Dificultades en la Penetración y el orgasmo. Sexologo Barcelona

Xavier Conesa Lapena – Carme Serrat Bretcha

C/ Gaietà Vinzia, 11-13

MOLLET DEL VALLES

C/ Santa Anna, 26

BARCELONA

C/ Diagonal (cantonada) Passeig de Gràcia

BARCELONA

Tel 93 570 71 54 (petición de visita)

conesa_psicologo@yahoo.es

Xavier Conesa Lapena

(Montcada i Reixac, 1956) és un psicòleg i sexòleg català. El 1990 fundà el Centre de Psicologia Aplicada a Mollet del Vallès entitat dedicada als tractaments psicològics en adults,adolescents i nens. Compatibilitzà aquestes tasques amb les teràpies de parella i disfuncions sexuals masculines i femenínes, establint col.laboracions amb institucions dedicades a la salut mental,especialment de la comarca del Vallès. Posteriorment, posa en funcionament l’Institut Superior d’Estudis Sexològics (I.S.E.S.) a Barcelona, dedicat a la docència de la sexologia: postgraus, masters i cursos específics reconeguts d’Interès Sanitari pel Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya. L’Institut manté conveni de col.laboració amb la Universitat de Barcelona, Universitat de Girona,Universitat Ramon Llull i Universitat Oberta de Catalunya i

Centre d’Estudis Universitaris de California, Illinois

Tutor de pràctiques externes de la Facultat de Psicologia (UB) de la Universitat de Barcelona des de l’any 1.999

L’any 1997 es va especialitzar en els tractaments específics per a la depressió a través de la luminoteràpia, essent un dels capdavanters en la investigació i implantació d’aquesta teràpia a nivell estatal. Informacions al respecte publicada al periòdic El Mundo, articles periodístics a Consumer i al periòdic Público.

Ha estat també coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya.

Al llarg de tots aquests anys, ha establert col.laboracions en mitjans escrits, ràdio i televisió.Enllaços externs

- Pàgina Oficial de Xavier Conesa Lapena

- Acta Constitucional de l’Institut Superior d’estudis Sexològics I.S.E.S.

- Col.laboració Docent del Practicum de Psicologia de la Universitat de Barcelona

- Col.laboració Docent amb la Universitat de Girona

- Col.laboració en tasques de formació amb la Universitat Ramon Llull- Acord de Col.laboració amb la Universitat Oberta de Catalunya U.O.C.- Conveni de Col.laboració Acadèmica amb Centre d’Estudis Universitaris de California, Illinois

- Reconeixement de l’Ajuntament de Mollet del Centre de Psicologia Aplicada

- Referències sobre la investigació en Luminoteràpia al periòdic “El Mundo”. Any 2.005

- Investigacions sobre Luminoteràpia, Referències al periòdic “Público”. Any 2.007

- Coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya

- Miembro de la Federacion Española de Especialistas en Sexologia

- Publicacions

Carme Serrat Bretcha

Licenciada en Psicologia Colegiada nº 3.086 Adultos e Infantil (Universidad de Barcelona)

Diplomatura de Postgrado en Logopedia (Universidad Autonoma de Barcelona)

Certificación para el tratamiento de la Fundación Catalana del Sindrome de Down.

Diagnostico y Terapia Infantil (Instituto Medico del Desarrollo Infantil)

Tutora de practicas Universidad de Barcelona y Universidad Ramon Llull

Terapeuta Sexual i Familiar

Coordinadora de l’Institut Suparior d’Estudis Sexològics I.S.E.S.

Professora d’Integració Social i Atenció Soció Sanitària

Professora de Comunicació alternativa, Atenció a persones amb dependencia,

Assessora Psicològica d’escoles bressol.

Assessorament a pares

Tutora de Pràctiques Universitat Oberta de Catalunya

Conferenciant de temes relacionats amb la psicologia infantil.

