrado que se debería agarrar, con la mano derecha, al
elemento sobre el cual se bendecirá, por otro lado, algunos Poskim han
orientado este dictamen en función de lo que estrictamente está escrito “ya
se para comerlo u olerlo”, y, por lo tanto, concluyen que tomar un
elemento con la mano derecha es una exigencia que restringe únicamente
alimentos o bebidas, especias o perfumes, por ejemplo…. Pero, cualquier
otro elementos sobre el que fuera factible bendecir, no requerirá de la
exigencia de que se agarre necesariamente con la diestra, como por ejemplo,
agarrar el Talit mientras bendice en el mismo…
Y si alguien quisiera afirmar opuestamente a esta
vertiente, diciendo “así como se debe usar la mano derecha para sostener el
alimento o la especie aromática, mientras bendice sobre éstas, de la misma
manera habría que habría que con las bendiciones sobre las Mitzvot”, debería justificarlo
mediante una fuente que lo corrobore.
Objetos de Mitzvá
Al investigar, entre los Rishonim, se
encontró al Mordejí, quien a través de su Comentario al Maséjet Berajot
(Simán 149), en nombre del RAABI”A, dijo que toda Mitzvá
(todo objeto de Mitzvá) debe ser sostenido con la mano derecha. Y,
refiriéndose, en especial, al momento en que pronuncia las bendiciones en todo
asunto de Mitzvá, dijo: “es adecuado que lo agarre con la mano derecha”.
El RAM”A, en su Comentario Darké Moshé
(Simán 206:2), basado en el RAABI”A, dictaminó que se debe usar
la mano derecha para agarrar elementos de Mitzvá previo a su cumplimiento.
Pero, llama la atención que el Shulján Äruj
no registró el dictamen del RAABI”A… Aparentemente se podría interpretar -de su
posición- que sostiene que no es necesario hacer uso exclusivo de la mano
derecha sosteniendo el objeto de Mitzvá, para bendecir por ésta. Y esta
conjetura tendría su plataforma en que el Talmud únicamente dirigió el uso
exclusivo de la mano derecha con respecto al tema de bendición por comer o
beber alimentos y por oler fragancias.
No obstante, todavía se podría divisar la
posibilidad de afirmar que, si el Shulján Äruj –en el tema en cuestión- no
mencionó nada sobre con qué mano se habría de hacer las Mitzvot, eso no querría
haber dicho que está en desacuerdo o que no recibió el dictamen del RAABI”A. Su
omisión no refleja una posición clara… Pero, al hojear el Bet
Yosef (Oraj Jayim, Simán 212), es notable que hace referencia al Talmud
base de este tema, con el Comentario de RASH”I, quien explicó que Beth
Shamay dijo que se bendice por un aceite aromático con la mano derecha,
ya que por éste se debe bendecir de primero antes del vino (y, por ende,
el uso de la derecha corresponde a la prioridad en la bendición de alimentos o
aromas, y exclusivo cuando sólo se trata de uno de éstos). Continuó el Bet
Yosef, esta vez, refiriendo al Mordejí en nombre del RAABI”A,
diciendo que, de aquí, podremos deducir que cualquier bendición de cualquier
objeto de Mitzvá sea digno de ser sostenido con la mano derecha.
Y así también en la Habdalá… Se toma la copa de vino con la derecha, cuando
bendice por el vino, y luego coloca la fragancia en la mano derecha y bendice;
posteriormente deja lo que tiene en la derecha y se ocupa de la bendición sobre
el fuego con esa misma mano… Dice el
Bet Yosef que dedujo el RAABI”A que asimismo deberá ser con respecto a
cualquier objeto de Mitzvá… (Hasta aquí el Bet Yosef sobre el RAABI”A).