TRACTAMENTS

TRACTAMENTS DE LA PERSONALITAT

Tractament de la Depressió (VIDEO)

http://www.curar-depresion.com (TOT SOBRE DEPRESSIÓ)

Xavier Conesa Lapena

· Colegiado número 4.977 Psicologo-Sexologo

· Psicólogo Clínico. Universidad de Barcelona 1980

· Miembro Numerario de la Academia de Ciencias Medicas de Catalunya y Baleares

· Miembro Numerario de las Secciones de Sexologia y Salud Mental (ACMCB)

· Psicoterapeuta Humanista. Universidad Pontifia Comillas. Instituto de Ciencias Sanitarias y de la Educación 1.987

· Psicodramatista. Ayuntamiento de Barcelona. Area de educación (Escola Municipal d'Expressió i Psicomotricitat) 1.988

· Eutonia. Técnicas de relajación. Ayuntamiento de Barcelona. Area de educación 1.989

· Terapeuta grupal. Ayuntamiento de Barcelona (Escola Municipal d'Expressió i Psicomotricitat) 1.990

· Sexologia. Terapia de pareja. Institut Català de Psicologia (Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya) 1.994

· Terapeuta Cognitivo-Conductual. ISEP. (Institut Superior d'Estudis Psicològics) 1.995

· Curso de Psicofarmacologia para Psicólogos. Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya 1.999

· Tutor de Practicas de Psicologia. Facultat de Psicologia. Universidad Ramon Llull. Desde 1.997

· Tutor de Practicas de Psicologia. Facultat de Psicologia Universidad de Barcelona. Desde 1.998

· Coordinador del Grup de Treaball de Sexualitat del COPC

Carme Serrat Bretcha

· Licenciada en Psicologia Colegiada número 3.086 Adultos e Infantil (Universidad de Barcelona)

· Diplomatura de Postgrado en Logopedia (Universidad Autonoma de Barcelona)

· Certificación para el tratamiento de la Fundación Catalana del Sindrome de Down.

· Diagnostico y Terapia Infantil (Instituto Medico del Desarrollo Infantil)

· Tutora de practicas Universidad de Barcelona y Universidad Ramon Llull

· Terapeuta Sexual i Familiar

· Coordinadora de l’Institut Suparior d’Estudis Sexològics I.S.E.S.

· Professora d’Integració Social i Atenció Soció Sanitària

Dificultades en la Penetración. Dificultades en el Orgasmo. Investigaciones

María acude a consulta a principios de este año, por que ha estado en diferentes ginecólogos y todos coinciden en el diagnóstico, padece vaginismo. Le aconsejan que siga tratamiento psicológico para resolver dicha patología.

La anamnesis: Se trata de una paciente joven de 28 años, que vive con su pareja desde hace 6 meses, desde Agosto 2010. Son pareja con Javier desde hace 5 años. La familia inicial estaba formada por ella, que es la mayor y su hermana de 26 años (fallecida en Marzo 2010, causa de la muerte un cáncer que dura 6 meses. Inicio Septiembre 2009), el padre ya había superado un cáncer antes, en el 2007, antes de que la hermana enfermase, pero en Abril 2010, un mes después de la muerte de la hija en una revisión le encuentran restos. En Enero 2011 antes de que venga a consulta le informan que el padre “está limpio”. Además su estado de ánimo me comunica que ha afectado a su rendimiento en el trabajo, trabaja como administrativa de Relaciones Laborales (aunque ella es diplomada en Relaciones Laborales).

Ella explica que indicios de vaginismo aparecen ya desde su primera relación cuando tenía 17 años, pero que se agrava durante la enfermedad de su padre en 2007, impidiéndole ya el coito.

Pasamos a analizar su universo personal:

Pareja: Javier trabaja como encargado en una fábrica de componentes plásticos y trabaja por turnos, esta situación laboral es desde hace 10 años, es decir desde el principio de la relación con María.

Javier está muy disgustado y de hecho María acude a consulta por que es su pareja quien le pide que lo haga, ella dice 2necesitaba un empujón”

Amigos: Se ha distanciado mucho de ellos porque ha estado muy pendiente de su padre, de su hermana y además su tristeza comenta que no quería transmitirla a los demás.

Trabajo: Paralelamente a la enfermedad de la hermana ha tenido problemas con un chico en el trabajo que la trataba con frialdad, llegando además a la humillación, viéndose obligada a comunicarlo a sus superiores, con el consecuente malestar.

Familia inicial: Desde el 2007 quería ir a vivir con Javier al piso que habían comprado, pero desde 2007 hasta Agosto de 2010 Javier vive solo durante gran parte de la semana en el piso de ambos, María no quiere abandonar a su familia cuando el padre está enfermo, por que ella es la “fuerte” de la familia, la que mantiene los ánimos de la madre y la hermana, después descansa un tiempo y con el inicio de la enfermedad de la hermana, sujeta emocionalmente a los padres y acude día sí día también al hospital a acudir a su hermana, sin dejar de trabajar en ningún momento.

Família Política: Los padres de Javier son muy tradicionales y no ven con buenos ojos que no se casen y vayan a vivir en pareja. Además son muy intrusivos especialmente la suegra, que aparece sin avisar con unos tupper de comida, “para su hijo”

Hobbies: no hay

Deporte: hace tiempo que no va al gimnasio, se siente agotada y desmotivada para ir.

Sexo: No le apetece pero se fuerza a tener relaciones una vez por semana, durante las cuales se masturban mutuamente y hace llegar al orgasmo a Javier a través de la felación. No hay coito, ni acercamiento, si se produce o Javier lo insinúa se bloquea totalmente, pasando 15 días sin relaciones de ningún tipo.

Nunca se ha masturbado ella misma, pregunta ¿para qué si tengo pareja?

Sobre el vaginismo le comento:

El vaginismo como ya te habrán explicado se define como un espasmo de la musculatura del tercio exterior de la vagina, que se produce ante cualquier intento de penetración. Habrá notado una imposibilidad que seguramente también le habrá manifestado su ginecóloga de confianza, como si no existiera la abertura vaginal o un muro no permitiera el acceso. El dolor acompaña a nivel anticipatorio y en el momento mismo de la penetración. Aunque eres capaz de experimentar orgasmos siempre y cuando la penetración quede excluida. En algunas épocas quizás has sido capaz de realizar el coito sin dolor…

Se trata de una disfunción más difusa de lo que se cree. El miedo a sentir dolor en la penetración es sólo la punta del iceberg, deberemos rascar y funcionalizar algunos aspectos de su universo personal. Trabajando conductas y pensamientos enraizados limitantes. Así pues las causas se sitúan en las experiencias de vida que cada mujer sufre.

A su pregunta sobre si se puede curar el vaginismo, le comento:

Fundamentalmente se trata de ir llegando a la resolución del problema que te ha traido a mi consulta, a través de la desensibilización sistemática, con el objetivo de ir disminuyendo la ansiedad que va unida a la situación que te provoca temor y rechazo, asimismo seguiremos a través de la psicoterapia verbal que hoy hemos iniciado y a la que a través de diferentes técnicas que uso en consulta ir trabajando los distintos aspectos de tu vida, iniciando por tu trayectoria personal, de vivencias en relación al sexo, que puedan haber ocasionado a nivel inconsciente problematicas sexuales no resueltas y que han ido perfeccionando y concretizandose en tu situación actual. Te comento además que será necesario según acordemos que tu pareja acuda a consulta, para que entienda mejor como puede ayudarte y actuar en cada momento para que ambos vivais mejor el proceso de resolución.

En la sesión segunda, acuden ambos.

Después de escuchar al marido-pareja deparadamente de la mujer, para que exprima sus preocupaciones e interrogantes, a los que le responderé dando calma, normalidad y transmitiendo la idea de que se puede resolver pero que encesitaremos de su comprensión y participación en el proceso. Se une a ambos y les explico que no van a mantener relaciones sexuales, más allá de lo que estipulemos en consulta, por un lado para aliviar a la mujer y por otro para dar inputs de que la recomendación no proviene de la negativa de la mujer.

El objetivo de los acercamientos físicos debe ser el bienestar de ambos, no el cumplimiento final de excitación u orgasmo y así se les explica y pide a ambos que intenten cambiar los pensamientos mantenidos has la fecha.

Les aclaro, diferentes puntos que seguramente tienen como interrogantes:

- Evidentemente la espontaneidad no va a tener espacio en los primeros momentos de la terapia, pero que el resultado a medio plazo puede compensar dicha pérdida.

- Que a veces los primeros ejercicios o aproximaciones no salen bien, que no se desanimen, que el proceso tiene un porcentaje muy elevado de éxito.

- La pasividad y la queja no son amigas del cambio, y cambiar en su caso es negativo. Plantearse si realmente se quiere resolver.

- Mantener la prohibición de relaciones sexuales, entiendo que soy una persona externa que interfiere en la voluntad de la pareja, pero el venir a consulta es debido a que tal y cómo han ido haciendo las cosas, no les ha dado mejores resultados, que le den a la terapia una oportunidad, tienen poco que perder y mucho que ganar.