Omisión misteriosa
Sorprendentemente el Bet Yosef no
registró ninguna opinión que
antagonizara a la del RAABI”A, por lo que se podría suponer que el Bet Yosef
se quedó –como dictamen- con dicha opinión, en este asunto… Y si –a esto-
preguntamos ¿por qué el Talmud expresó únicamente al consumo alimentos y olida
de aromas para enseñar que hay que agarrarlos con la mano derecha?, se podría
responder que el motivo es que, en esa página del Talmud (Loc. Cit., Hoja
43), se estaba previamente disertando sobre diversos temas de alimentos y
fragancias –de hecho, casi todo el Pérek 6 habla sobre bendiciones sobre
alimentos y demás asuntos de disfrute-, y el Talmud continuó la tónica a
colación y en términos con los que se estaban exponiendo, mas sin nunca pretender
restringir el dictamen a dichos términos. En otras palabras, el Talmud quiso
mostrar cómo se debe agarrar un objeto sobre el cual se va a recitar una
bendición, sin importar si es de Mitzvá o si es de disfrute. Bajo este
enfoque, el Talmud los tomó como un ejemplo cualquiera (por cierto, de
la vida cotidiana), sin pretender aludir y limitarse a un tipo de bendición
específica. Por lo tanto, si el Bet Yosef omitió la extensión de este
aprendizaje para asuntos de Mitzvá, es porque el Bet Yosef sostenía que era
obvio (que la mano con que se agarra el objeto de Mitzvá para el
momento de la bendición sea la misma con la que se agarra un alimento
cuando es bendecido).
Mano Derecha
Siguiendo este lineamiento, el autor del Jésed
Laalafim, Rab Eliëzer Papo, en Halajot Tzitzit, describe los
pasos de cómo una persona se envuelve y viste el Talit. Cuando la
persona se va a poner el Talit, dejará doblado el Talit de una forma que sólo
se desdoble la región que cubrirá a la cabeza durante su envoltura. (a) Tomará
los dos extremos (doblados) del Talit con la mano derecha, dirá -en esta
postura- la bendición de Lehitätef Betzitzit, e inmediatamente (b) volverá a
agarrarlo con las dos manos (anexará también la mano izquierda), y se lo
pondrá.
Se desprende -de este enfoque del Jesed Laalafim-,
que (a) inicialmente se ha de bendecir sobre la Mitzvá del Talit,
mientras este atuendo se encuentra sostenido exclusivamente con la mano
derecha. Cuando termine de pronunciarla, (b) podrá usar también la mano
opuesta para auxiliarse finalmente en la puesta del mismo.
En la práctica, se podría decir que un hombre tiene
la capacidad de prensar y sostener todo un Talit con una sola mano, en
especial, la derecha. Y, por lo tanto, se puede entender que halájicamente se
factible esta postura.
El Caf Hajayim (Simán 22:S.K.9) dice que, en
el momento en que se va a decir la Berajá, deberá asirlo únicamente con la mano
derecha. Y trae la prueba del Shulján Äruj (O.J., 206:4), donde está
escrito que todo elemento sobre el que se bendice, ya sea para comerlo o
para olerlo, requiere asirlo con la mano derecha cuando bendiga.
Y agregó el Caf
Hajayim: “…y así es la Costumbre de los Mekubalim de la Yeshibá de Bet
El, ¡que Hashem la Guarde y la Cuide!”. El Caf Hajayim vuelve y
recalca: “y no como pocas personas que agarran el Talit con la dos manos en
el momento en que bendicen por el Talit”.
¿Y en la práctica?
A pesar de lo hasta ahora dicho, en la práctica, no
es difícil ver autoridades rabínicas que no se conduzcan bajo este estricto
lineamiento, sino que bendicen el Talit mientras lo asen con las dos manos,
desde el principio… Si es así, ¿cómo se explica que tantos hayan dejado de
lado la opinión del Caf Hajayim, y no bendijeran, con las dos manos, sobre su Talit?
Algunos han querido responder a esta pregunta
suponiendo que, dado que el autor del Caf Hajayim era Mekubal (cabalista) y se
desenvolvía en un ambiente de costumbre cabalista, no ha de extrañar que haya
seguido ese mismo lineamiento, y hasta haya descrito como “pocos”,
a aquellos extranjeros que llegaban a su Bet Hakenéset y bendecían sobre el
Talit con la postura diferente a la estipulada por las autoridades
cabalísticas…
Salvándolo de caerse
Por otro lado, el Rab Yosef Jayim de Bagdad,
a través de su libro Öd Yosef Jay (Año I, “Bereshit”, Ot 4) diserta
sobre el caso en que una persona tenía el Talit agarrado y justo cuando dijo la
bendición se le cayó al piso. Si ya dijo la Bendición, y luego se le cayó el
Talit, está permitido que se ponga de nuevo el Talit sin decir otra vez la
Bendición. Continuó el Öd Yosef Jay trayendo otro caso, en el cual, “una
persona está diciendo la Bendición, y, antes de que pudiera terminarla, se le
cae al piso pero ‘queda agarrado todavía de la otra mano’”.