El plan de la terapia, lo iremos adaptando, las primeras sesiones serán semanales y las iremos espaciando según acordemos.

La sexualidad va asociada a la flexibilidad, variabilidad, bienestar, diversión y juego.

La tercera sesión será con María a solas. En la consulta haremos las sesiones pertinentes para averiguar y reformular experiencias pasadas, trabajar el duelo de la hermana, el modo de acercarse a la enfermedad, los pensamientos anticipatorios sobre la propia persona.

La primera sesión sobre la temática específica trabajaremos con psicoterapia visual y haré que trabaje algunas imágenes en casa, redactando las emociones que le producen...Inventando historias con contenido sexual...

Después de algunas sesiones separados, tendremos sesión conjunta donde repasaremos algunos conceptos y estableceremos equiparidad en las prioridades a nivel de relación sexual entre ellos.

Llegar o no llegar; uno o varios; largo o corto... Es curioso que los aproximadamente de tres a diez segundos que dura un orgasmo den pie a tal cantidad de cuestiones en torno a su origen, desarrollo, tipología, evolución, ausencia, etc.

El hecho de ser considerado como el “momento estelar” de todo encuentro sexual crea tal expectación a su alrededor que pudiera llegar a parecer que se trata de algo exógeno, una especie de don o premio al que aspirar en cada encuentro amoroso, cuando en realidad, el orgasmo es la consecuencia última de toda una serie de factores que convergen en la faceta sexual de cada persona.

El objetivo principal de este presente trabajo es precisamente exponer todos y cada uno de esos múltiples aspectos relacionados con la respuesta orgásmica de la mujer, tanto desde el punto de vista fisiológico como desde otras perspectivas más psicológicas, emocionales e incluso lúdicas; dicho en otras palabras, añadir luz sobre una cuestión que, en cierto modo, sigue siendo una gran desconocida. Un segundo objetivo, al que personalmente no le resto importancia, recae sobre la responsabilidad de romper con ciertas ideas falsas y aclarar una serie de ideas erróneas acerca de ese momento puntual y efímero que supone el clímax y volver la mirada hacia otras cuestiones como pueden ser las zonas erógenas, el papel que juega la autoestima, la importancia de los besos y las caricias, las distintas posturas que se pueden adoptar, la introducción de elementos como la intriga o el factor sorpresa, los juegos y juguetes eróticos... son sólo algunas de “esas cosas” que son igual de importantes y que podemos utilizar a nuestro favor ya no sólo para alcanzar el orgasmo sino para disfrutar al máximo de cada encuentro sexual que es, en definitiva, de lo que se trata. Y es que no sólo de orgasmos se nutre el placer.

Investigaciones cientificas

I. La personalidad sexual de la mujer:

La actitud sexual de la mujer suele ser más variada y presenta más matices que la masculina, ya que está menos centrada en el coito en general y en el orgasmo en particular. Aunque el deseo femenino puede ser igual de intenso que el del hombre, factores como la emotividad, la ternura y el afecto siempre subyacen a la excitación.

Algunas teorías señalan que el hombre ama cuando desea, mientras que la mujer desea cuando ama o, al menos, cuando existe algún tipo de intercambio emocional. Lo cierto es que tanto la personalidad sexual como la forma de experimentar el orgasmo y llegar a él difieren mucho en mujeres y hombres.

Desde la Prehistoria, la personalidad femenina se ha movido más en el plano de las emociones y los sentimientos, de ahí que su vertiente sexual tienda a desarrollarse en el ámbito de la ternura, la seguridad y la aceptación de su integridad personal. Es por eso que sus encuentros sexuales siempre tienen una carga emocional más intensa que en el caso de los hombres, cuya sexualidad, tanto por cuestiones fisiológicas como psicológicas y educacionales, tiende a ser más agresiva y a estar más desvinculada de los sentimientos.

Por otro lado, hay evidencias claras de que la sexualidad femenina está muy influenciada por el tipo de pareja que se tiene o se ha tenido. Especialmente en aquellas mujeres con un nivel de autoestima bajo, el concepto que tienen de su sexualidad y de la actitud que deben adoptar en cada encuentro está muy condicionada por sus primeras relaciones sexuales y la forma en la que sus compañeros las hicieron sentir.

También, y aunque las cosas han cambiado bastante en los últimos tiempos, la impronta que marca el tipo de educación recibida por las mujeres puede contribuir a definir su perfil sexual.

Para definir un perfil sexual maduro y propio, los expertos recomiendan no quedarse ancladas en prejuicios ni experiencias pasadas: la sexualidad es una parte de la personalidad en contraste evolución y debe constituir una vertiente de la conducta en la que los cambios no sólo se acepten sino que se busquen. Asimismo, es importante evitar fijar un comportamiento dentro de una determinada categoría.

Este cambio de actitud respecto a la personalidad sexual es la mejor antesala para disfrutar de unos orgasmos plenos y satisfactorios. Y al hilo de esto, otra de las peculiaridades de la vertiente sexual femenina es que la satisfacción generalmente se asocia al estado posterior a la consecución del orgasmo. Existe un término poco conocido que abarca la gratificación que puede sentir una mujer aún sin haber alcanzado las contracciones que caracterizan el clímax. Se trata de un estado de satisfacción y plenitud emocional que algunos expertos denominan orgasmo psicológico y que puede estar presente en mujeres con relaciones estables de larga duración, puesto que su sexualidad está expuesta al efecto de la habituación, la rutina, el cansancio, la cotidianidad y a todos aquellos elementos que de una u otra forma intervienen en la sexualidad de las parejas durante la convivencia.

Las últimas evidencias científicas sobre el perfil sexual femenino demuestran que existe una muy marcada diferencia entre lo que piensan y cómo actúan con relación al sexo las mujeres que trabajan y las amas de casa. Las trabajadoras son sexualmente mucho más activas que las amas de casa, debido a que están acostumbradas a acometer con más dinamismo sus labores en el competitivo mundo de hoy para poder triunfar. Como resultado, desarrollan un temperamento más agresivo, son más decididas, y le expresan a su pareja, sin inhibiciones, qué quieren en la cama y cómo lo desean. Sin embargo, las amas de casa sienten mucho ansiedad a la hora de hacer el amor, porque se preocupan más por satisfacer sexualmente a la pareja, con tendencia a sentirse insatisfechas ellas, considerando más importante el disfrute de su pareja. Las mujeres que trabajan fuera de la casa tienen más orgasmos y ven el sexo como una recompensa al trabajo. Además, consideran que hacer el amor es una actividad que debe ser compartida, a partes iguales, por los dos miembros de la pareja. Las amas de casa son menos propensas a la espontaneidad sexual, son más tradicionales y tienen más en cuenta las creencias religiosas a la hora de actuar en su vida íntima. Eso sí: no hay que olvidar que todas estas son generalidades, y no quieren decir que este patrón de comportamiento sexual sea el mismo para todas las mujeres.

II. Las zonas erógenas femeninas:

Se puede decir que el mapa erógeno es personal e intransferible, de ahí que para llegar al clímax del placer sea tan importante dar rienda suelta a la espontaneidad. No obstante, hay una serie de zonas corporales que son clave en la mayoría de las personas a la hora de activar los resortes de la respuesta sexual.

Se entiende por zonas erógenas aquellas partes del cuerpo sexualmente sensibles que al ser estimuladas producen placer. Esta elevada sensibilidad es consecuencia de la gran cantidad de terminaciones nerviosas que poseen. En el caso de la mujer, las zonas erógenas son más numerosas, debido a que la piel femenina posee un número mayor de estas terminaciones. La mayoría de las áreas se asocian con la zona genital, pero hay otras muchas repartidas a lo largo del cuerpo. Es el caso del rostro, poseedor de numerosas zonas erógenas, entre las que se encuentran la línea del crecimiento del pelo, las sienes, la frente, las cejas, los párpados y las mejillas. Pero sin duda, la parte más erótica del rostro por antonomasia es la boca: un simple roce en los labios puede encender todo el cuerpo y desencadenar una excitación casi inmediata en los genitales.

Los lóbulos de las orejas también son muy sensibles a la excitación, igual que el cuello (especialmente la parte posterior), una zona en la que la piel es muy fina y los vasos sanguíneos se encuentran muy cerca de la superficie. Acariciarlo o besarlo en momentos de máxima excitación puede incluso acelerar el orgasmo. El área que rodea el ombligo es extremadamente sensible, al igual que el interior de los muslos, que reacciona al instante al contacto con las yemas de los dedos, los labios o el pene.