Independientemente de cuál fuere la respuesta especifica del caso, queda
evidenciado, por el planteamiento que formuló el autor, que su opinión es que, en
condiciones normales, un Talit podría o debería ser tomado “con las dos manos”
-para el momento de la bendición- y no exclusivamente con la mano derecha.
“Manos” evidentes
El Maamar Mordejay (Simán, 8:17) trae una
Halajá redactada que deja en evidencia similar al uso de las dos manos al
momento de bendecir el Talit: “una persona que estaba agarrando el Talit, para decir la bendición correspondiente, y se
le cayó el Talit ‘de sus manos, a la tierra (piso)’ y no
quedó sujeta ni siquiera a una de sus manos...”.
De la misma manera, el autor del Shiyuré Kenéset
Haguedolá, dejó sentado, en la redacción de su texto, que el uso de las
dos manos, al momento de bendecir, es una práctica correcta y propia de la
puesta del Talit.
En resumen, el Jesed Laalafim y Caf
Hajayim están en favor del uso de una sola mano, en especial, de la
diestra, para sostener el Talit mientras bendice previo a su colocación;
pero contrariamente, el Öd Yosef Jay, Maamar Mordejay y Kenéset
Haguedolá dejan entredicho, a través de su redacción, al igual que muchos
otros Ajaronim (Baer Heteb, Shaäré Teshubá, etc…), lo obvio que es la
práctica de tomar un Talit con las dos manos en el momento de su
bendición, antes de ponérselo.
Ninguna prueba en contra
En el Halajá Berurá (O.J., 8:4), dice el
autor que le extrañó no haber encontrado uno solo de los Poskim que afirme
que el Talit deba ser sostenido con una sola mano antes de bendecir sobre
el mismo. Y trae, como prueba, al Öd Yosef Jay, entre otros. Asimismo, defendió
este tema alegando que lo dicho por el Caf Hajayim no es una contraprueba,
pues ponerse el Talit es diferente a todas las Mitzvot.
Polémica didáctica
Contrariamente, el autor del Yalkut Yosef
narra que, en una oportunidad, un alumno de él le mostró un libro, cuyo
autor era contemporáneo con él, que registraba que no encontró ningún Posek que
afirme que haya que usar la mano derecha exclusivamente para agarrar el Talit
mientras se bendice por él. Asimismo, le mostró que aquél libro afirmó
que lo dicho por el Caf Hajayim no es derivable del tema expuesto en Simán
206. El alumno, entendiendo lo difícil de su aseveración, le fue a
preguntar al propio autor de ese libro, y este último no
le dio justificativo alguno…
Forma de uso
En aras de buscar un motivo para justificar
el uso de las dos manos durante la bendición del Talit, sin contradecir la
opinión del Mordejí, ni a los demás que comparan el tema de bendición de las
Mitzvot con el Simán 206, se podría alegar, quizá, que la obligación de usar la
mano derecha para asir el objeto de Mitzvá, en el momento de bendecir por ésta,
corresponde a casos de Mitzvot que requieren y tienen la factibilidad
de ser agarrados (sus objetos de Mitzvá) con la mano derecha durante su
uso; por ello, se bendice con esa misma mano. Pero, cuando una persona se
pone un Talit, se necesita a ambas manos para envolvérselo y vestirlo…
1. Siendo así, cuando se vaya a decir la bendición,
(a) si la persona tratara de asirlo únicamente con la mano derecha
y bendecir “Lehitätef Betzitzit” en esa postura, entonces, cuando termine de pronunciar
esta bendición, no podrá ponerse el Talit inmediatamente sin depender
de hacer un movimiento ajeno a la puesta del mismo: y va a estar
prácticamente tentado a interrumpir el proceso moviendo y anexando la
participación de la otra mano (ej. izquierda) para asir el Talit, lo que se constituiría
en un paso de retardo y leve interrupción entre la bendición y la
colocación del Talit. Pero, contrariamente, (b) cuando se opta por decir la
bendición, asiendo el Talit con ambas manos, lo único que queda
es directamente ponérselo sin pasar por un proceso intermedio alguno,
evitando interrupciones.