Una de las zonas erógenas femeninas más clásicas son los pechos, y más concretamente los pezones, auténticos protagonistas de los encuentros sexuales: su erección es el signo más evidente de la excitación femenina. Consta de dos partes: la punta y la aureola (el círculo más oscuro que los rodea). Ambas están llenas de terminaciones nerviosas supersensibles, que son las que provocan que las puntas se pongan erectas ante la más ligera estimulación. Pero además esta zona erógena tiene la peculiaridad de estar en conexión directa con los nervios del clítoris, de ahí que su manipulación pueda llevar a muchas mujeres directamente al orgasmo.

El clítoris es a la vez la zona más sensible del área genital y la más fácil de estimular, tanto manualmente como por el pene en erección. Es el único órgano humano cuya función es exclusivamente la de procurar placer, siendo por tanto el blanco ideal para las estimulaciones de todo tipo cuando lo que se desea es llegar hasta el fondo del placer. Su sensibilidad varía mucho, dependiendo de cada mujer. Algunas prefieren las estimulaciones marcadas; otras, más suaves, y las hay que disfrutan más con las caricias indirectas alrededor del clítoris. No hay que olvidar las nalgas, otro foco de placer que responde muy bien a los pellizcos suaves, los palmoteos o las caricias. Si se tratase una hipotética ruta del placer, el mapa erógeno femenino seguiría, de abajo a arriba, el siguiente trazado: pies, tobillos, zona detrás de las rodillas, muslos, abdomen, espalda, zona genital, manos, muñecas, cuello, orejas y cabeza, incluido el rostro.

III. Las hormonas sexuales:

El acto sexual desencadena una revolución hormonal que, además de proporcionar el orgasmo, aporta otros beneficios: está demostrado que la elevación de los niveles de ciertas hormonas durante el coito refuerza el sistema inmune, potencia la salud cardiovascular, mejora el estado de ánimo y ralentiza el envejecimiento.

Se pueden definir las hormonas sexuales como aquellas sustancias que fabrican y segregan las glándulas sexuales: los ovarios, en el caso de las mujeres, y los testículos en los hombres. Las hormonas más importantes en la sexualidad femenina son los estrógenos y la progesterona, las cuales se segregan de forma cíclica, con una secuencia que se repite cada veintiocho días aproximadamente durante la edad fértil. Está demostrado que en los momentos del mes en que estas hormonas alcanzan su punto álgido, las mujeres resultan más atractivas para los hombres, quienes pueden percibir esta situación hormonal de formas tan sutiles como a través del olor o de un mayor volumen de los senos.

Uno de los momentos clave es la ovulación, cuando los estrógenos alcanzan su pico más alto. De hecho, en la antigua Grecia, se decía que durante este período las mujeres se volvían “locas de deseo”, ya que la sensación de humedad producida por la expulsión del óvulo es similar a la experimentada durante la excitación sexual. Este juego hormonal se reduce considerablemente en las mujeres con la llegada de la menopausia, cuando cesan los ciclos menstruales.

El deseo aumenta la liberación de estas hormonas sexuales, modificando la química del organismo: incrementa la circulación sanguínea, con lo que la región genital, al recibir más sangre, se dilata. Esto produce, en el caso de las mujeres, una hinchazón de la vagina y, en el de los hombres, la erección del pene.

Esta excitación sexual da lugar a que, a su vez, entren en acción otras hormonas que van a proporcionar el clímax. La más importante es la endorfina, responsable de la sensación de placer y satisfacción y cuyo nivel máximo de liberación corresponde al orgasmo.

Otras hormonas que intervienen en los encuentros sexuales son la dopamina, cuyo principal efecto es promover la anticipación del placer, y la oxitocina, que se manifiesta a través del contacto de piel con piel y cuyos niveles también aumentan durante el clímax femenino, dando lugar a un relajamiento físico total.

La interacción de estas hormonas, además de favorecer el orgasmo y la satisfacción sexual, aporta otros beneficios para el organismo. El orgasmo actúa como un analgésico natural, ya que las endorfinas que se liberan durante el acto sexual elevan de forma notable el umbral de dolor. Esto viene a confirmar otras teorías científicas al respecto, según las cuales las endorfinas liberadas por el orgasmo viajan hasta centros receptores diseminados por todo el organismo y producen un efecto semejante al de la morfina.

IV. Las fases del orgasmo:

Cada persona experimenta el orgasmo de forma distinta; es más, a lo largo de la vida, la manera en la que se vive la excitación sexual puede variar considerablemente. Sin embargo, sí que hay una serie de etapas o fases más o menos estandarizadas que van desde la primera reacción ante el estímulo sexual hasta el momento del clímax.