Por lo tanto, para la mayoría de los Poskim ha
sido tan importante evitar esta leve interrupción, que fue preferible
que se transigiese permitiendo asir con las dos manos, al Talit, antes de su
bendición, consiguiendo -con esto- que esté todo listo para cumplir con la Mitzvá
de Ätifat Talit en forma inmediata a la bendición, sin interrupción.
Interrupción
2. Además, dado que las bendiciones sobre las
Mitzvot van acorde y funcionan como preámbulo para la Mitzvá
propiamente dicha, es entendible que, a la hora de bendecir, no tenga que exigirse
más que la postura con que se concreta la Mitzvá misma. Y, por ello, en lo
referente al Talit, es comprensible que así como la Mitzvá se hace con las dos
manos, la bendición se debería permitir hacer en esa misma postura. Y, en el
resto de las Mitzvot que son realizables factible y hábilmente, usando
únicamente la mano derecha: sí se podrá afirmar que requieran igualmente del
uso exclusivo de la mano derecha y no de ambas.
El vino del Zimún
En el Shulján Äruj (O.J., 183:4), en Halajot
Bircat Hamazón, está escrito que, cuando una persona agarre la copa de vino
de Zimún (Bircat Hamazón), no debería auxiliar su agarre con la mano izquierda.
מְקַבְּלוֹ בִּשְׁתֵּי יָדָיו, וּכְשֶׁמַּתְחִיל לְבָרֵךְ נוֹטְלוֹ בִּימִינוֹ, וְלֹא יְסַיַּע בִּשְׂמֹאל
El Rab Moshé Senir, a través de un texto de
su autoría, quiso argumentar, a la posición de permitir, el uso de las
dos manos para la bendición del Talit, diciendo que, si para agarrar el
vino, la Halajá ha exigido que sea únicamente con la mano derecha, y, más
bien, sería inconveniente hacerlo con la izquierda, entonces, debería ser
considerado esta discriminación igualmente a hora de bendecir por la Mitzvá de Talit.
No obstante, ha de ser recordado que la Ley de
la copa de vino de Zimún contiene unos detalles que son propios de su tema
y no necesariamente extrapolables a otro. El sentido que tiene procurar no brindarle participación a la
mano izquierda en este proceso, es para que no haya ninguna huella o manifiesto
de sentimiento de pesadez en la Mitzvá, al punto que necesita usar las dos
manos para ello (en especial cuando el peso de una copa de vino sea ligero)…
Más todavía, según el Cabalá, el vino es símbolo de (invocación a la) Justicia,
y, por lo tanto, si la persona comete la osadía de asir con la mano izquierda
el vino, estaría, más bien, duplicando la (invocación de) Justicia, lo que se
traduciría en un riesgo mayor para la persona que no se cuide de agarrarlo
únicamente con la derecha… Pero, en lo referente al Talit, el cual requiere
-como atuendo- lógica y físicamente de la participación de ambas
manos para ponérselo, no habría pie para pensar que la participación
conjunta de la mano izquierda ponga de manifiesto un sentimiento de pesadez,
pues, si no usara la también la izquierda, sería problemática su
colocación, cosa que no ocurre con el vino. Y, en cuanto a la Cabalá,
la simbología de Justicia duplicada sólo persiste cuando se agarra el vino con
la mano izquierda, pero, no con respecto a un Talit.
Conclusión
Es correcto asir con las dos manos al Talit, con la
derecha y con la izquierda, para el momento en que vaya a bendecir por el mismo,
y así es la costumbre a nivel mundial.
La costumbre de algunas congregaciones de
Mekubalim, acostumbran a asir el Talit con la mano derecha, únicamente para el
momento de la Bendición sobre el mismo.