Todas las teorías elaboradas en torno a la duración y los distintos estadios por los que pasa la respuesta orgásmica llegan a la conclusión de que se puede estratificar en cuatro fases:

- Excitación: Se inicia a raíz de la estimulación erótica (aproximadamente entre diez y treinta segundos después de desencadenarse esta) y puede durar unos minutos o incluso horas. En las mujeres se manifiesta físicamente mediante la lubricación, expansión y crecimiento de la vagina, acompañados de la hinchazón de los labios mayores y menores de la vagina, del clítoris y de los pechos. A su vez, se produce un aceleramiento de los latidos cardiacos, de la presión arterial y de la respiración. En el hombre, la manifestación más evidente es la erección del pene, pero no es la única: aparecen contracciones musculares en las zonas cercanas a los genitales,algunas de ellas voluntarias y otras involuntarias; los testículos van hacia arriba, al tiempo que se engruesa la piel de la bolsa que los recubre (el escroto). Empieza también a acelerarse el ritmo cardíaco y a elevarse la presión arterial.

- Meseta: En esta fase se acentúan los cambios en el organismo de la etapa anterior. Los labios vaginales se engrosan y cambian ligeramente de color, los vasos sanguíneos de las paredes de la vagina incrementan el flujo de sangre, el clítoris se vuelve erecto y los músculos y zonas del cuerpo como la cadera, los muslos o las manos se tensan. En el hombre, la intensidad de la excitación se mantiene más o menos estable, llevándole al orgasmo antes o después. Muchos músculos (faciales, abdominales, del tórax) se contraen involuntariamente, aunque en algunos momentos el hombre incrementa voluntariamente las contracciones, tensando los músculos para obtener una mayor excitación. Uno de los músculos que normalmente se tensa de forma voluntaria es el esfínter del ano. El pene aumenta el tamaño de su circunferencia en la región de la corona del glande. Los testículos también incrementan su tamaño y su elevación en un cincuenta por ciento. Esta fase, en el hombre, suele ser corta, dependiendo de la excitación. Es difícil alargarla, aunque no imposible con el debido entrenamiento.

- Orgasmo propiamente dicho: Es la fase en la que se alcanza el clímax y también la más corta de todo el ciclo (por lo general dura sólo unos segundos). La mujer experimenta una serie de contracciones musculares involuntarias de la vagina, el útero y el recto, las cuales resultan muy placenteras. El número y la duración de estas contracciones depende de cada mujer. Al mismo tiempo, la velocidad de respiración, el pulso y la presión arterial llegan a la máxima aceleración. En el hombre, el orgasmo va precedido por la sensación de que no es posible parar, y aparecen a continuación las contracciones para expulsar el semen, en tres o cuatro efusiones. Muchos músculos se contraen involuntariamente, y algunos llegan al espasmo. En el recto aparecen también abundantes contracciones.

- Resolución: Esta fase se caracteriza por un retorno a un estado de reposo y puede durar de cinco a sesenta minutos. En las mujeres, el clítoris y el útero vuelven a su posición normal y los músculos se relajan. A diferencia de los hombres, algunas mujeres pueden responder a nuevos estímulos sexuales sin tener que descender a la fase de meseta, experimentando orgasmos continuados. En el caso masculino esto no es posible, ya que tras la eyaculación se produce un período refractario que impide otra erección inmediata. La resolución de la excitación en el caso del hombre se produce de forma mucho más brusca que en la mujer. De hecho, cualquier contacto con el pene puede resultar en este momento incómodo y moderadamente doloroso. La respiración deja de ser jadeante para pasar a ser calmada, y lo mismo ocurre con la aceleración cardíaca y la subida de la presión arterial. El pene se retrae en dos fases: en la primera, de pocos segundos, pierde el cincuenta por ciento de su tamaño en erección. En la segunda, de varios minutos, va disminuyendo de tamaño hasta llegar a la fase de arruga propia de los períodos de tregua. También la piel del escroto vuelve a su textura inicial, perdiéndose la congestión y el engrosamiento.

Un dato curioso: en las mujeres, la duración media de todo este ciclo es de unos quince minutos, a diferencia de lo que ocurre en los hombres, que suelen llegar al orgasmo en tres a cinco minutos.